Reformas
Cambios constitucionales, educación y desarrollo nacional
- Víctor J. Alexis [email protected]
...se requiere hacer mejoras profundas en todos los niveles de la educación nacional; esto también implica modificaciones a nivel constitucional, como por ejemplo, lo concerniente al financiamiento de la educación superior...
La calidad del conocimiento y del aprendizaje está determinada, en buena medida, por la calidad de la educación, pieza fundamental para acrecentar el capital humano nacional y reducir la desigualdad. Foto: Archivo.
Entendida las instituciones como las reglas de juego en una sociedad, la constitución política representa la principal regla de juego del colectivo social; de manera que, en la medida en que las fuerzas productivas de una sociedad van logrando mayores niveles de desarrollo, ellas van demandando transformaciones en las instituciones en las que se desenvuelven, a fin de que se adecúen a nuevos requerimientos para potenciar su desarrollo.
Y, esa adecuación de las instituciones, sea un factor de estímulo para la continuidad del crecimiento y desarrollo socioeconómico; de lo contrario, si las instituciones no se van adaptando para ser fuente de estímulo al desarrollo, se convierten en factor reaccionario o de freno al desarrollo nacional.
Este último señalamiento es lo que precisamente viene ocurriendo en la sociedad panameña; existe una brecha entre la constitución política vigente, como principal institución del país, y lo que las necesidades del país están demandando de ella para potenciar el desarrollo nacional.
VEA TAMBIÉN: El juez: balanza y fiel
Así, es una necesidad los cambios constitucionales para adaptar este elemento institucional, esencial, en un factor a tono con la nueva realidad que la dinámica socioeconómica, política y ambiental del país presenta.
Hoy, estamos en presencia de un país que exige mayor transparencia y rendición de cuentas de los tres órganos del Estado, lo que implica hacer modificaciones sustanciales en esa dirección en la carta magna.
Pero además, se requiere hacer mejoras profundas en todos los niveles de la educación nacional; esto también implica modificaciones a nivel constitucional, como por ejemplo lo concerniente al financiamiento de la educación superior, en términos de establecer a nivel constitucional un porcentaje del Producto Interno Bruto destinado a ello, como ocurre en otros países.
Por lo tanto, el debate en torno a los cambios constitucionales además de interesante, resulta necesario; pues, la constitución política es un pilar fundamental para crear las condiciones institucionales que briden mayor estabilidad y seguridad jurídica al país, como elemento necesario para la atracción de inversiones que dinamicen la economía, generen empleos y potencien, en términos generales, el desarrollo nacional por los cinco años del nuevo gobierno, instalado a partir del 1 de julio el año en curso.
VEA TAMBIÉN: Constitución y poder
El presidente de la República, Laurentino Cortizo, prometió convertir la educación en la estrella de su gobierno, al mismo tiempo reducir la desigualdad, a lo que llamó vencer la sexta frontera.
Esa visión es correcta, si tomamos en cuenta que el conocimiento es el principal recurso en las economías y el aprendizaje el principal proceso y, la calidad de ambos (conocimiento y aprendizaje), está determinada, en buena medida, por la calidad de la educación, que a su vez es pieza fundamental para acrecentar el capital humano nacional y reducir la desigualdad, siendo importantes retos vinculados al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Todo esto es posible si unimos fuerzas y usamos la inteligencia colectiva para hacer los cambios profundos a la constitución política, de suerte que podamos forjar un mejor país para todos, con robustez institucional, mejor educación, crecimiento y desarrollo nacional inclusivo.
Economista y docente universitario.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.