Rusia intenta obtener diamantes en África
Mercenarios rusos se han diseminado por toda la Nación para entrenar a soldados locales De hecho, un ex espía ruso ha sido instalado por el presidente centroafricano como su principal asesor de seguridad.
- Dionne Searcey
- - Publicado: 12/10/2019 - 03:00 pm
BANGUI, República Centroafricana — El comerciante abrió una cortina rosa brillante y vertió el contenido de dos sobres blancos sobre su escritorio: más de 100 diamantes relucientes.
Algunas gemas son vendidas legalmente, explicó. Pero muchas son traficadas por rebeldes que luchan por el control de las minas, exacerbando un levantamiento de seis años que ha cobrado miles de vidas y desplazado a más de un millón de personas en la República Centroafricana.
Ahora, con la esperanza de arrebatar el control sobre el comercio de diamantes y levantar nuevamente al país, el Gobierno ha recurrido a un socio nuevo, Rusia, en lo que algunos legisladores temen sea un trato peligroso que cambia una amenaza por otra.
Mercenarios rusos se han diseminado por toda la Nación para entrenar a soldados locales. Un ex espía ruso ha sido instalado por el presidente centroafricano como su principal asesor de seguridad. Los rusos trasladaron a jefes militares a pláticas de paz con el Gobierno, ayudando a llegar a un acuerdo con más de una docena de grupos armados para detener el combate.
Y la figura principal detrás del involucramiento ruso, de acuerdo con funcionarios locales y occidentales, es Yevgeny V. Prigozhin, un allegado del presidente Vladimir V. Putin que el año pasado fue acusado formalmente en EU de ayudar a financiar una “guerra de información” y perturbar las elecciones estadounidenses del 2016. Además tiene nexos con compañías de minería, seguridad y logística que han sido establecidas en el país.
El Gobierno centroafricano ha acogido a los rusos, apostando a que la estabilidad le permitirá vender más diamantes legalmente y usar el dinero para reconstruir al país.
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Sin embargo, la ayuda rusa conlleva un costo. Sus representantes han hecho tratos con el Gobierno para extraer diamantes donde el comercio es legal.
Agentes rusos también se han asociado con rebeldes para obtener diamantes en áreas donde está prohibido el comercio, sacando provecho de la anarquía por la que han sido traídos para ponerle fin, de acuerdo con miembros del Gobierno centroafricano. Algunos mercenarios que entrenan a las tropas del País han sido acusados de abusos a los derechos humanos, lo que alarma a los legisladores.
En Europa y Estados Unidos, Rusia ha echado mano de hackeos, desinformación y otras estrategias para tratar de penetrar y desestabilizar democracias occidentales. Pero en la República Centroafricana, parece tener un objetivo distinto: reafirmar su importancia global y cosechar las recompensas económicas, dicen analistas.
Varios países al sur del Sahara le han pedido a Rusia ayuda con la seguridad. En mayo, Rusia anunció que enviaría especialistas militares a la República Democrática del Congo. En Guinea, un ex embajador ruso que elogió al presidente del país acaba de ser nombrado director de una importante compañía rusa de aluminio que opera allí.
“Están acumulando amigos y aliados, y están hallando entornos permisivos para vender sus mercancías y obtener oportunidades comerciales”, aseveró Judd Devermont, director del Programa África en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales.
La República Centroafricana rebosa de diamantes. Son encontrados en el fondo de hoyos cavados por hombres que perciben 3 dólares diarios. Yacen en el suelo afuera de un campamento en ruinas donde rebeldes que peleaban por las joyas le dispararon en el rostro a una niña de 14 años.
En el 2013, el Proceso Kimberly, el esfuerzo internacional para impedir que grupos armados lucren con el comercio de diamantes, denominó a las piedras centroafricanas “diamantes de sangre” y prohibió todas las ventas procedentes del país.
Hace unos tres años, funcionarios del Proceso Kimberley aprobaron la exportación de diamantes de minas en algunas zonas al oeste de la capital, satisfechos porque el Gobierno había tomado el control allí.
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Ansioso por recuperar un mayor número de las minas del país y acabar con el próspero comercio ilegal de diamantes, el Gobierno centroafricano recurrió a Rusia en busca de ayuda.
En octubre del 2017, Lobaye Invest, una compañía minera, fue registrada en Bangui, seguida por una compañía de seguridad llamada Sewa Security Services, de acuerdo con los datos de registros. Ambas están asociadas con Prigozhin, señalan funcionarios.
