De todos modos la calavera...
Publicado 2005/02/06 00:00:00
- José Pineda
Siempre va existir el lado derecho y el lado izquierdo... Siempre existirán los "pro" y los "contra".
"De todos modos la calavera es ñata", es uno de tantos dichos populares con que, entre otras cosas, queremos expresar que aunque tengas las mejores intenciones, nunca vas a quedar bien en lo que tratas de hacer. Por eso existe otro apotegma: "La mejor manera de quedar mal con todo el mundo es tratando de quedar bien con todo el mundo". Por tanto, cuando en conciencia ves que tienes que tomar una decisión para cumplir con algo que se te ha encomendado o crees que puedes hacer algo, mejor que actúes porque nunca vas a contentar a todos. Siempre va existir el lado derecho y el lado izquierdo.
Sé que estamos en la atmósfera del carnaval, cuya definición ya no es una puesto que se podría decir que es lo que tú quieres que sean . De pronto se trata de un período en que se suspenden casi todas las actividades oficiales y burocráticas y, sobre todo, las productivas, si es que existen. Es un periodo en que ocurre un éxodo masivo y muchas veces trágico, de gran sector de la población hacia el Oeste del país, la gran mayoría, aun cuando muchos hacia el Este, en busca de tranquilidad unos, otros de ver gente alegre, otros con otras experiencias. Lo importante es que el saldo no sea de menos uno, o más. Me repito que sé que estamos en carnaval con toda su gama de amplitud y alcance de las actividades que se realizan, incluso y laudablemente, las actividades espirituales de retiros reflexivos y de reconciliación precuaresmal, que tanta paz dejan al alma y la gran recuperación de energías espirituales que tan pronto se agotan.
Decía que es imposible agradar a todo el mundo. Esa es una empresa quijotesca y ni debe ser esa la meta de nuestro actuar. En efecto, en oratoria decía Kleutgen, en su manual de retórica, que todo orador debía tratar de conseguir tres metas que las expresaba en tres verbos latinos de la segunda conjugación: "docére, placére, movére". ¿Cuántos lo consiguen? ¿Cuánto se consigue? Asumo que es difícil conseguir los tres propósitos, pero al menos uno de ellos, el de la docencia, ya que complacer exige otros factores.
Me quería referir a la reacción del público frente a las reformas fiscales. Aludo a lo que se ha publicado e incluso, se ha hablado en los medios de comunicación visuales y escritos. Percibo que no han gustado en una buena mayoría de los editoriales que he leído, aún cuando han aparecido colaboraciones a favor. Desde que recuerdo se vienen haciendo y prometiendo reformas fiscales y siempre han sido adversadas porque son como purgantes. A veces el estado anómalo del cuerpo necesita de un purgante porque como se decía antes, estás "empachado" (indigestado) y lo necesitas, pero no te gusta. Últimamente, dada la imposible situación económica que vivimos de disparidades sociales y de contrastes ofensivos dentro de una misma comunidad en donde un grupito disfruta de todas las bondades que da el dinero abundante y la gran mayoría lucha por sobrevivir, como que existe un consenso de que hay que hacer algo. A mi juicio, se ha intentado hacer ese algo, que de por sí nunca será perfecto, pero hay que hacer algo y se ha intentado. Hay que hacer reformas, pero no existe la reforma perfecta.
No soy un experto ni entendido en los detalles, pero otrora banqueros, consejeros sociales, conferencista famosos invitados han impresionado con sus opiniones y, sobre todo, cuando después de analizar causas, efectos y proyecciones, concretan sus consejos en que el punto de partida de muchas soluciones es comenzar a meterse las manos en los bolsillos y c contribuir, y todos estamos de acuerdo en la sala de conferencias, pero cuando de alguna forma se oficializa lo que quisiéramos en teoría, entonces no nos gusta y presentamos nuestras propuestas, que al final tendrán que terminar metiéndonos la mano en el bolsillo.
