Así se honra a la Patria
Publicado 2004/11/06 00:00:00
- Ginela C. Escala/CrÃtica
Somos conscientes de que el sistema educativo panameño requiere de cambios profundos que den respuestas a las necesidades del pueblo...
El gobierno de la Patria Nueva comprende que ofrecer al país una educación rica en valores e inspirada en los verdaderos problemas de la nación, es la mejor forma de honrar a este bello suelo que está celebrando su separación de la hermana República de Colombia.
El presupuesto de la nación debe dedicar una partida al Ministerio de Educación a tono con los graves problemas que vienen efectuando el normal desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje en todas las escuelas del país, porque sobre el soporte de la educación descansa el futuro de Panamá, y ya es tiempo que ese renglón de la vida republicana reciba la atención e importancia que merece.
En los últimos tiempos, la enseñanza que se imparte en los niveles primarios y medios ha sido cuestionada por no responder, como debiera, a la realidad nacional; el conocimiento que se ofrece no genera los cambios de actitud en los estudiantes y no les permite adaptarse mejor al medio en que viven, ni participar activa y positivamente en el desarrollo de la nación. Es una enseñanza desligada de los verdaderos problemas de un país que necesita cambios sustanciales.
Ya es tiempo que maestros y profesores hagan una autoevaluación de la labor educativa que imparten; de la deficiencia de los métodos y recursos que utilizan para el desarrollo de la enseñanza, porque la realidad nacional así lo exige.
Día tras día, los fracasos aumentan en el nivel primario y medio y, como consecuencia, en la universidad se está señalando una deficiente formación en los alumnos que ingresan a ella.
El grado de responsabilidad de los educadores debe ser cada día más eficaz, al igual que su capacitación y formación profesional, porque ello determina el mejoramiento de la enseñanza en las escuelas y colegios de la República.
Es con frecuencia que los padres de familia, sobre todo, los del medio rural, cuestionan a muchos educadores, porque se ausentan de sus comunidades irresponsablemente, abandonando el trabajo de orientación educativa que tienen en sus manos a fin de contribuir al progreso de sectores panameños más necesitados.
El educador se olvida que la escuela es el centro de la comunidad y como tal, debe despertarse en ella inquietudes para que esté en condiciones de utilizar, convenientemente, los tantos recursos humanos, naturales e institucionales que posee y que pueden ser aprovechados constructivamente.
Somos conscientes de que el sistema educativo panameño requiere de cambios profundos que den respuestas a las necesidades del pueblo; de que la educación desde la escuela primaria hasta la universidad, debe orientarse hacia la formación del nuevo panameño para que esté en capacidad de aportar las mejores soluciones a los tantos y graves problemas que vive la República; comprendemos que no es posible continuar improvisando en materia educativa y que son los mejores los que deben estar al frente de las responsabilidades más importantes de ese ministerio.
Somos conscientes de que vivimos en una sociedad golpeada por antivalores que ha llevado a la familia a su desintegración, a la delincuencia, a la droga, a la violencia, a la corrupción etc. Y la escuela, en todos sus niveles, está comprometida con esa realidad y tiene que trabajar, estrechamente, con todas las instituciones y la comunidad nacional para hacer de la educación panameña el instrumento más eficaz para conseguir el grado de bienestar y desarrollo que aspiran las grandes mayorías nacionales.
El presidente de la Asociación de La Chorrera señaló que luego de las festividades seguirán exigiendo respeto para esta fecha.
Adelantó que diversas agrupaciones de santeños desde Darién hasta Chiriquí unirán fuerzas para que se reconozca el valor del 10 de noviembre. En Panamá existen unas 12 Asociaciones Cívica de Santeños.
Este año no ha sido un caso especial, la celebración del 10 de noviembre siempre ha estado rodeada de polémica.
En primer lugar, la existencia de su gestora, Rufina Alfaro que con 22 años habría ideado la estrategia que consistía en parte, en obtener información sobre los españoles a través del jefe del Cuartel.
Se relata que aún cuando sintiera real simpatía por éste, el amor a su pueblo fue mayor, hasta encabezar una muchedumbre que con el grito "¡Viva la libertad!" se tomó la fortaleza militar y dio el primer grito de independencia al amanecer del 10 de noviembre de 1821.
En 1999 otra santeña, la ex presidenta Mireya Moscoso, eliminó los días puente tras una promesa electoral hecha a sus coterráneos, para favorecer la celebración de la fecha.
