Benítez y El Fandi cortan tres orejas en primera corrida de la Feria del Sol
- Mérida (Venezuela)
El matador de toros venezolano Leonardo Benítez cortó hoy dos orejas y el español David Fandila "El Fandi" una, en la primera corrida de la Feria del Sol celebrada hoy en la ciudad de Mérida, en el oeste de Venezuela.
El diestro español Manuel Díaz "El Cordobés", que sustituyó a su compatriota Miguel Angel Perera, quien no pudo actuar por una lesión en una rodilla, estuvo valiente y entregado, pero con unos toros que no permitieron el lucimiento.
En una tarde nublada se presentaros seis toros venezolanos, primero, cuarto, y quinto, de Rancho Grande, destacando en primer lugar; los restantes, de El Prado, aceptable de pitones en cuarto y el sexto desrrazado.
La plaza registro más de tres cuartos de entrada, unas 12.000 personas.
Benítez, dos orejas y silencio.
"El Cordobés", ovación y palmas.
"El Fandi", oreja y silencio.
Benítez saludo al berrendo que abrió plaza con aseadas verónicas, lo llevo al caballo con chicuelinas al paso.
Agarró las banderillas para clavar arriba los tres pares con toreros doblones, lo sacó a los medios para cuajar tres tandas con la diestra al compás del pasodoble que llegaron a los tendidos.
Se adornó con redondos invertidos y giraldillas antes de matarlo de estocada, dos orejas. El toro fue aplaudido en la vuelta al ruedo en el arrastre.
Al cuarto lo lanceó con gusto y lo llevó al caballo con primor, recibió un puyacito, pero al toro le falto trapío y fuerza. Lo mató con decoro.
No tuvo suerte en el sorteo "El Cordobés". Al primero le sacó lo que no tenía, quedándose muy quieto y pasándoselo muy cerca, pero no tenia transmisión y lo mato por derecho de estocada.
Su segundo, un castaño bien armado, saltó al callejón y asustó a más de uno, volvió a entregarse el coleta pero, sin tela que cortar, lo mató con prontitud.
"El Fandi" toreó con gusto con la capa en el primero, que tumbó a sus dos picadores.
El diestro encendió la plaza con las banderillas, brindó al publico y con las dos rodillas en tierra armo la san pablera jaleado por toda la plaza, que llegó a pedir el indulto que el palco no concedió.
Siguió toreando con la diestra en redondo y por naturales, para matarlo de estocada y paseó una oreja.
El que cerró plaza intentó saltar al callejón, pero el torero de Granada (España) no se inmutó y volvió a brindárselo al publico para realizar trasteo bullidor con redondos y desplantes antes de matarlo al tercer intento.
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