Entrenador de remo crea historias de éxito con familias de clase trabajadora
- Miriam Jordan
La filosofía de Henrique “Hicu” Motta es simple: “trato de convertir en algo especial a cualquier jovencita que quiera darle una oportunidad al remo”, afirmó.

Henrique “Hicu” Motta, de 39 años, ganó más de 20 títulos de remo en Brasil. Foto / Bethany Mollenkof para The New York Times.
LOS ÁNGELES — Durante los últimos tres años, Henrique “Hicu” Motta, un entrenador de remo, ha creado improbables historias de éxito en un deporte asociado desde hace mucho tiempo con la gente privilegiada. Ha llevado a su equipo de jóvenes preparatorianas de familias de clase trabajadora a los campeonatos nacionales y enviado a varias de ellas a universidades de primera con becas deportivas.
“Soy latina, menuda y nunca había estado en un equipo deportivo”, dijo Isabella Soto, de 17 años, hija de una niñera y un tornero. Espera remar en una universidad de élite en el otoño.
VEA TAMBIÉN: Exhiben obras de arte falsificadas de Elmyr de Hory
Isabella, quien fue aceptada en el equipo RowLA a pesar de medir sólo 1.57 metros, es una estadounidense de primera generación cuyos padres son mexicanos indocumentados. Kassie Kim es hija de inmigrantes coreanos. Samadhi Dissanayake, una estadounidense-esrilanquesa criada por una madre soltera, toma dos camiones para llegar al entrenamiento.
Motta, de 39 años, un brasileño que se encuentra en el país con una visa de trabajo, ha sido notificado de que su petición para permanecer en Estados Unidos ha sido rechazada. Para poder quedarse, indicaron las autoridades de inmigración, debe demostrar que tiene una “habilidad extraordinaria” para hacer un trabajo que de otro modo sería realizado por un estadounidense.
Bajo el liderazgo de Motta, RowLA, ha logrado enlistar a quienes normalmente no tendrían acceso al remo.
“Él puede tomar a una joven, independientemente de su tamaño y habilidad, y convertirla en una remera seria. Eso es inusual”, dijo Liz Greenberger, una analista de seguridad internacional retirada que fundó el equipo hace una década y trajo a Motta.
VEA TAMBIÉN: Las mini lunas acechan a la Tierra
La filosofía de Motta es simple: “trato de convertir en algo especial a cualquier jovencita que quiera darle una oportunidad al remo”, afirmó.
La pregunta es: ¿equivale eso a una habilidad extraordinaria? Motta ha desarrollado un programa de remeras que han competido en el Campeonato Nacional de Remo Juvenil de Estados Unidos, el máximo nivel para los remeros preparatorianos, han ganado becas universitarias. Pero Motta no sólo es un entrenador.
Nutriólogo de formación, instruye a sus atletas para que mantengan una dieta equilibrada. También exhorta a sus atletas a dedicar tiempo en sus estudios.
“Lo que hace Hicu es extraordinario”, dijo Iva Obradovic, exremera de competencias. “Está compitiendo contra equipos ricos y privados. Casi ningún entrenador lo haría”.
Cuando RowLA patrocinó la visa de trabajo de Motta en el 2017, su solicitud de 250 páginas documentaba más de dos décadas de éxito como remero y entrenador. Incluía cartas de altos funcionarios del deporte en Brasil, recomendaciones de entrenadores y atletas de distintos países y una lista detallada de sus logros: más de 20 campeonatos brasileños.
VEA TAMBIÉN: "Respirando profundo" para evitar el desgaste laboral
La visa se aprobó en una semana. Una vez al mando, Motta comenzó a hacer que RowLA creciera. Estableció un programa para preparatorianas y amplió el programa de remo bajo techo de la organización: ahora atiende a más de 4 mil estudiantes al año.
Como atleta y entrenador competitivo, Motta afirma que obviamente quiere ganar. Pero tal vez, dijo, las victorias no deberían contarse solo con medallas.
“En otros clubs el desempeño lo es todo. Aquí el objetivo es que las chicas vayan por el camino correcto, a la universidad”, dijo. “Remar es una herramienta”.
Motta está apelando el rechazo del permiso.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.