El manejo integrado del recurso hídrico en Panamá
Publicado 2000/07/16 23:00:00
- Melquiades Vásquez A.
Panamá, con 52 cuencas hidrográficas a lo largo y ancho del territorio nacional, es uno de los países de la región centroamericana, con mayor riqueza hídrica, lo cual representa una amplia disponibilidad de agua superficial. La misma es el resultado de un régimen de precipitación anual promedio estimado en 3,000 mm, lo cual equivale a 223,700 millones de metros cúbicos de agua. Esta abundancia de recursos hídricos, nos permite tener una disponibilidad per cápita, calculada para el año 1998; en 57,300 m3, de la cual se registró una extracción per cápita de 744 m3. Lo anterior nos da una idea de todo el potencial que existe en Panamá, en lo que a recursos hídricos se refiere. Pero realmente el uso de este potencial será sostenible y tomará en cuenta todos los factores ambientales, sociales y económicos que requiere la adecuada gestión del agua.
Se considera que el 77% del agua que se extrae de nuestros ríos es para uso agrícola o agroindustrial. El Plan Nacional de Riego y Drenaje, promovido por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), indica que en Panamá existen 270,000 hectáreas con características potenciales para la producción agrícola bajo riego. De estas 270,000 hectáreas, sólo 27,886 estaban bajo riego en 1997, lo que representa el 10% del potencial nacional. De estas 27,886 hectáreas, 90% correspondían a sistemas de riegos privados y 10% a sistemas de riegos estatales.
Según el Instituto de Acueductos y Alcantarillados (IDAAN), en 1996 la producción real de agua potable en el ámbito nacional fue de 98,405.1 millones de galones en 41 plantas potabilizadoras, lo cual representa un incremento de 15,080.6 millones de galones en comparación con el año 1990. El 70% de esta producción de agua potable fue distribuida en la Región Metropolitana de Panamá y Colón y el restante 30% a nivel del país. Este porcentaje de distribución no implica que todos los residentes de las zonas urbanas reciban el vital líquido.
Mi experiencia y conocimiento del sector, me indica que la falta de una adecuada gestión de los recursos hídricos es parte del problema; de las 52 cuencas hidrográficas que existen en el país sólo dos tienen planes de manejo (Bayano y el Canal de Panamá); del resto sólo se conoce, en mayor o menor grado, las variables físicas, el resto de los otros componentes son prácticamente desconocidos y más aún, el concepto moderno de gestión de cuencas no es considerado por ninguna instancia que opere en estos espacios físicos. Esto se deduce si consideramos que la cuenca como unidad de análisis, planificación y manejo es el espacio natural para conducir las relaciones de los procesos naturales que dinamizan las interacciones entre los recursos agua, suelo y vegetación, con el objetivo de satisfacer las necesidades de bienes y servicios que la sociedad demanda, en el corto, mediano y largo plazo; sin acelerar procesos de degradación de los recursos naturales, (Banco Interamericano de Desarrollo, BID; La cuenca como unidad de análisis, planificación y manejo.). La complejidad y tamaño de los programas que se requieren, los niveles de decisión involucrados y la disponibilidad de recursos económicos han condicionado de una u otra forma la planificación, el desarrollo y ejecución de los programas de gestión de cuencas requeridos a nivel nacional. Hoy día se observa que es imperativo el desarrollo de un programa nacional de gestión de cuencas hidrográficas; de no llevarse a cabo esta acción, a corto plazo se estará enfrentando situaciones de competencia entre sectores por el uso del agua. Sobre esto escribiré la próxima semana, así como la importancia de una nueva Ley de Agua para el país.
Se considera que el 77% del agua que se extrae de nuestros ríos es para uso agrícola o agroindustrial. El Plan Nacional de Riego y Drenaje, promovido por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), indica que en Panamá existen 270,000 hectáreas con características potenciales para la producción agrícola bajo riego. De estas 270,000 hectáreas, sólo 27,886 estaban bajo riego en 1997, lo que representa el 10% del potencial nacional. De estas 27,886 hectáreas, 90% correspondían a sistemas de riegos privados y 10% a sistemas de riegos estatales.
Según el Instituto de Acueductos y Alcantarillados (IDAAN), en 1996 la producción real de agua potable en el ámbito nacional fue de 98,405.1 millones de galones en 41 plantas potabilizadoras, lo cual representa un incremento de 15,080.6 millones de galones en comparación con el año 1990. El 70% de esta producción de agua potable fue distribuida en la Región Metropolitana de Panamá y Colón y el restante 30% a nivel del país. Este porcentaje de distribución no implica que todos los residentes de las zonas urbanas reciban el vital líquido.
Mi experiencia y conocimiento del sector, me indica que la falta de una adecuada gestión de los recursos hídricos es parte del problema; de las 52 cuencas hidrográficas que existen en el país sólo dos tienen planes de manejo (Bayano y el Canal de Panamá); del resto sólo se conoce, en mayor o menor grado, las variables físicas, el resto de los otros componentes son prácticamente desconocidos y más aún, el concepto moderno de gestión de cuencas no es considerado por ninguna instancia que opere en estos espacios físicos. Esto se deduce si consideramos que la cuenca como unidad de análisis, planificación y manejo es el espacio natural para conducir las relaciones de los procesos naturales que dinamizan las interacciones entre los recursos agua, suelo y vegetación, con el objetivo de satisfacer las necesidades de bienes y servicios que la sociedad demanda, en el corto, mediano y largo plazo; sin acelerar procesos de degradación de los recursos naturales, (Banco Interamericano de Desarrollo, BID; La cuenca como unidad de análisis, planificación y manejo.). La complejidad y tamaño de los programas que se requieren, los niveles de decisión involucrados y la disponibilidad de recursos económicos han condicionado de una u otra forma la planificación, el desarrollo y ejecución de los programas de gestión de cuencas requeridos a nivel nacional. Hoy día se observa que es imperativo el desarrollo de un programa nacional de gestión de cuencas hidrográficas; de no llevarse a cabo esta acción, a corto plazo se estará enfrentando situaciones de competencia entre sectores por el uso del agua. Sobre esto escribiré la próxima semana, así como la importancia de una nueva Ley de Agua para el país.
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