Fallas
Aprender y enseñar
- Elda Maúd De León
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La escuela falla en el acercamiento a los infantes y también a los jóvenes universitarios, debido a que parte de que todos pueden aprender las mismas materias del mismo modo, a igual velocidad, y que hay una manera universal para evaluar el aprendizaje.
![Aprender a hablar es natural, leer y escribir son procesos simbólicos que además de la inteligencia incluyen la visión, oído, y motricidad, por tanto es necesario dar más tiempo y utilizar más técnicas que motiven y faciliten su adquisición. Foto: Archivo.](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/imagenes/2019/10/18/estudiantes_lectura_escritura_0.jpg)
Aprender a hablar es natural, leer y escribir son procesos simbólicos que además de la inteligencia incluyen la visión, oído, y motricidad, por tanto es necesario dar más tiempo y utilizar más técnicas que motiven y faciliten su adquisición. Foto: Archivo.
El sabio norteamericano Noam Chomsky creó la teoría de la Gramática Universal que explica por qué todos los niños aprenden a hablar alrededor de los dos años, prácticamente solos.
También disfrutan contar y participar en juegos de mesa que requieren números.
Desafortunadamente, este aprendizaje natural o intuitivo que se hace en el entorno del hogar parece ser de una naturaleza distinta al escolar.
La escuela falla en el acercamiento a los infantes y también a los jóvenes universitarios, debido a que parte de que todos pueden aprender las mismas materias del mismo modo, a igual velocidad, y que hay una manera universal para evaluar el aprendizaje.
Otra falla es la preponderancia de la memorización sobre la comprensión –la cual es fundamental para el aprendizaje de todas las disciplinas- negando el antiguo presupuesto de las diferencias individuales.
Lo que sí es imprescindible es llegar al estudiante por diversas vías, pues cada uno tiene diferentes habilidades, gustos y capacidades para aprender.
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El objetivo de la escuela debe ser lograr el mayor grado de comprensión en todas las disciplinas.
En la búsqueda de medios para lograr el aprendizaje, los docentes han practicado una serie de técnicas didácticas, pero no hay duda, de que el currículo de preescolar es el que recoge mejor la enseñanza en la etapa sensorio-motriz del desarrollo en que se encuentran los párvulos: dibujo libre, pintar, trabajar con masilla, recortar, rasgar, cantar, contar cuentos, recitar, danzar, comer, hacer teatro, dormir, jugar.
Aprender a hablar es natural, leer y escribir son procesos simbólicos que además de la inteligencia incluyen la visión, oído, y motricidad, por tanto es necesario dar más tiempo y utilizar más técnicas que motiven y faciliten su adquisición.
Algo parecido sucede con los números y la habilidad de contar, así como con la suma, resta, multiplicación y división.
Los problemas comienzan a los 6-7 años cuando asumimos que todos los niños están capacitados para pasar del entorno hogareño al ambiente escolar, el cual pone el énfasis en los aprendizajes simbólicos como la lingüística -lectura y escritura- y los lógico-cuantitativos -aritmética-, dejando a un lado las habilidades musicales, artísticas, mecánicas, etc que desarrollaron en el preescolar.
El período 7-10 años debe aprovecharse para relacionarse con la naturaleza y la comunidad: visitas a los museos, tiendas, jugueterías, zoológicos, fábricas, huertos, clínicas, porque de ellos pueden surgir los dibujos, resúmenes, poesías, construcciones con bloques que evocan la experiencia, y permiten al docente relacionar muchas enseñanzas facilitando a los niños dominar el temario escolar, que generalmente choca con los intereses infantiles.
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A partir de 10-11 años podrían enfatizarse las actividades relacionadas con la comprensión expresada mediante el lenguaje escrito, en murales explicativos, el periódico escolar, el portafolio y las representaciones teatrales.
A los 13-14 años, un aporte de la comunidad sería acoger aprendices, así como también que los padres ofrezcan conferencias, para que los jóvenes conozcan los muchos tipos de trabajo y maduren emocionalmente.
Estas actividades los motivan mucho más y los preparan para el posterior aprendizaje mediante proyectos, que ha demostrado ser de las mejores técnicas didácticas para aprender a trabajar en equipo, apreciar la creatividad e imaginación, el respeto al "otro" y la solidaridad, valores que en la convivencia y en el lenguaje desarrollaron nuestra humanidad.
Es cierto que no hay facilidades, que nuestras escuelas no se parecen a las de los países desarrollados, los salones son muy pequeños, sin mesas de trabajo, ni materiales y equipos y no en todas partes hay atención especial para estudiantes, pero podrían lograrse aportes comunitarios, empresariales y personales y, por último, enlistarlos para continuar la lucha por un mejor presupuesto para la educación, e incluir temas como que se les dote con un bus escolar o dinero para excursiones.
Doctora en Educación y Mediación Pedagógica.
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