Ciudad ligada a esclavista encara su pasado
Derrumbar su estatua ha reabierto un doloroso ajuste de cuentas con el pasado, uno que durante mucho tiempo ha dividido a una ciudad portuaria de 460 mil habitantes, exponiendo sus contradicciones. Es multicultural, pero segregada, festiva, pero dada a la zozobra.
- Mark Landler
- - Publicado: 26/6/2020 - 06:00 pm
BRISTOL, Inglaterra — Parado bajo un pedestal de piedra vacío, del cual fue derribada recientemente la estatua de Edward Colston, un traficante de esclavos del siglo 17, Richard Saunders le enseñó a su hijo fotos de tres estadounidenses de raza negra que fueron asesinados por la Policía a un océano de distancia y 200 años después del fin del comercio de esclavos de Bristol.
Saunders, veterinario de 51 años, explicó a su hijo, Dylan, de 9, qué les había sucedido a las tres víctimas: George Floyd, Eric Garner y Breonna Taylor. Conectar sus muertes a Colston fue más difícil —porque su nombre está grabado en una sala de concierto al otro lado de la calle, en una escuela cercana, en un pub a poca distancia sobre la colina y a viviendas para pobres junto a la taberna.
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“Casi está en el plan de estudios como héroe local”, dijo Saunders, que es blanco. “Pero eso no perdona la maldad de sus actos originales”.
Bristol es el pueblo que Edward Colston construyó. Derrumbar su estatua ha reabierto un doloroso ajuste de cuentas con el pasado —uno que durante mucho tiempo ha dividido a esta ciudad portuaria de 460 mil habitantes, exponiendo sus contradicciones. Es multicultural, pero segregada, festiva, pero dada a la zozobra.
Después de que los manifestantes derribaron a Colston, lo tiraron al Puerto de Bristol, un toque teatral que evocó a los súbditos británicos rebeldes en la Boston colonial. Pero esta protesta se inspiró en el movimiento Black Lives Matter, no el Motín del Té de Boston, y representa un reto para Bristol.
“Algunos están jubilosos por la caída de la estatua; algunos están confundidos; y algunos están muy temerosos y enojados”, dijo el alcalde Marvin Rees.
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Rees ordenó que la estatua fuera extraída del agua y planea instalarla en un museo, donde puede ser presentada con contexto histórico. No faltan ideas sobre cómo hacerlo. Banksy, el artista callejero, subió un bosquejo en Instagram de un memorial propuesto en que se mostraría a Colston en proceso de ser derribado, con los manifestantes jalando las sogas alrededor de su cuello.
Hay evidencia de profanación en represalia. Unos testigos señalaron que un hombre blanco vertió blanqueador sobre una estatua de Alfred Fagon, un dramaturgo nacido en Jamaica, en un parque en St. Paul’s, el barrio negro más viejo de la ciudad.
Vanessa Kisuule, una mujer negra que es la poetisa en residencia de Bristol, dijo temer que el derrumbamiento de la estatua quedara “envuelto en una narrativa de malandros”. Pero se permitió un poco de esperanza.
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Para captar el momento, escribió un poema que empieza con estas líneas:
Te caíste fácil, al final.
El tirón justo de dos sogas en un gran plié.
Brevemente, volaste. Giraste, luego llegaste al suelo
con el ruido de pistolas de juguete, morralla, cadenas.
Una lluvia de vítores. Una ovación de pie sobre tu cuello.
Un ballet punk. Primer acto. Hay más por venir.
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