El tema se discutió en la Asamblea Legislativa para 2001 sin que se pudiese aplicar el "puente".
Fiel a la tradición, en 2002, Moscoso depositó una ofrenda floral en honor a Alfaro, al conmemorarse la gesta.
El presupuesto de la nación debe dedicar una partida al Ministerio de Educación a tono con los graves problemas que vienen efectuando el normal desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje en todas las escuelas del país, porque sobre el soporte de la educación descansa el futuro de Panamá, y ya es tiempo que ese renglón de la vida republicana reciba la atención e importancia que merece.
En los últimos tiempos, la enseñanza que se imparte en los niveles primarios y medios ha sido cuestionada por no responder, como debiera, a la realidad nacional; el conocimiento que se ofrece no genera los cambios de actitud en los estudiantes y no les permite adaptarse mejor al medio en que viven, ni participar activa y positivamente en el desarrollo de la nación. Es una enseñanza desligada de los verdaderos problemas de un país que necesita cambios sustanciales.
Ya es tiempo que maestros y profesores hagan una autoevaluación de la labor educativa que imparten; de la deficiencia de los métodos y recursos que utilizan para el desarrollo de la enseñanza, porque la realidad nacional así lo exige.
Día tras día, los fracasos aumentan en el nivel primario y medio y, como consecuencia, en la universidad se está señalando una deficiente formación en los alumnos que ingresan a ella.
El grado de responsabilidad de los educadores debe ser cada día más eficaz, al igual que su capacitación y formación profesional, porque ello determina el mejoramiento de la enseñanza en las escuelas y colegios de la República.
Es con frecuencia que los padres de familia, sobre todo, los del medio rural, cuestionan a muchos educadores, porque se ausentan de sus comunidades irresponsablemente, abandonando el trabajo de orientación educativa que tienen en sus manos a fin de contribuir al progreso de sectores panameños más necesitados.
El educador se olvida que la escuela es el centro de la comunidad y como tal, debe despertarse en ella inquietudes para que esté en condiciones de utilizar, convenientemente, los tantos recursos humanos, naturales e institucionales que posee y que pueden ser aprovechados constructivamente.
Somos conscientes de que el sistema educativo panameño requiere de cambios profundos que den respuestas a las necesidades del pueblo; de que la educación desde la escuela primaria hasta la universidad, debe orientarse hacia la formación del nuevo panameño para que esté en capacidad de aportar las mejores soluciones a los tantos y graves problemas que vive la República; comprendemos que no es posible continuar improvisando en materia educativa y que son los mejores los que deben estar al frente de las responsabilidades más importantes de ese ministerio.
Somos conscientes de que vivimos en una sociedad golpeada por antivalores que ha llevado a la familia a su desintegración, a la delincuencia, a la droga, a la violencia, a la corrupción etc. Y la escuela, en todos sus niveles, está comprometida con esa realidad y tiene que trabajar, estrechamente, con todas las instituciones y la comunidad nacional para hacer de la educación panameña el instrumento más eficaz para conseguir el grado de bienestar y desarrollo que aspiran las grandes mayorías nacionales.
El presidente de la Asociación de La Chorrera señaló que luego de las festividades seguirán exigiendo respeto para esta fecha.
Adelantó que diversas agrupaciones de santeños desde Darién hasta Chiriquí unirán fuerzas para que se reconozca el valor del 10 de noviembre. En Panamá existen unas 12 Asociaciones Cívica de Santeños.
Este año no ha sido un caso especial, la celebración del 10 de noviembre siempre ha estado rodeada de polémica.
En primer lugar, la existencia de su gestora, Rufina Alfaro que con 22 años habría ideado la estrategia que consistía en parte, en obtener información sobre los españoles a través del jefe del Cuartel.
Se relata que aún cuando sintiera real simpatía por éste, el amor a su pueblo fue mayor, hasta encabezar una muchedumbre que con el grito "¡Viva la libertad!" se tomó la fortaleza militar y dio el primer grito de independencia al amanecer del 10 de noviembre de 1821.
En 1999 otra santeña, la ex presidenta Mireya Moscoso, eliminó los días puente tras una promesa electoral hecha a sus coterráneos, para favorecer la celebración de la fecha.
El tema se discutió en la Asamblea Legislativa para 2001 sin que se pudiese aplicar el "puente".
Fiel a la tradición, en 2002, Moscoso depositó una ofrenda floral en honor a Alfaro, al conmemorarse la gesta.
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