El arte de la manipulación en su esplendor
No todo se debe a la COVID-19; tenemos que preguntarnos, ¿qué se ha hecho y se sigue haciendo mal? El rectificar y la autocrítica son necesarias. El argumento según el cual, el mal de otro es nuestro consuelo, no es positivo; tiende a descender al punto de la justificación.
- Ramiro Guerra Morales
- /
- - Publicado: 31/3/2021 - 12:00 am
Lo mediático, estructurado en las redes y cuanto medio de comunicación exista, no juega a la improvisación. Usan el poder y su principal ardit, el diversionismo (acción de "apartar, desviar, alejar). Entretener, recrear. Llamar la atención del enemigo a varias partes para dividir sus fuerzas y hasta los que dicen ostentar claridad, en ello intelectuales, quedan atrapados y aplaudiendo lo que precisamente enajena y divide al pueblo y endiosan un aberrante sentimiento de lo individual y un capillismo ("el modo de pensar que las personas adoptan cuando la búsqueda de la coincidencia se hace tan dominante, en un pequeño grupo cohesionado, que tienden a descartar consideraciones realistas para otras líneas alternativas de acción") elevado a seudocultura.
No tengo la menor duda que hay un centro de dirección que desarrolla, con eficacia y eficiencia, la ideología del no pensar críticamente y tomar como verdad lo que, desde esas alturas, baja como línea de control y manipulación de conciencias.
En ese escenario de perversidad, una minoría se faja para abrir horizontes claros de visibilidad, de tal suerte que el pueblo no se pierda en el bosque por estar mirando juegos de luces de fuegos artificiales, al igual que espectáculos de pan y circo, muy lejos de la horrenda realidad que vive el pueblo.
Se celebra, con halo de victoria, la política asistencialista, a sabiendas que no saca a nadie de la pobreza y miseria. Todo lo contrario, mantiene el deplorable círculo de la pobreza. Claro que por un estado de necesidad, el pueblo lo acepta, a sabiendas que ese acto de ayuda, de donación o "toalla", en nada dignifica.
Pero volvamos al inicio; nada se dice sobre la deuda externa; que se destinan por cada dolar 70 centavos para pagar capital e intereses; no se tiene claridad, la estrategia económica para generar empleos; cómo enfrentar los procesos de especulación básicos de insumos de salud, entre ellos medicamentos; los pésimos servicios de salud en el sector público; el combustible por las nubes.
Admiro al pueblo panameño; tiene una capacidad de resistencia increíble; aguanta rejo parejo por todos lados. No hay transparencia; ¿cuál es la política de ahorro que se dice que se viene implementando y a cuánto asciende el ahorro?
Más de mil millones gastados en bolsas y bonos. Hubiera tenido mayor sentido su uso productivo. ¿Cómo? Sugerí desde el inicio de la pandemia que se debía implementar un plan de urgencia laboral; reparación y pintura de escuelas, reparación de calles comunitarias, limpieza de calles y avenidas, siembra alimenticia comunitaria y huertos escolares: los ejemplos son muchos. De esa manera se hubiera podido garantizar un ingreso de $300.
No escucharon y optaron por un asistencialismo. De qué paz social se habla y escribe, cuando el asistencialismo no resuelve el problema del hambre. Solo pensar que un trabajador suspendido, su ingreso estaba por el mínimo legal, es decir $500 hacia arriba.
VEA TAMBIÉN: Historia del béisbol en la Zona del Canal de Panamá
Un psicólogo amigo me explicaba lo terrible es que un individuo se crea su realidad virtual, muy lejos de lo que ocurre en la realidad socialmente. Acotaba, ese síndrome también ocurre por los lados del poder.
No soy enemigo del gobierno, pero sí crítico. Lo escribí y me ratifico, el enfoque estratégico de manejo de la economía en tiempos de pandemia, ha sido errático. Eso lo expliqué basado en la teoría clásica relativa al proceso de surgimiento del capitalismo. No es nada personal, creo que el talón de Aquíles del Sr. presidente, está en su equipo económico que no se da cuenta que siguen con el librito viejo de que el capital y el mercado lo es todo. Que en economía todo se reduce a enfoques neoliberales y de la mano invisible. Creo que el presidente está tarde; tiene que haber un relevo en su equipo, sobre todo el económico.
Lo anterior nos lleva a otro escenario del análisis que concierne a la relación economía-Estado. Las limitaciones de un Estado que sea realmente democrático social, viene hasta cierto grado determinado por esos enfoques de la economía arriba señalado.
Esto lo escribo animado por un real sentido de patria, de proponer y construir el país solidario y de equidad al cual aspiramos la mayoría de los panameños. No se puede dirigir y administrar un país, con viejos paradigmas de la teoría clásica liberal y neoliberal; eso lo dice la CEPAL y la OIT. Hasta el FMI, por lo menos en papel, aparenta seguir esa línea. (Aunque lo dudo)..
No todo se debe a la COVID-19; tenemos que preguntarnos, ¿qué se ha hecho y se sigue haciendo mal? El rectificar y la autocrítica son necesarias. El argumento según el cual, el mal de otro es nuestro consuelo, no es positivo; tiende a descender al punto de la justificación.
Trabajé con Martín Torrijos, muchos errores, pero dio pasos en dirección al concepto de democracia participativa. Su concepto de la Red de Oportunidades, enseñarle al destinatario de la ayuda, dotándolo de capacidad para reproducir su existencia por sus propios medios y recursos.
VEA TAMBIÉN: Gobernanza institucional de la Caja de Seguro Social
Desafortunamente dejaron morir tal filosofía, igual que el concepto de los huertos comunales y los comités de salud. Lectores y amigos, este libro solo expone algunas páginas del calvario por el que estamos pasando la mayoría de los panameños. En algún momento veremos la claridad de la luz.
Abogado y cientista político.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.