Ameglio: ¿crónica de un desahucio político?
Publicado 2004/02/06 00:00:00
- Javier Ortega
Con su acostumbrado tono arrogante y desafiante hacia el Partido Arnulfista y hacia la Presidenta Moscoso, el 3 de diciembre de 2003, Marco Ameglio rechazaba la posibilidad de ser postulado a la Alcaldía de Panamá por ese colectivo político y denunciaba que: "con uno han jugado bastante y creo que ha habido mucha deshonestidad, falta de palabra y juego sucio al cual yo me he tenido que enfrentar últimamente; uno no enfrenta un buen candidato improvisado e imponiendo figuras".
Después de estas duras palabras y para sorpresa de muchos, el 15 de diciembre del mismo año, Ameglio se presenta al Tribunal Electoral aceptando las postulaciones que poco antes había rechazado. Para los entendidos, esto constituía el premio consuelo que se le entregaba después de su fallido intento a la candidatura presidencial en la convención arnulfista.
¿Qué impulsó al veterano legislador a esta difícil contienda? No lo sabemos, pero resulta obvio que el escenario político para Ameglio no es el más alentador para enfrentar al actual alcalde, a quien todas las encuestas lo sitúan en muy buena posición, tanto en la intención de votos como en su gestión administrativa.
El principal escollo que enfrenta el retador es que únicamente podrá ser postulado por el Partido Arnulfista y no por los otros dos partidos de la alianza de gobierno. Sobre esto el Código Electoral es literalmente explícito en su artículo 209 en donde se señala: "Las personas que hayan competido para ser postuladas por un partido político a un cargo de elección popular, mediante cualquiera de las formas de postulación y no logren la postulación no podrán ser postulados por otro partido en el mismo proceso electoral para ningún cargo de elección popular, mediante cualquiera de las formas de postulación por otro partido en el mismo proceso electoral para ningún cargo de elección popular".
Por otra parte, el artículo 9 del Código Civil dispone: "Cuando el sentido de la ley es claro no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu".
Ante la contundencia de estas disposiciones legales, Ameglio no puede pretender que el Tribunal Electoral le haga concesiones de ninguna clase, ya que resulta claro que el que pierde una elección interna no puede ser postulado por ningún otro partido político.
Pero los problemas de Ameglio con la Alianza no termina en lo legal. Parece ser que el o la arnulfista que cerró el arreglo, se le olvidó informarle que había compromisos previos con los aliados sobre el tema de las suplencias, acuerdo éste que fue violado cuando Ameglio propone a Nodier Miranda y a Roberto Durán para esos cargos, generando resentimiento y rechazo dentro de las filas del MOLIRENA y de los liberales. Esto no sólo constituyó un error político, sino que, además, puso en evidencia que Ameglio, a pesar de su vasta experiencia política, no ha logrado entender que la popularidad de los deportistas o de los artistas no se convierte automáticamente en activo político, aun cuando se trate de glorias nacionales.
Sin embargo, los líos de Ameglio no acaban en la Alianza, en el propio Partido Arnulfista tiene un alto nivel de rechazo por la actitud contestaria y arrogante con la que enfrentó a la Presidenta Moscoso y al actual candidato Alemán durante el proceso de escogencia de la candidatura presidencial del arnulfismo.
Otro aspecto negativo de su campaña es que Ameglio pretende presentar sus 20 años de Legislador como un extraordinario logro político, cuando la verdad es que el desprestigio de ese Organo del Estado, su ausentismo crónico de las sesiones y su imperceptible y casi invisible trayectoria legislativa sin aportes tangibles, constituyen más bien una carga política que le resta autoridad para criticar a personas o instituciones.
