Transformación
Educación Sin Libertad
...nuestros maestros y docentes son hijos de un sistema que convierte al individuo en un número y estadística más, sin comprender que no solo basta con entender la realidad de nuestra educación, sino transformarla.
- María Brenes
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- - Publicado: 17/8/2020 - 12:00 am
Transformamos la educación cuando llegamos a construir relaciones más profundas con nuestros alumnos, cuando vemos sus necesidades humanas internas buscando ser desarrolladas. Foto: EFE.
"Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. La gente educa para la competencia, y la competencia es el principio de cualquier guerra". María Montessori
Es un texto muy poderoso que me quedó grabado en cuanto empecé a ver "Educación sin Libertad", y es que no expresa más que una de las tantas realidades de nuestros sistemas fallidos de educación en América Latina, en donde el estudiante no es el que fracasa, sino es el sistema monótono, mal planteado, que nos aqueja de muchos años.
Nos seguimos encontrando con diseños curriculares desvinculados de la realidad, me remonto a mis años de colegiatura y recuerdo cuán difícil era para mí entender ciertas asignaturas en las que me preguntaba de qué me servirían, sin que me lo tuviera que repetir algún profesor, la repuesta era que algún día lo podría necesitar.
Para pasar estas asignaturas solo procuraba repetirme una y otra vez para memorizar y obtener una calificación en base a mi memorización, más no el conocimiento como tal, para ser honesta, hasta el sol de ho,y no he necesitado álgebra ni geometría en ninguna de mis carreras, lo expreso con mucha jocosidad.
Nuestro sistema de evaluación debe ir más allá de lo tradicional, debe ser un proceso positivo y continuo que determine la velocidad en que se están desarrollando los objetivos del aprendizaje en términos del desarrollo integral del alumno, sin llegar a ser el fin de la educación.
Sin embargo, coincido en que nuestros maestros y docentes son hijos de un sistema que convierte al individuo en un número y estadística más, sin comprender que no solo basta con entender la realidad de nuestra educación, sino transformarla.
Transformamos la educación cuando disfrutamos del trayecto y no de la meta, cuando vemos al niño o al individuo y no al objetivo, cuando llegamos a construir relaciones más profundas con nuestros alumnos, cuando vemos sus necesidades humanas internas buscando ser desarrolladas.
Recuerdo tener en mis últimos años de colegiatura una asignatura llamada consejería, esta asignatura yo la disfrutaba muchísimo, ya que nuestra docente buscaba explorar el lado más humano de nosotros como alumnos, se adentraba en nuestros problemas como adolescentes, buscaba un equilibrio entre nuestra realidad fuera del aula, después de muchos años me resulta muy fácil poder recordar el nombre de esta buena docente.
Todo aquello que vayamos a enseñar tiene que ser vivido desde nuestra propia experiencia para así transmitir un conocimiento experimental a nuestros alumnos, que puedan hacer retrospectiva de sus propias opiniones, que sean escuchados y puedan expresar sus emociones en un ambiente libre de prejuicios.
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Ser docente, es una oportunidad de crecimiento continuo, en la que cada día podremos reinventar y reflexionar para construir un nuevo paradigma educativo.
Me tomé como consejo de madre primeriza, el no limitar a nuestros hijos, confiar y respetar sus procesos, aprender a respetar sus descubrimientos, no colocar nuestras expectativas como prioridad sobre sus hombros y amarlos para que aprendan a amar creando una sociedad de paz.
Supervisora de capacitación y Desarrollo. Estudiante de maestría en Educación Superior de la Universidad de Panamá.
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