Epicentro
El camino electoral o el camino electorero
- Arnulfo Arias O. [email protected]
... ¿cuantos de nosotros nos avocamos hacia la tarea incómoda, pero necesaria, de leer cada uno de los planes de gobierno que presentan nuestros candidatos a puestos de elección?
![El elector, luego de una detenida reflexión, debe tomar decisiones a conciencia en ese tema que es tan trascendental para el futuro de nuestra nación. Foto Archivo.](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/elecciones_panama_2019.jpg)
El elector, luego de una detenida reflexión, debe tomar decisiones a conciencia en ese tema que es tan trascendental para el futuro de nuestra nación. Foto Archivo.
En nuestras latitudes, es el elegido el que elige al elector.
Lo estudia, lo mide, lo empaca y, literalmente, lo consume en vida.
No es que la maquinación electoral sea solo el producto de quienes se candidatizan, sino que en medio del ambiente del votante, encuentra elementos suficientes para que prosperen muchas veces sus aspiraciones muy desviadas, auspiciadas por ese silencio trágico y por la inercia natural de nuestra población.
El voto debería ser, en su teoría, la expresión más próxima de la conciencia humana; pero muchas veces se convierte en el combustible que desata fuegos prolongados que destruyen, de manera incontrolada, nuestros pueblos.
Una sola decisión colectiva trae de vuelta la resaca inmunda de ese error hasta los pies del elector; como el borde de una playa que, durante la marea alta queda limpia en apariencia, pero que se viste nuevamente de desechos cuando llega el ciclo natural de la marea que es baja.
Así, debemos ser honestos en nuestra apreciación del estado actual de cosas que todos, en alguna forma u otra, hemos propiciado, ya sea en forma directa o por un alto grado de omisión.
Seamos honestos, en la medida propia de lo que es posible; cuando un médico receta a nuestros hijos un medicamento, ¿cuántas veces nos tomamos la tarea de leer siquiera los efectos secundarios que recoge la posología que viene en el empaque de la caja?
La verdad, muy pocas veces.
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En un extraño paralelo, ¿cuantos de nosotros nos abocamos hacia la tarea incómoda, pero necesaria, de leer cada uno de los planes de gobierno que presentan nuestros candidatos a puestos de elección?
Y, sin embargo, en alguna forma u otra se trata precisamente del futuro de nuestra nación, que es también el futuro de nuestros propios hijos.
¿Sabemos, acaso, cual será el efecto secundario del consumo electoral que decidimos hoy?
Ya libre de ataduras temporales hacia la corriente actual que rige mi partido, con la cual no he coincidido por espacio de una década, voy a tomarme la tarea sincera de hacer algo que jamás he hecho.
Voy a revisar, pero a conciencia, cada uno de los planes de gobierno de aquellos que hoy aspiran a la más alta magistratura de nuestro país.
Tal vez así, luego de una detenida reflexión, tome decisiones a conciencia en ese tema que es tan trascendental para el futuro de nuestra nación.
Abogado
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