Pueblos
Conciencia colectiva, deterioro tendencioso
- Saúl Rolando Cortez Chifundo
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...grupos dominantes emprenden la desnaturalización de la historia, a partir de su enseñanza, viciando la historiografía académica, hasta incubar el vigente y lesivo adoctrinamiento histórico o sedación intelectual.
Crear conciencia, ya sea individual o colectiva es una función social de la historia.
El siglo XVIII fue de consolidación científica para la Historia, como método de investigación.
Desde entonces, se ha constituido en un eficaz potenciador de la conciencia de los hombres y por tanto de los pueblos.
Cabe advertir, que su indudable fermento a la conciencia popular, coadyuvó a su consolidación como germen revolucionario.
Así se inician entonces, los proyectos estatales por deteriorarla y controlarla, Panamá no es la excepción.
Aquí, los sectores de poder se han beneficiado de su nobleza, pues los ideales y conciencia colectiva de los sectores populares fueron cruciales en las luchas generacionales por la reivindicación del territorio nacional.
Sin embargo, también mordieron de su amarga semilla entremezclada con la dulce pulpa.
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En consecuencia, con mucha sutileza, estos grupos dominantes emprenden la desnaturalización de la historia, a partir de su enseñanza, viciando la historiografía académica, hasta incubar el vigente y lesivo adoctrinamiento histórico o sedación intelectual.
Crear conciencia, ya sea individual o colectiva es una función social de la historia.
De ahí que se conciba como un poder al servicio de la sociedad.
Conscientes de ello, el poder político y económico se propuso subyugar semejante poder social.
"Porque eso de la historia, como dijeron en su momento la señora Thatcher y Nikita Jrushchov… es demasiado importante como para dejarlo sin vigilancia en manos de quienes se dedican a enseñar". (Fontana J. 2006, Pág. 5)
La conciencia colectiva vendría a ser las creencias compartidas y las actitudes morales, que funcionan como una fuerza unificadora de los individuos que integran una sociedad.
Una conciencia colectiva, escribió Marc Bloch (1923) está formada por "una multitud de conciencias individuales que se influyen incesantemente entre sí".
Es un poder social superior tendiente a mancomunar conciencias individuales, con un objeto de puridad reivindicatoria.
De hecho, lleva en sí el germen de la movilidad popular, cosa que contraviene a los intereses de los sectores dominantes.
Inducir una crisis a la enseñanza de la historia y a la formación científica de historiadores, tiene grado de tentativa a la conciencia colectiva.
De ahí que en Panamá, el panorama socio económico y político convulsionado que amenaza nuestros derechos sociales no encuentra conductas colectivas reivindicatorias.
La naturaleza de esta disimetría es política.
Al maniatar y controlar los grupos de poder, la historia oficial, repelen el germen de la Revolución social.
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¡Nada tiene de pasiva esta crisis!
El conjunto de valores, imágenes, pensamientos y formas de comportamiento de los sectores populares, la denominamos identidad.
Esta, según Castells (1998) se construye con "materiales de la historia… la memoria colectiva…" (pág. 29)
Por tanto, aunque estemos viviendo una era de grandes cambios, no podemos dar apertura a todo.
Hay cosas que debemos resguardar con gran celo, como nuestra historia, conciencia e identidad.
En suma, la historia es un contundente instrumento de conocimiento, un poder que fertiliza la identidad, conciencia y movilidad colectiva.
Para los grupos dominantes, no puede estar en manos de los sectores populares.
Sin historia, no habrá grano de levadura que fermente la conciencia ni la identidad del pueblo panameño.
Docente.
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