Panamá
El destino más popular para viajar en 2024
Mientras el istmo se caldeaba en una debacle política a mediados de 1968, afianzábamos nuestros estudios de lenguas y cultura en un verano en Francia.
- Jaime Figueroa Navarro
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- - Actualizado: 22/1/2024 - 12:00 am
Jaime Figueroa Navarro.
Mientras el istmo se caldeaba en una debacle política a mediados de 1968, afianzábamos nuestros estudios de lenguas y cultura en un verano en Francia que cambiaría por siempre nuestra visión del turismo.
Un puñado de compañeros de mi escuela preparatoria de Worcester, Massachusetts nos unimos al grupo de más de medio centenar de estudiantes provenientes de diversas regiones de Estados Unidos en una aventura que cimentaría nuestras jóvenes almas durante 10 semanas de estudios y excursiones por doquier en la república gala.
Eran tiempos de cambios geopolíticos en un mundo de postguerra. Mientras la genial música de los Beatles entonaba las vitrolas y estaciones de radio, jóvenes melenudos impulsábamos cambios radicales a nuestras formas de vida cuestionando sesudamente el estatus quo. Fue así como posterior a nuestro vuelo de Air France desde Nueva York al aeropuerto de Orly en París, nos encontramos con serios disturbios que transformaron el pensamiento y la sociedad francesa.
Vivir aquello nos valió como preámbulo para rasgar los cerebros de jóvenes y maduros es esta época de cambio climático, definición política, inaceptables guerras y continuada violencia en un mundo donde el homo Sapiens en lugar de aprender de su pasado, aún mantiene viva la llama del tribalismo prehistórico que nos ha unido y separado a lo largo de la historia.
Viajar nutre el alma y nos ayuda a ampliar nuestros horizontes. Una inmersión en Francia, en provincias, más allá de su laureada capital, en los pináculos de sus Alpes en Annecy, los palacios reales del rio Loire, el estoico Mont Saint-Michel en la costa atlántica de Normandía, los centenarios viñedos de Burdeos y la interminable fila de poblados y ciudades de su Costa Azul mediterránea, sigue siendo un festín gastronómico y cultural sin par en el globo terráqueo.
Es así como el magneto que descubrimos en Amboise hará más de medio siglo, no solamente permanece vigente sino repleto de burbujeantes bríos que permean un cabalgante turismo mientras aquí languidecemos en cifras estériles sin encontrar la varita mágica que permita el verdadero despegue de nuestro sin par destino.
Durante 2024 el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) vaticina que Francia se mantendrá a la cabeza de la actividad de la industria sin chimeneas mundial con una contribución de $240 billones a la economía del país por los más de 100 millones de turistas que le visitarán a lo largo del año.
A finales de agosto nos haremos presentes en la capital gala durante las festividades de los Juegos Olímpicos, uniéndonos a media mañana a la larga fila de espera para degustar el único platillo que sirve el restaurante Le Relais de l'Entrecote de 15, rue Marbeuf, bondadosa bandeja consistente de abundantes trozos de carne en una secretísima salsa, acompañados de papas fritas de verdad, degustándoles con una copa de vino tinto Merlot. ¡Voila la joie de vivre!
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