Cambio de paradigmas en nuestras vidas
Lo que sí es seguro es que este virus nos recuerda que la salud y la agricultura sostenible para alimentarnos, son los dos renglones más importantes de nuestra naturaleza.
Lo que sí es seguro es que este virus nos recuerda que la salud y la agricultura sostenible para alimentarnos, son los dos renglones más importantes de nuestra naturaleza.
El mundo tal cual como lo conocíamos hasta hace unas semanas va sufrir cambios muy concretos en los próximos meses. El coronavirus (COVID-19) ha causado una crisis mundial sin precedentes en este nuevo siglo.
Hace miles de años los humanos comenzamos a formar simples grupos de cazadores y colectores de semillas, frutas y raíces y terminamos construyendo una compleja civilización con una estructura global compuesta de diversos países, que en su momento según sus intereses se habían orientado a especializarse en la producción de bienes o productos específicos para cubrir la oferta y demanda a nivel global; lo que conllevo a un consumismo desmedido global que causó graves daños al medio ambiente, donde lo imperante solo era el tema económico, dejando a un lado lo humano para planos posteriores.
La globalización a la que llegamos dio como resultado muchos aspectos positivos tales como el desarrollo del internet a nivel global; el conocimiento de la riqueza de otras culturas; el desarrollo de fuertes conexiones entre los países a través de aeropuertos y puertos para fortalecer la industria del turismo y comercio a nivel global de la cual se beneficiaron muchos países que anhelaban obtener beneficios de millones de empleos para sus ciudadanos; el desarrollo de aparatos tecnológicos a precios accesibles a nivel global tales como computadores, celulares entre otros disponibles para todos.
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Pero a la vez, creo una serie de problemas globales, como la destrucción desmedida del medio ambiente incluyendo bosques, poblaciones de animales salvajes, ríos y mares, sumando a ello los desechos de las industrias que igualmente incrementaron las emisiones de dióxido de carbono que han contribuido a un calentamiento global.
Pero quizás lo más importante, la condición humana la pasamos a un segundo y tercer plano, porque durante los últimos 30 años nos concentramos en hacer riquezas materiales y darle un punto primordial a la economía por encima de la naturaleza humana. Ahora todo esto se ha detenido, al menos momentáneamente por una pandemia.
Nuestra realidad hoy es otra, un elemento de la naturaleza, un virus del cual se han entablado un sinnúmero de teorías sobre su origen, ha venido a recordarnos que como humanos somos vulnerables, todos somos iguales independientemente de nuestra nacionalidad, raza, religión, sexo o ideas políticas.
Aunque la mayoría de las personas infectadas lograran recuperarse, es probable que el virus afecte mortalmente un bajo porcentaje de la población mundial, personas amadas por sus familiares; sobre todo en alto riesgo como los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, cuyos números de afectados se incrementarían de no lograr concretar las medidas de salud de contingencia que se tratan de implementar a nivel mundial, al posible desarrollo en un corto período de una vacuna o encontrar en todo caso un tratamiento eficiente validado científicamente en el lapso de los próximos meses.
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Lo que sí es seguro es que este virus nos recuerda que la salud y la agricultura sostenible para alimentarnos, son los dos renglones más importantes de nuestra naturaleza como humanos dentro del reino animal, tan vulnerables como el resto de los seres vivos de este planeta, porque necesitamos tener un buen estado de salud y alimentarnos como mínimo para poder continuar con vida.
Por supuesto la educación, la economía, la ciencia, la vivienda, la religión y otros elementos de nuestra civilización son importantes, pero solo si los dos primeros están bien establecidos; por tanto, para el futuro necesitamos fortalecer un sistema de salud pública de calidad y sistemas de producción agropecuaria sostenibles concordes con nuestras necesidades reales sin causar daños desmedidos al medio ambiente.
Quizás llego el momento de pasar la página en la historia de los paradigmas orientados a la economía de mercado que por el momento se han desplomado como baraja de cartas al viento y pasar al paradigma que le da importancia a los seres humanos.
Ingeniero agrónomo.
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