En realidad, Ameglio parece estar muy solo en esta aventura, salvo por los generosos apoyos y aportes que tradicionalmente y con mucho sacrificio recibe de su familia. En medio de estas circunstancias, agravadas por los errores y la ingenuidad, parece muy difícil que pueda ganar las elecciones para la Alcaldía de Panamá, lo que visto en perspectiva significaría que se quedará por fuera de la lucha que se dará por el control del Partido Arnulfista después de las elecciones, y para colmo, deberá agradecer a quienes le tendieron la trampa de la postulación alcaldicia. Cosas de la política.
Después de estas duras palabras y para sorpresa de muchos, el 15 de diciembre del mismo año, Ameglio se presenta al Tribunal Electoral aceptando las postulaciones que poco antes había rechazado. Para los entendidos, esto constituía el premio consuelo que se le entregaba después de su fallido intento a la candidatura presidencial en la convención arnulfista.
¿Qué impulsó al veterano legislador a esta difícil contienda? No lo sabemos, pero resulta obvio que el escenario político para Ameglio no es el más alentador para enfrentar al actual alcalde, a quien todas las encuestas lo sitúan en muy buena posición, tanto en la intención de votos como en su gestión administrativa.
El principal escollo que enfrenta el retador es que únicamente podrá ser postulado por el Partido Arnulfista y no por los otros dos partidos de la alianza de gobierno. Sobre esto el Código Electoral es literalmente explícito en su artículo 209 en donde se señala: "Las personas que hayan competido para ser postuladas por un partido político a un cargo de elección popular, mediante cualquiera de las formas de postulación y no logren la postulación no podrán ser postulados por otro partido en el mismo proceso electoral para ningún cargo de elección popular, mediante cualquiera de las formas de postulación por otro partido en el mismo proceso electoral para ningún cargo de elección popular".
Por otra parte, el artículo 9 del Código Civil dispone: "Cuando el sentido de la ley es claro no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu".
Ante la contundencia de estas disposiciones legales, Ameglio no puede pretender que el Tribunal Electoral le haga concesiones de ninguna clase, ya que resulta claro que el que pierde una elección interna no puede ser postulado por ningún otro partido político.
Pero los problemas de Ameglio con la Alianza no termina en lo legal. Parece ser que el o la arnulfista que cerró el arreglo, se le olvidó informarle que había compromisos previos con los aliados sobre el tema de las suplencias, acuerdo éste que fue violado cuando Ameglio propone a Nodier Miranda y a Roberto Durán para esos cargos, generando resentimiento y rechazo dentro de las filas del MOLIRENA y de los liberales. Esto no sólo constituyó un error político, sino que, además, puso en evidencia que Ameglio, a pesar de su vasta experiencia política, no ha logrado entender que la popularidad de los deportistas o de los artistas no se convierte automáticamente en activo político, aun cuando se trate de glorias nacionales.
Sin embargo, los líos de Ameglio no acaban en la Alianza, en el propio Partido Arnulfista tiene un alto nivel de rechazo por la actitud contestaria y arrogante con la que enfrentó a la Presidenta Moscoso y al actual candidato Alemán durante el proceso de escogencia de la candidatura presidencial del arnulfismo.
Otro aspecto negativo de su campaña es que Ameglio pretende presentar sus 20 años de Legislador como un extraordinario logro político, cuando la verdad es que el desprestigio de ese Organo del Estado, su ausentismo crónico de las sesiones y su imperceptible y casi invisible trayectoria legislativa sin aportes tangibles, constituyen más bien una carga política que le resta autoridad para criticar a personas o instituciones.
En realidad, Ameglio parece estar muy solo en esta aventura, salvo por los generosos apoyos y aportes que tradicionalmente y con mucho sacrificio recibe de su familia. En medio de estas circunstancias, agravadas por los errores y la ingenuidad, parece muy difícil que pueda ganar las elecciones para la Alcaldía de Panamá, lo que visto en perspectiva significaría que se quedará por fuera de la lucha que se dará por el control del Partido Arnulfista después de las elecciones, y para colmo, deberá agradecer a quienes le tendieron la trampa de la postulación alcaldicia. Cosas de la política.
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