Mensaje
El alcoholismo como gran enfermedad
Toda persona que consuma licor con frecuencia, más de lo normal alimenticio o cultural permitido, y que no pueda dejar de beber es alcohólica.
- Rómulo Emiliani
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- - Publicado: 02/5/2020 - 12:00 am
No poder dejar la bebida es señal clara de que ya es una adicción. El alcoholismo es una gran pandemia que existe desde el principio de la humanidad. Foto: EFE
Más de tres millones de muertos en el mundo anualmente provocadas por el alcoholismo.
Cientos de miles de empleos que se pierden también por ese vicio.
Enfermedades causadas por el licor, la más frecuente, las de hígado, con la cirrosis, pero también dolencias cardiacas, pérdida de visión, destrucción de neuronas cerebrales y con las lagunas mentales que aparecen, úlceras estomacales.
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Muchos matrimonios se vienen abajo por el alcoholismo de un miembro de la pareja. Violencia doméstica.
Familias que quedan rotas. Miles y miles de niños que sufren el vicio de papá o mamá y que quedan con traumas para toda la vida.
Cantidad de accidentes de autos con consecuencias lamentables por el consumo de licor.
Riñas que terminan en muerte, sobre todo en bares y cantinas, causadas por la borrachera.
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El alcoholismo es una gran pandemia que existe desde el principio de la humanidad.
Toda persona que consuma licor con frecuencia, más de lo normal alimenticio o cultural permitido, y que no pueda dejar de beber es alcohólica.
Si el licor se convierte en un medio para bajar el estrés u olvidar penas, ocasionando embriaguez, es vicio.
No poder dejar la bebida es señal clara de que ya es una adicción.
Si el consumo de licor afecta y cambia momentáneamente la personalidad del individuo y debe consumir para estar “mejor” es porque ya es un dependiente de la bebida.
Generalmente, se bebe por problemas de autoestima baja, inseguridad, soledad, alienarse de la realidad, buscar sentir un poco de euforia y alegría de manera artificial.
Se sabe que mucha gente hereda esa predisposición a la bebida por herencia genética.
El alternar, sobre todo en la juventud, con amigos alcohólicos puede inducir a una persona a consumir.
El ambiente cultural influye. En verdad vivimos en una “alcoholo-cracia”.
Se bebe licor en las fiestas de matrimonios, bautizos, velorios, nacimiento de un hijo, inauguración de una empresa, si ganó el equipo de fútbol o si perdió.
Los medios de comunicación hacen tal publicidad del licor que incitan a muchos a iniciarse en eso o mantenerse en el vicio. ¿Qué hacer?
Si usted tiene tendencias claras al alcoholismo o ya está activo en ese vicio, tome conciencia de que se va a ir destruyendo y que llegará un momento en que no podrá dejar esa adicción.
Acuda a Alcohólicos Anónimos como una organización mundial que ha salvado a millones de personas de las garras de ese vicio.
Busque ayuda espiritual a través de la Iglesia. Tome conciencia de que el licor es un veneno mortal para muchos y que hay que evitarlo a toda costa.
Monseñor.
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