Las flores holandesas son otra víctima de la pandemia
- Nina Siegal
La demanda de tulipanes se desplomó precipitadamente al tiempo que las florerías en todo el mundo han cerrado, los consumidores han entrado en confinamiento y las celebraciones se han cancelado.
AMSTERDAM — Para los cultivadores de tulipanes en los Países Bajos, el viernes 13 de marzo fue un verdadero espectáculo de terror. Cuando los tallos de tulipanes aparecieron en el mercado de flores más grande del país, en Aalsmeer, los precios se estancaron una y otra vez en cero.
Frank Uittenbogaard, director de JUB Holland, una granja familiar de 110 años en Noordwijkerhout, tomó la difícil decisión de destruir sus tallos de tulipanes: 200 mil de ellos.
“Eso dolió mucho”, dijo. “Es muy doloroso porque comienzas en julio sacando los bulbos y tienes que darles el tratamiento adecuado para plantarlos en octubre, y luego trasladarlos al invernadero. Tuvimos tulipanes de muy buena calidad este año. Tomé mi bicicleta y me fui cuando lo hicieron porque no podía manejarlo”.
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No fue el único productor que tuvo que tirar tulipanes: alrededor de 400 millones de flores, incluyendo 140 millones de tallos de tulipanes, fueron destruidas en el curso del último mes, calcula Fred van Tol, gerente de ventas internacionales de Royal FloraHolland, la mayor cooperativa de productores de flores y plantas en los Países Bajos.
La demanda de tulipanes se desplomó precipitadamente al tiempo que las florerías en todo el mundo han cerrado, los consumidores han entrado en confinamiento y las celebraciones se han cancelado.
Por lo general, el período de marzo a mayo —incluyendo las semanas en que se celebra el Día Internacional de la Mujer, la Pascua y el Día de las Madres, es la temporada más fuerte de la industria floral holandesa. Genera ingresos por 7 mil millones de euros (7.6 mil millones de dólares), con un promedio de 30 millones de dólares en flores vendidas diariamente. La temporada del tulipán suele durar unas ocho semanas.
En los Países Bajos, que ha registrado más de 29 mil casos de coronavirus y 3 mil 300 muertes, las escuelas, restaurantes, bares, museos, instalaciones deportivas y gimnasios están cerrados. Pero tiendas pequeñas, como floristerías y tiendas de jardinería, permanecen abiertas.
Mientras que los productores y distribuidores que atienden principalmente al mercado local aún pueden vender flores y plantas en el país, las empresas de flores que dependen del comercio internacional están sufriendo.
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Jan de Boer, director general y propietario de Barendsen, una compañía global de exportación de flores con sede en el pueblo holandés de Aalsmeer, dijo que hasta el momento había perdido el 90 por ciento de sus ingresos estacionales. Por lo general, tiene 60 empleados de tiempo completo en esta época del año y ahora, dice, sólo tiene trabajo para seis. El Gobierno holandés está pagando esos salarios, dijo.
“¿Cuál es mi mayor problema? Mi cliente Viking River Cruises no va a tener un solo cliente estadounidense en un barco este año. Perderé todo mi negocio con ellos, así que para mí eso representa medio millón o un millón de euros”, dijo.
También ha perdido todo su negocio con países donde las florerías están cerradas, como Italia, España y Francia.
Al mismo tiempo, millones de visitantes que viajan anualmente a los campos de tulipanes en Lisse, la región de cultivo, han cancelado sus viajes, y eso ha tenido un efecto dominó. El Keukenhof, el parque de flores más grande de los Países Bajos, generalmente recibe a 1.5 millones de visitantes al año durante su apertura de ocho semanas que coincide con el florecimiento de los tulipanes.
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Pero este año, debido a las medidas anti coronavirus del Gobierno, el parque ha estado cerrado desde el día de su apertura programada, el 21 de marzo, hasta su fecha de cierre programada, el 10 de mayo. Eso costará unos 25 millones de dólares en ingresos.
De Boer dijo que esperaba que las flores holandesas se recuperaran.
“Soy optimista porque la gente siempre necesitará flores, para conectarse, para estar juntos, para contar una historia, pero no soy optimista sobre cómo financiar la brecha. Si no puedes compensar las pérdidas, estás fuera. Así que haré todo lo posible por sobrevivir”.
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