Diplomacia
El nuevo reto migratorio de El Salvador con Estados Unidos
- Andree Cardona [email protected]
Las relaciones diplomáticas con Estados Unidos están en su mejor momento, existe una cercanía que es un contraste notorio de las anteriores administraciones de gobierno que mantuvieron una relación conflictiva con nuestro mayor socio comercial y político.
El Salvador no tendrá autoridad para devolver a los migrantes que van en tránsito a Estados Unidos ya que el convenio no contempla eso como tal, según el acuerdo. Foto: Archivo.
Poco tiempo después que Nayib Armando Bukele ganara la presidencia, él realizó un viaje sumamente importante a Estados Unidos y México, en ambas naciones se reunió con funcionarios de alto nivel, en el caso de México con el presidente López Obrador y en el caso estadounidense lo más icónico fue el discurso con un inglés muy fluido en la Fundación Heritage en el que mostró mucha cercanía con la administración gubernamental norteamericana que funge actualmente, la presidencia Trump.
Mencionado lo anterior, ya en el ejercicio del gobierno de turno de nuestro país del presidente Bukele, hemos podido conocer de eventos que se han suscitado entre El Salvador y Estados Unidos para reforzar la seguridad pública, inversiones, la migración como un tema estratégico y fundamental para la dinamización de la diplomacia con Norteamérica.
La reciente suscripción del Acuerdo sobre Migración con Estados Unidos la tercera semana de septiembre lo han suscrito también Guatemala y Honduras con anterioridad, no somos un tercer país seguro sino que, como Estado se brindará asistencia migratoria y un asilo que es temporal mientras se pueda solventar el tránsito a Estados Unidos.
Se menciona que en el artículo 7 de dicho acuerdo, ambos Estados se comprometen a una cooperación mutua, además, El Salvador no tendrá autoridad para devolver a los migrantes que van en tránsito a Estados Unidos ya que el convenio no contempla eso como tal.
VEA TAMBIÉN: Los intereses nacionales
Hay que mencionar algo importante también, que no será algo perenne sino que es un Acuerdo con vigencia de 6 meses renovables.
No cabe duda que esto fue un tema tocante en la reunión que sostuvo el presidente Trump con el presidente Bukele durante la celebración de la 74° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya que hay un interés declarado de ambas partes de trabajar en la reducción del flujo migratorio, trabajar para generar las condiciones adecuadas laborales desde El Salvador para impedir que los migrantes salgan.
Desde luego, no sería el único tema ya que la seguridad pública y las inversiones ocupan interés de ambas partes también.
Las relaciones diplomáticas con Estados Unidos están en su mejor momento, existe una cercanía que es un contraste notorio de las anteriores administraciones de gobierno que mantuvieron una relación conflictiva con nuestro mayor socio comercial y político.
Las autoridades del triángulo Norte Centroamericano tienen un gran reto a la vista: la consecución de una normativa de carácter regional para la migración que recibiremos a futuro, no solo por este Acuerdo.
El flujo migratorio que Centroamérica recibe no es algo que se pueda divulgar en este artículo como un tema novedoso e impactante, ya que este fenómeno tiene sus antecedentes, lo he expuesto en el artículo titulado “Refugiados dentro de Centroamérica” que, dicho sea de paso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el viernes 20 de septiembre del año corriente dio a conocer un informe de la migración forzada dentro de la región.
Dicho informe menciona que alrededor de 55 mil ciudadanos nicaragüenses han huido a Costa Rica y pedido asilo, esto debe verse con mucha atención.
Licenciado en Relaciones Internacionales.
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