"Me impongo ser optimista con los cambios económicos en Cuba", dice Leonardo Padura
- Yalena Ortiz / Contacto
- - Publicado: 18/2/2011 - 01:43 pm
El escritor cubano Leonardo Padura se ha impuesto ser optimista con los cambios económicos emprendidos en su país, cree que necesariamente "tienen que ir en serio" y opina que la publicación de su última novela en Cuba es un síntoma de ese nuevo escenario.
Padura ha sido esta semana protagonista de la Feria del Libro de La Habana con la presentación de la edición cubana de "El hombre que amaba a los perros", su novela sobre León Trostky y su asesino, Ramón Mercader, que constituye una dura crítica al estalinismo y que aborda un tema prácticamente desconocido por los cubanos.
"La palabra fundamental que me dicen los cubanos que la han leído es 'gracias'. Es una reacción de agradecimiento por un libro que, de alguna manera, refleja o explica realidades que hemos vivido durante estos años", aseguró en una entrevista a Efe un Padura "alentado" por la buena acogida de su novela.
"Es evidente que seguir el modelo soviético a pie juntillas en los años 70 nos llevó a excesos, que no fueron por supuesto ni remotamente como los del estalinismo, pero sí tuvieron que ver con una deformación económica y social que todavía estamos sufriendo", agregó.
Padura (La Habana, 1955) cree que la publicación de su último libro en Cuba "demuestra que las cosas están cambiando" en la isla y asiste a este momento de reformas económicas marcándose la obligación de ser optimista.
"Hemos vivido tantas experiencias, tantos momentos dificilísimos... Se han cometido muchos errores, se han producido horrores, pero también ganancias importantes (...) Por todas esas cosas que hemos pasado, pienso que los cubanos nos merecemos tener un futuro mejor. Y eso me obliga a ser optimista", dijo el escritor.
Define los cambios que se plantean en su país como "profundos", "esenciales" y hasta irreversibles, pero también advierte que existen "muchos riesgos".
Uno de ellos tiene que ver con el efecto que tendrá el recorte de subsidios sobre los sectores más empobrecidos de la sociedad cubana y que puede provocar un momento de "tensión social muy complicada".
También entiende que el cambio de mentalidad que se reclama en Cuba tiene que producirse "no solo en la gente de abajo sino también en la de arriba".
Padura apunta en este sentido a ciertos burócratas "que no acaban de entender cuáles son las dimensiones del cambio" y que "tratan de conservar determinados privilegios y prebendas pequeñísimas y casi ridículas".
A su juicio, en los próximos meses llegarán retos que van a determinar "hasta qué punto los cambios son realmente profundos", entre ellos, la decisión que adopte el Gobierno cubano sobre el libre acceso a internet, un paso que Cuba -dice- "necesariamente tiene que dar".
Leonardo Padura defiende que el momento en que se han acometido estos ajustes es distinto a otros, porque el mundo también es muy diferente y porque la sociedad cubana también ha cambiado "muchísimo" desde los años noventa.
Entre otros factores, destacó que hay toda una generación de jóvenes nacida en los años 90 que tiene una "mirada completamente distinta a todas las anteriores. Inevitablemente esa mirada distinta va a provocar resultados distintos".
En cualquier caso, Padura ve a Cuba como una "sociedad muy contradictoria": "no es el infierno que dicen unos ni el paraíso que otros pretenden que sea. Es una especie de purgatorio", como "el de Dante, donde hay de todo, cosas que han sido terribles y otras que han sido maravillosas".
Y es en ese lugar donde quiere seguir viviendo a pesar de que recientemente ha obtenido la nacionalidad española por sus méritos artísticos, algo que le facilitará las cosas en aspectos de su profesión y su capacidad de movilidad pero que no cambiará su "esencia como persona".
"Yo voy a seguir viviendo en Cuba, participando de la realidad cubana, teniendo una visión lo más cercana posible, porque además no sé escribir de otra cosa: a estas alturas no me puedo reciclar como un escritor de Madrid o de Barcelona o de Andalucía".
Tras el éxito de "El hombre que amaba a los perros", Leonardo Padura trabaja en una nueva novela que arranca en el Amsterdam del siglo XVII alrededor de la figura de Rembrandt y un judío sefardí, y llegará hasta 2008, donde reaparecerá el famoso policía cubano Mario Conde, su personaje más popular.
Padura también se encuentra inmerso como coordinador de guiones en el proyecto cinematográfico "Siete días en La Habana", un filme en el que siete realizadores contarán sus particulares visiones sobre el momento actual de la capital cubana.
Los siete participantes en esta coproducción hispano-francesa son el estadounidense Benicio del Toro, el español Julio Medem, el cubano Juan Carlos Tabío, los argentinos Gaspar Noé y Pablo Trapero, el palestino Elia Suleiman y el francés Laurent Cantet.
Los rodajes en La Habana se desarrollarán entre los meses de marzo y mayo de este año.
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