La ONU otorgó a Rusia una exención a un embargo armamentista que estaba vigente, y en enero del 2018, el Gobierno ruso envió a cinco entrenadores militares y 170 capacitadores civiles a Bangui.
Algunos empleados de Sewa se incorporaron a la guardia presidencial, y tras una ronda de violencia por parte de grupos rebeldes en el 2018, Valeriy Zakharov, ex funcionario ruso de inteligencia, fue nombrado el más alto asesor de seguridad del presidente, Faustin-Archange Touadéra.
Poco después, el Mandatario pidió docenas más de mercenarios rusos, quienes se esparcieron en centros de entrenamiento por todo el país.
Lobaye inició labores en minas de diamantes en la pequeña franja del país de donde las gemas pueden ser exportadas legalmente, dijeron autoridades gubernamentales.
Alrededor de esa época, la compañía pagó para trasladar a jefes militares a pláticas de paz en Sudán entre grupos armados centroafricanos. Prigozhin también asistió a las reuniones, reveló un jefe militar que estuvo presente.
En febrero, más de una docena de grupos armados firmaron un acuerdo de paz con el Gobierno centroafricano. El pacto, apoyado por Naciones Unidas, coloca a jefes militares acusados de crímenes en puestos a nivel Gabinete.
Funcionarios de EU ahora estiman que el número de mercenarios rusos supera los 400. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se negó a informar cuántos contratistas rusos fueron desplegados en la República Centroafricana, pero enfatizó que habían sido enviados como instructores con el consentimiento de la ONU.
Sin embargo, algunas operaciones mineras de Rusia han sido detectadas en áreas donde las joyas son consideradas diamantes de sangre, afirmaron diplomáticos, funcionarios locales y dos jefes militares cuyos grupos operan allí. Las zonas ofrecen las gemas más abundantes y de mejor calidad, afirmaron autoridades gubernamentales.
Un ex funcionario dijo que los mercenarios rusos habían volado aviones privados cerca de un sitio donde entrenaban a soldados locales y los cargaron de diamantes. Contratistas rusos también están cavando para extraer diamantes cerca de la frontera con Sudán, apuntaron funcionarios locales y algunos jefes militares.
Tres periodistas rusos que investigaban los vínculos de Prigozhin con la minería de diamantes y oro fueron asesinados el año pasado en una mina de donde se extraen esos diamantes de sangre, cerca de la ciudad de Bambari.
La lucha entre grupos rebeldes cerca de Bambari ha forzado a los agricultores allí a marcharse a campamentos en ruinas. Touadéra trató de visitar Bambari este año, pese a las advertencias. Algunos miembros de Gabinete y sus contingentes de seguridad fueron ahuyentados a disparos.
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El día siguiente, el Ejército centroafricano y los mercenarios rusos que lo entrenaban realizaron arrestos masivos, capturando a docenas de musulmanes que supuestamente eran parte del combate, señalaron residentes y un funcionario de la ONU.
El dueño de una tienda local dijo que fue levantado por soldados locales. Reveló que durante cuatro días, fue amarrado, golpeado y cortado una y otra vez por más de una docena de rusos vestidos de civiles.
Cuando se rehusó a confesar que era un rebelde, uno de los rusos le cercenó un dedo, narró.
La ONU advirtió al Gobierno centroafricano sobre alegatos de “detención y tortura” a manos de “individuos de nacionalidad rusa” y compartió con autoridades gubernamentales documentos que sustentaban dichos alegatos.
El Ministro del Exterior de Rusia tachó de falsas las aseveraciones.
Por ahora, el acuerdo de paz que los rusos ayudaron a negociar parece que se está manteniendo en gran medida. Pero muchas víctimas de las atrocidades se preguntan si verán justicia, especialmente ahora que los jefes militares están en el Gobierno y que combatientes rebeldes son incorporados al Ejército.
“Es como si la muerte se hubiera vuelto común aquí”, expresó Pasquale Serra, un artista de Bangui que se unió a una ceremonia en la que las familias colocan ladrillos en un círculo que representa a los seres queridos que han perdido.
Al concluir, funcionarios retiraron los ladrillos.
Eric Schmitt, Jaime Yaya Barry y Oleg Matsnev contribuyeron con reportes.
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