Medicinas contra el cáncer siguen fallando
Las células cancerosas producen altos niveles de una proteína llamada MELK. Estudios indicaron que MELK era esencial para la propagación del cáncer, y los investigadores ya están probando un medicamento para el cáncer de mama.
- Carl Zimmer
- - Actualizado: 02/10/2019 - 10:31 am
Hace 20 años, parecía que la lucha contra el cáncer estaba a punto de dar un giro dramático.
Los médicos peleaban contra la enfermedad con armas rudimentarias, envenenando células de rápido crecimiento ya fueran cancerosas o saludables. Pero entonces los investigadores dieron con una nueva estrategia: medicamentos que convertían en blanco a las proteínas producidas por las células cancerosas y que parecían ser necesarias para su supervivencia.
Un medicamento de este tipo, Gleevec, funcionaba de manera espectacular en los pacientes con leucemia mieloide aguda. Pero las pruebas clínicas que siguieron fueron decepcionantes. Un estudio publicado recientemente en la revista Science Translational Medicine ofrece una razón para el fracaso: los científicos iban tras los blancos equivocados.
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Jason Sheltzer, biólogo oncólogo en el Laboratorio Cold Spring Harbor, en el Estado de Nueva York, y sus colegas hicieron el descubrimiento mientras intentaban idear una nueva prueba para el cáncer de mama.
En ciertas formas de la enfermedad, las células cancerosas producen altos niveles de una proteína llamada MELK. Estudios anteriores habían arrojado que MELK era esencial para la propagación del cáncer, y los investigadores ya estaban probando un medicamento para el cáncer de mama que tiene en la mira a esa proteína.
El equipo de Sheltzer utilizó Crispr, una herramienta de edición de ADN, para escindir el gen MELK en células cancerosas. Las células deberían haber dejado de crecer, pero no lo hicieron.
“A las células cancerosas les importó un comino”, dijo Sheltzer.
Más curioso aún fue lo que sucedió cuando los científicos expusieron a las células al medicamento que tenía al MELK como blanco. Detuvo a las células cancerosas —aunque éstas carecían del gen que era el objetivo del medicamento.
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El equipo de Sheltzer realizó el mismo experimento con otros 10 medicamentos que tienen a las proteínas como objetivo y que actualmente están en pruebas clínicas. Los científicos obtuvieron los mismos resultados con cada medicamento. Cada proteína presuntamente esencial resultó ser prescindible, y sin embargo las células dejaban de crecer cuando los científicos aplicaban el medicamento.
Esta clase de error puede llevar a fracasos en las pruebas clínicas, dijo Sheltzer. “Muchos de los blancos de los medicamentos que hoy están en pruebas clínicas fueron descubiertos con la mejor tecnología de hace 5 o 10 años”, dijo.
Esa tecnología, conocida como ARNi, parecía en ese entonces que podía centrarse con alta precisión en blancos de cáncer.
Pero algunos detractores cuestionaron si el ARNi era tan preciso. La técnica podría no sólo bloquear una proteína blanco, sino también ciertas otras.
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Traver Hart, biólogo oncólogo que no estuvo involucrado en el estudio nuevo, dijo que los científicos necesitan echar otro vistazo a los medicamentos para el cáncer que ahora están siendo sometidos a prueba.
Esto no significa que no tenga caso convertir a las proteínas esenciales en blancos. Los científicos sólo necesitan asegurarse de que sean las correctas.
“Probablemente hay todo un universo de blancos de medicamentos sin explorar en la célula cancerosa”, dijo Sheltzer.
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