Del trabajo formal a la informalidad en los semáforos
Los castigos de la pobreza, la corrupción institucionalizada, el impacto de la COVID-19 y los riesgos de contagio por hacinamiento, han obligado a la población desempleada a salir y generar pequeñas empresas informales en las calles urbanas y semáforos de la ciudad capital.
- José Ángel Samaniego
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- - Publicado: 14/9/2020 - 12:00 am
Casi el 89% de los hogares fueron afectados por la pandemia, perdieron sus ingresos. Foto: EFE.
La llegada a Panamá de la COVID-19 a finales de marzo 2020, deja claras evidencias en el diagnóstico de proporciones impactantes en la economía panameña, esta disyuntiva para los meses subsiguientes en medio de esta pandemia que aún tratamos de descifrar.
El gobierno actual y su gabinete de asesores tratan de presentar un panorama alentador proponiendo nuevas formas de apertura para la reactivación económica.
Por el contrario, expertos han señalado que la desaceleración económica para fin del periodo 2020 tendrá crecimiento negativo entre el 10 y 15%, con tasas de desempleo del 18 al 20%, un golpe certero que obliga a las grandes, medianas y pequeñas empresas a su cierre total.
En un análisis emitido por el SIP (Sindicato de Industriales de Panamá), para el primer trimestre de julio del 2019, la Población Económicamente Activa se estimó en 2,029,774; de este total, 1,900,350 personas tenían un empleo.
La tasa de desocupación durante marzo del 2019 era aproximadamente entre el 0.6 y 0.7 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo del 2018, el número de desocupados para el 2018 era de 116,321, aumentando para el periodo del 2019 en 129,424, lo que va estructurando una fuerza laboral informal de más del 50%.
Los castigos de la pobreza, la corrupción institucionalizada, el impacto de la COVID-19 y los riesgos de contagio por hacinamiento, han obligado a la población desempleada a salir y generar pequeñas empresas informales en las calles urbanas y semáforos de la ciudad capital.
Los sectores tradicionales que contribuían al dinamismo económico como la construcción de infraestructura pública, la llamada exportación de servicios, como zona libre y comercio quedaron paralizados.
Lo más preocupante es que la economía panameña no será capaz de sostener la tasa de desempleo. Para ello tiene que ser capaz de crecer por encima del 5%. Si se proyecta un crecimiento pospandemia entre el 3.5 y 4%, no se resolverá el problema que hoy observamos en los semáforos de la ciudad capital, ya que detrás del desempleo aparece la informalidad y los ciudadanos que perdieron sus puestos de trabajo por la pandemia, buscarán qué hacer.
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La tarea no está hecha por quienes asesoraron al gobierno en la reactivación económica planteada en julio del 2020. Según la CEPAL, el PIB va a caer en Panamá en aproximadamente 6.5% para este periodo.
El principal obstáculo al que se enfrentarán los jóvenes en la búsqueda de un puesto de trabajo, será las condiciones laborales que se presentan a raíz de la aprobación del proyecto 354 que establece medidas temporales de "protección del empleo" en las empresas afectadas por la COVID-19, lo que ha sido rechazado por los gremios sindicales señalando que la ley promueve el deterioro y posibles reformas al Código de Trabajo.
La deuda pública es otra dimensión asociada a la pandemia de la COVID-19, cifras alarmantes presentadas por el profesor catedrático de la Universidad de Panamá, Juan Jované, resalta que la deuda pública al 31 de julio del 2020, se elevó a $33,466.40 millones, lo que para este año la deuda pública será cerca del 53.6% del PIB, un escenario no muy alentador.
Los nuevos endeudamientos fueron adquiridos para liquidez de las corporaciones y bancos, pero los sectores más vulnerables de la población panameña no han sido favorecidos con estos fondos o préstamos adquiridos por el Estado panameño, casi el 89% de los hogares fueron afectados por la pandemia, padres y madres de familias con menos de $400 perdieron sus ingresos a consecuencia de la suspensión de sus contratos laborales.
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Esto explica el espectro social y económico, obligando a estos panameños a aventurarse en las calles y semáforos de la ciudad capital, además es necesario resaltar que la canasta básica de alimentos calculada por el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) a enero del 2020, el cálculo aproximado sin el tanque de gas, se calculó aproximadamente en $305. 9 para el distrito de Panamá y San Miguelito y en el resto del país, $280.10.
Siendo una medición elaborada y calculada por los personeros del gobierno, contradice la ayuda de $100 de "Bono Solidario" que brinda el Estado a los panameños, considerando que no cubre ni siquiera la tercera parte del componente calculado por el MEF.
Esperemos que las calles de la ciudad de Panamá y el resto del país no se vean revestidas de informalidad laboral ni mucho menos en los semáforos.
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