COVID-19: Desafío de los centros comerciales
... el comercio electrónico se convierte en un reto y oportunidad para incorporar al modelo de negocio de los centros comerciales.
... el comercio electrónico se convierte en un reto y oportunidad para incorporar al modelo de negocio de los centros comerciales.
A raíz de la pandemia de la COVID-19, los centros comerciales han sido afectados no solamente por su inactividad, sino también por formar parte un sector catalogado como riesgoso por ser foco de aglomeraciones. Foto: EFE.
El primer caso positivo de coronavirus en Panamá se reportó el 8 de marzo de 2020, pero no fue hasta el viernes 13 de marzo, cuando a través de Gaceta Oficial No. 28979-B, el Consejo de Gabinete del Gobierno de la República de Panamá, declara el Estado de Emergencia Nacional.
Esta decisión marca un antes y un después en la realidad económica, social y cultural del país, ya que no solamente se interrumpieron las operaciones normales de los comercios y entidades públicas y privadas, sino también el libre tránsito de los ciudadanos.
Es importante destacar que no fue una decisión deliberada y la misma responde a una medida global de protección, pero para efectos de este artículo, me corresponde enfocar los desafíos que como país hemos y seguiremos afrontando.
Ya que a raíz de la pandemia, no solamente el sector salud público y privado ha sido puesto a prueba, sino también otros sectores económicos como el conformado por los centros comerciales.
Durante años, los centros comerciales han sido el lugar preferido de compras y entretenimiento de la familia panameña. Siendo así que semanalmente, manejaban una agenda de eventos que sorteaba entre actividades culturales, musicales y de entretenimiento para los diferentes segmentos de familias panameñas, con el fin de atraer y fidelizar cada vez más visitantes.
Es evidente que los centros comerciales son un motor que dinamizan la economía del país y generan miles de plazas de empleos directos e indirectos, más su influencia en la dinámica de vida en las comunidades donde se establecen, y a raíz de la pandemia del COVID-19, han sido afectados no solamente por su inactividad, sino también por formar parte un sector catalogado como riesgoso por ser foco de aglomeraciones.
Otra consecuencia de la COVID-19, es el impulso del comercio electrónico, el cual ha sido un coadyuvante de las operaciones físicas. Esta nueva metodología enfrenta retos especiales de cara al consumidor, y para el vendedor el volumen de venta es mínimo respecto a la venta en la tienda física y en tiempos regulares, sin dejar de lado la proliferación de comercial electrónico informal a través de las redes sociales.
De esta forma, el comercio electrónico se convierte en un reto y oportunidad para incorporar al modelo de negocio de los centros comerciales.
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Por todo lo anterior, los centros comerciales han invertido esfuerzos para poner en primer lugar la salud de los ciudadanos panameños y como gremio han implementado medidas estrictas de bioseguridad que garantizan un área segura, controlada y confiable para todos sus colaboradores y visitantes, con el fin de reabrir sus puertas y activar la economía del sector.
Ahora, lo importante es formalmente iniciar la reapertura al comercio presencial y estar atentos a los cambios en los hábitos de consumo que manifestarán los visitantes.
Progresivamente, se deberá trabajar estratégicamente en campañas y medidas que generen la confianza necesaria para volver a ser el lugar favorito de compra y esparcimiento de la familia panameña.
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