El panameño no saluda
Durante nuestro breve encuentro, que no se extendió más por la ansiedad de Frida de olerle el rabo a otro can cercano, me congenió que "el panameño no saluda, a no ser que te quiera vender algo". Que le extrañaba esa actitud porque no es así en su tierra. En Hartford, New Haven y Danbury, existe una camaradería diferente.
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