El Canal: una lucha por nuestra soberanía
- Andrea Castillo
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- Profesora universitaria y economista
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El 31 de diciembre de 1999, se marcó un nuevo hito en la historia del país, con la transferencia del Canal a manos panameñas. Desde hace 25 años hemos asumido con responsabilidad la administración, operación y mantenimiento de la vía interoceánica; sin embargo, esta devolución viene enmarcada de luchas inclaudicables a través de la historia de panameños y panameñas, como:
La Operación Soberanía del 58, en donde un grupo de estudiantes universitarios siembra banderas en distintas partes de la Zona del Canal y exigen medidas enérgicas al presidente de la Guardia, para el cumplimiento de distintos acuerdos que mantenía Panamá con Estados Unidos.
Luego en 1964, nuestros heroicos mártires en aquel 9 de enero, con gran determinación y patriotismo, aun siendo muchos estudiantes de secundaria, marcharon hasta la antigua Zona del Canal a pesar de la humillación y abucheos para izar nuestra bandera a la par estadounidense y cantar nuestro himno nacional. Durante esta gesta de lucha por reclamo de nuestra soberanía fallecieron: Ascanio Arosemena, Gonzalo Antonio Crance Robles, Teófilo de la Torre Espinoza; Jacinto Palacios Cobo, Alberto Oriol, Ezequiel González Meneses; Vicente Bonilla, Rosa Landecho, Renato Lara; Celestino Villarreta, y Ricardo Murgas, este 2025 se cumple 61 años de esta gesta patriótica.
Este suceso se vuelve un punto de inflexión para las negociaciones entre ambos países, que da paso a la firma del Tratado de Neutralidad para posteriormente en el 77´ concretizar la devolución con el Tratado Torrijos – Carter, en donde además del retorno en 20 años de la tan anhela vía interoceánica, marca una conquista de nuestra soberanía plena con la salida de los estadounidenses de la Zona del Canal.
En otras palabras, el Canal de Panamá además de ser una ruta de tránsito marítimo es un símbolo de lucha, soberanía, unión y conquista, es parte irrevocable de nuestra identidad y eso lo sabemos los panameños y panameñas.
Sin embargo, a finales del año 2024, se dieron distintos sucesos que nos deben poner a reflexionar como país nuestro sentido de pertenencia en el reclamo de respeto hacia nuestras luchas históricas en torno a este tema; por ejemplo: el próximo presidente de EE. UU. hace declaraciones temerarias amenazando con recuperar el control del Canal de Panamá, aunque estas amenazas se podrían leer realmente como un tentempié del posible enfoque agresivo de la política exterior que llevará durante su mandato, en donde buscará retomar la presencia de la superpotencia en la región, que ha sido bajo sus palabras asediada por China; así mismo, busca asegurar la neutralidad de la vía interoceánica debido a un interés de seguridad nacional para Estados Unidos y también presionar en los precios de los peajes como formas de buscar recortar costes indirectos en el transporte que han tenido efecto perjudicial en los precios de las principales mercancías de materias primas y alimentos. A pesar de ser poco probable que asuma algún tipo de control como lo ha sugerido; estas declaraciones lesionan y ultrajan nuestra soberanía, pero mucho más el que desconoce su propia historia.
Por otro lado, el Decreto Alcaldicio N.° 13 del 30 de diciembre de 2024 del Municipio de Panamá, establece la suspensión de actividades bailables y musicales que generen ruido entre las 6:00 a.m. y las 6:00 p.m. del 9 de enero.
Es lamentable el mensaje que se está dando en este Decreto: es más importante promover la dinamización comercial y económica en un día que no es de descanso, sino más bien de reflexión cívica e histórica, deshonrando la memoria de nuestros mártires.
Aunque, la pérdida en el valor de estos hechos históricos, sobre todo de las nuevas generaciones, viene a causa primeramente, de la falta de formación histórica en donde solo hace unos años habían eliminado una materia fundamental como relaciones de Panamá con los Estados Unidos de las escuelas y en la ineficiencia de la distribución de los recursos de una vía interoceánica que ha aportado durante 25 años aproximadamente más de B/.25,000 millones.
Bajo estas dos situaciones mencionadas que se dan en la coyuntura de fechas históricas importantes para el país, nos invita a exigir la mejora en la calidad de educación a través de la importancia de la formación histórica en donde se necesita una verdadera transformación educativa para nuestra juventud, ya que el sistema actual nos está enseñando a repetir la historia en vez de cambiarla y mejorarla, respeto a la memoria de los que ya no están y de igual forma, en construir un modelo económico que tenga como esencia promover el estado de bienestar en donde el desarrollo llegue a todas partes del país.
Aún estamos a tiempo de dar estos cambios importantes que estoy segura marcará un antes y después para la población panameña.
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