Estoy de acuerdo con muchas de las objeciones y en que no hay credibilidad en la materia por experiencias dolorosas en el pasado, en que los impuestos sólo han servido para sostener una burocracia inoperante y enriquecedora de los bolsillos de los politiqueros, no de los políticos de buena fe y patriotas, que los debe de haber. Allí es donde debe el gobierno excederse, incluso, exagerar las demostraciones de austeridad y donde temo va a fallar todo, porque nadie quiere ceder de sus privilegios jugosos.
Sé que estamos en la atmósfera del carnaval, cuya definición ya no es una puesto que se podría decir que es lo que tú quieres que sean . De pronto se trata de un período en que se suspenden casi todas las actividades oficiales y burocráticas y, sobre todo, las productivas, si es que existen. Es un periodo en que ocurre un éxodo masivo y muchas veces trágico, de gran sector de la población hacia el Oeste del país, la gran mayoría, aun cuando muchos hacia el Este, en busca de tranquilidad unos, otros de ver gente alegre, otros con otras experiencias. Lo importante es que el saldo no sea de menos uno, o más. Me repito que sé que estamos en carnaval con toda su gama de amplitud y alcance de las actividades que se realizan, incluso y laudablemente, las actividades espirituales de retiros reflexivos y de reconciliación precuaresmal, que tanta paz dejan al alma y la gran recuperación de energías espirituales que tan pronto se agotan.
Decía que es imposible agradar a todo el mundo. Esa es una empresa quijotesca y ni debe ser esa la meta de nuestro actuar. En efecto, en oratoria decía Kleutgen, en su manual de retórica, que todo orador debía tratar de conseguir tres metas que las expresaba en tres verbos latinos de la segunda conjugación: "docére, placére, movére". ¿Cuántos lo consiguen? ¿Cuánto se consigue? Asumo que es difícil conseguir los tres propósitos, pero al menos uno de ellos, el de la docencia, ya que complacer exige otros factores.
Me quería referir a la reacción del público frente a las reformas fiscales. Aludo a lo que se ha publicado e incluso, se ha hablado en los medios de comunicación visuales y escritos. Percibo que no han gustado en una buena mayoría de los editoriales que he leído, aún cuando han aparecido colaboraciones a favor. Desde que recuerdo se vienen haciendo y prometiendo reformas fiscales y siempre han sido adversadas porque son como purgantes. A veces el estado anómalo del cuerpo necesita de un purgante porque como se decía antes, estás "empachado" (indigestado) y lo necesitas, pero no te gusta. Últimamente, dada la imposible situación económica que vivimos de disparidades sociales y de contrastes ofensivos dentro de una misma comunidad en donde un grupito disfruta de todas las bondades que da el dinero abundante y la gran mayoría lucha por sobrevivir, como que existe un consenso de que hay que hacer algo. A mi juicio, se ha intentado hacer ese algo, que de por sí nunca será perfecto, pero hay que hacer algo y se ha intentado. Hay que hacer reformas, pero no existe la reforma perfecta.
No soy un experto ni entendido en los detalles, pero otrora banqueros, consejeros sociales, conferencista famosos invitados han impresionado con sus opiniones y, sobre todo, cuando después de analizar causas, efectos y proyecciones, concretan sus consejos en que el punto de partida de muchas soluciones es comenzar a meterse las manos en los bolsillos y c contribuir, y todos estamos de acuerdo en la sala de conferencias, pero cuando de alguna forma se oficializa lo que quisiéramos en teoría, entonces no nos gusta y presentamos nuestras propuestas, que al final tendrán que terminar metiéndonos la mano en el bolsillo.
Estoy de acuerdo con muchas de las objeciones y en que no hay credibilidad en la materia por experiencias dolorosas en el pasado, en que los impuestos sólo han servido para sostener una burocracia inoperante y enriquecedora de los bolsillos de los politiqueros, no de los políticos de buena fe y patriotas, que los debe de haber. Allí es donde debe el gobierno excederse, incluso, exagerar las demostraciones de austeridad y donde temo va a fallar todo, porque nadie quiere ceder de sus privilegios jugosos.
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