Clubes nocturnos de Berlín están en riesgo de desaparecer
- Thomas Rogers
La situación se complica debido a una aguda escasez de vivienda, y el fuerte crecimiento económico de la ciudad. Muchos espacios anteriormente abandonados han sido acondicionados como oficinas y departamentos, y los precios inmobiliarios se han disparado.
BERLÍN — Una tarde reciente, unos 300 manifestantes se reunieron frente a un edificio municipal en el sureste de Berlín, bailando y sosteniendo pancartas. “Todos los clubes son hermosos”, rezaba una pancarta; “el día en que deje de bailar es el día en que dejaré de respirar”, decía otra.
Acompañados por música techno, habían acudido para protestar contra el cierre de Griessmuehle, un conocido club nocturno. El club fue desalojado a inicios de febrero porque sus nuevos propietarios planean un redesarrollo en el sitio.
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Varios políticos se dirigieron a la multitud, incluyendo a Martin Hikel, alcalde del distrito Neukölln, donde tuvo lugar la protesta. “Hay un consenso entre las partes de que la cultura de los clubes debería protegerse”, dijo a los manifestantes, agregando que había “voluntad política” para tomar cartas en el asunto.
Berlín es conocida por su escena bohemia de clubes nocturnos, pero en la última década, esa cultura ha visto una creciente presión de los inversionistas de bienes raíces y proyectos de infraestructura. La situación se complica debido a una aguda escasez de vivienda, y el fuerte crecimiento económico de la ciudad. Muchos espacios anteriormente abandonados han sido acondicionados como oficinas y departamentos, y los precios inmobiliarios se han disparado. De acuerdo con la Comisión de Clubes, un grupo dedicado a proteger la vida nocturna de Berlín, unos 100 clubes han cerrado sus puertas en el curso de la última década, y unos 25 establecimientos están bajo amenaza.
Un número creciente de legisladores de todo el espectro político ha abanderado la causa, en parte para proteger el papel singular de los clubes en el tejido cultural de la ciudad, pero también porque son fuentes de dinero. De acuerdo con un estudio de la Comisión de Clubes, los turistas que visitaron Berlín por su escena de antros contribuyeron con 1.5 mil millones de euros, o unos 1.66 mil millones de dólares, a la economía de la capital en el 2018. Los clubes también han jugado un papel grande en atraer a trabajadores jóvenes, que muchos políticos consideran crucial para el crecimiento económico de Berlín.
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El otoño pasado, Caren Lay, legisladora del Partido Izquierda en el Parlamento alemán, propuso una ley que ofrecería a los clubes mayor protección de los aumentos de renta y fortalecería su clasificación en la ley de construcción. Le gustaría que fueran considerados como instituciones culturales, a la par de los teatros y las salas de conciertos, externó.
“Si más clubes buenos cierran, nos encaminaríamos a ser otra ciudad aburrida y anónima”, dijo.
El otoño pasado, el KitKatClub, un popular club de fetiche y baile, anunció que su rentero se había negado a extender su contrato de arrendamiento, aunque las negociaciones continuaban. Varios clubes más se ven amenazados por una extensión planeada del autobahn.
Griessmuehle fue fundado hace ocho años en el hogar de lo que alguna vez fue una fábrica de fideos. David Ciura, director administrativo del club, dijo que divisó el espacio desde un tren, y logró negociar un acuerdo de subarrendamiento con sus antiguos ocupantes, una compañía de logística, en cinco minutos. “Eso no volverá a suceder”, afirmó.
La propiedad fue vendida hace cuatro años a una subsidiaria de S Immo, una firma inmobiliaria austriaca. El verano pasado, los nuevos propietarios anunciaron que no renovarían el contrato de subarrendamiento del club. Una vocera de la empresa dijo que el plan era construir “oficinas, lofts y talleres, así como un salón comunitario” allí.
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A fines de enero, legisladores estatales y locales y miembros de la Comisión de Clubes negociaron concesiones del nuevo propietario, incluyendo la posibilidad de abrir un nuevo espacio para un club en el sitio desarrollado.
“Si los políticos no se hubieran involucrado y promovido la conversación, nada habría pasado. Muchos políticos ahora lo tienen a la cabeza de su agenda, pero entre más políticos apoyen el asunto, mejor”, dijo Ciura.
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