Tecnología
El meollo de Huawei
...desarrollo de tecnologías inteligentes, Huawei analiza las mayores fallas de Apple e incorpora una línea de teléfonos que esquiva los problemas de frecuentes cargas con poderosas baterías y toma posesión del mercado...
- Jaime Figueroa Navarro ([email protected])
- - Publicado: 01/6/2019 - 12:00 am
Una tienda de Huawei en Pekín, China. Foto: EFE.
En los albores de la época celular, a inicios de la década de los noventa del siglo pasado, abandoné el pastoreo en los pasillos de IBM para ingresar a la industria de telecomunicaciones, en el departamento de ventas internacionales de Rohn Industries en Illinois, el mayor fabricante mundial de torres celulares.
Eran otras épocas, los más importantes jugadores en la operación de empresas celulares para América Latina y el Caribe se concentraban en BellSouth International, con base en Atlanta y Telefónica en Madrid.
A pesar que nuestro enfoque principal se centraba en la erección de la columna vertebral hemisférica en los once países donde operaba BellSouth, también jugaban un rol importante los fabricantes de equipos, principalmente Motorola y Ericsson con los cuales manteníamos estrechos lazos por sus ofertas de paquetes que incluían torres.
Nadie, en el más remoto sueño, efectuó un análisis a futuro, tipo Dick Tracy, bajo el cual las masas gozarían de fácil y asequible acceso a la telefonía celular.
Eran los tiempos durante los cuales los almuerzos de poder en el Club Unión se centraban en cuál ejecutivo sacaría de su maletita Samsonite su teléfono Motorola, apodado el ladrillo por su similitud al mismo, cuyo acceso era exclusivo para los más pudientes directivos de empresas, un Rolex de finales de siglo pasado.
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Nunca, jamás China entró en el ajedrez de las comunicaciones, ni como operador, ni como fabricante, ni proveedor de teléfonos celulares.
En el caso de las torres, Rohn gozaba de una hegemonía, prestigio y capacidad de fabricación única en la industria.
No era difícil la venta, lo más importante se centraba en los tiempos de entrega.
Inclusive el empaque en contenedores con cubierta, invento fraguado en la fábrica de Peoria, Illinois, facilitaba la erección en el sitio.
China llegó después y ancló para hacerse del pastel, algo símil a Japón en la década de los setenta en la producción de automóviles.
En aquellos tiempos, la rúbrica “made in Japan” era mal vista. Ford, Chrysler y General Motors dominaban el entorno.
Los nipones crearon centros de desarrollo y producción más barato y de mayor calidad que los gringos, causando un rugido con Datsun, posteriormente Nissan y con Toyota para adueñarse del mercado mundial.
Y se fueron más allá apoderándose de la industria de electrónica con la poderosa Sony.
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El fenómeno japonés lo sobrepasa China a través de su revolucionario capitalismo comunista, con una capacidad de producción masiva, la envidia de los otros imperialistas, permitiendo el desarrollo de empresas mixtas, un apetecible anzuelo a las multinacionales que rápidamente tomaron nota y establecieron sedes de envergadura mundial en su territorio.
Parte importante de la estrategia se fraguó a través de una red logística que permite el expedito transporte de sus productos al mercado mundial, sobrepasando a Estados Unidos quien se ha quedado gravemente atrás en temas de infraestructura.
Retomando el tema de las telecomunicaciones celulares, siempre fui un discípulo de Apple.
Mi computadora es iMac, mi tableta iPad y hasta hace poco, mi celular iPhone, cabiendo recalcar que todos estos productor son fabricados en China.
Huawei era un fabricante de teléfonos móviles para las masas, baratos y prácticos pero todavía no al mismo nivel.
A través de desarrollo de tecnologías inteligentes, Huawei analiza las mayores fallas de Apple e incorpora una línea de teléfonos que esquiva los problemas de frecuentes cargas con poderosas baterías y toma posesión del mercado con la mejor cámara en el mercado, alineándose con la alemana Leica para proveer múltiples lentes en su última generación.
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Nos parece demasiado tarde, ya Huawei es líder en tecnología 5G y las plataformas de Android y Google pueden ser superadas o en el peor de los casos, adquiridas en lo que se cierne como un feroz contraataque en un mundo donde la hegemonía norteña parece alejarse de una realidad donde los patrones del comercio se expanden a través de puentes y no de muros.
El próximo asalto de esta soberbia pelea gravita en las negociaciones comerciales sino-americanas que nos afectan a todos.
Líder empresarial.
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