El modelo APP en salud
- José González Rivera
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- Cirujano Sub Especialista
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La salud es un bien meritorio del Estado y el objetivo de toda empresa es lucrar. A menudo se culpa a los empleados públicos del sector salud por el mal servicio que proveen, pero nunca se culpa a las consultoras o administradores por los pliegos de cargo o por los presupuestos.
El usuario no es primero para las empresas privadas que funcionan con dinero público en países donde predomina la "ley de hierro de la oligarquía", como es evidente con los servicios de electricidad en Colón, la recolección de basura en San Miguelito y la actual denuncia de un diputado por la falta de verificación de las horas de uso de la membrana dialítica de las máquinas de diálisis que provee la actual empresa encargada de la licitación.
Habló de muertes, esperemos una comisión de altura para verificar las denuncias que la junta directiva del Seguro no ha querido escuchar. Que no quede como el Fentanilo.
Las instituciones privadas prestadoras de salud en países con alta percepción de corrupción no han mejorado los servicios de salud hacia los usuarios y han creado mecanismos dilatorios para que los pacientes de alto costo (cáncer, hemodiálisis y enfermedades huérfanas) migren a los hospitales públicos. Han perfeccionado el dumping. Sin guías claras y actualizadas para el manejo de patologías de alto costo, la externalización de los bienes meritorios del Estado sería dar un cheque en blanco para la construcción de muchos hospitales privados que brindarán una mala atención como si "fuera pública".
Miremos el ejemplo de un país con bajo nivel de corrupción y el caso de la construcción del Nya Karolinska Solna (NKS ), donde todos los políticos acordaron crear un centro que "afrontara los retos futuros de la medicina" por medio de la descentralización de los servicios sociales delegando en autoridades locales y subcontratando a proveedores externos.
Se pagaron consultorías a prestigiosas firmas mundiales donde concluían que las empresas privadas no sólo ofrecerían la "mayor posibilidad de creación de valor, al incentivar la innovación y la optimización de las inversiones y los costes operativos a lo largo del ciclo de la vida", sino también "un riesgo menor en los costes de funcionamiento" puesto que este se transfiere todo al socio privado.
El NKS no ha tardado en ser conocido como el hospital más caro del mundo, sino cuando termine el contrato de la Iniciativa de Financiación Privada (IFP) se prevé que el hospital haya costado más de cinco veces el presupuesto original por el desmesurado coste de externalizar la gestión de hospitalaria algo que la consultoría defendía y de lo que "se beneficiaba", acabó poniendo en riesgo los puestos laborales de los expertos médicos que sin podían crear valor en el hospital.
Tristemente la salud en Panamá no mejorará mientras no se consiga resolver el problema más grave que nos aqueja: la corrupción. Si el Estado es débil o corrupto, la salud "externalizada" no será de calidad para el pueblo y funcionará mediante sobornos y corrupción desde la Asamblea.
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