Saskya, una emprendedora artesana de tembleques
Una artesana que a diario se dedica a la confección de tembleques en Salsipuedes.
- Ivis Franco Castillo
- - Publicado: 21/11/2005 - 12:00 am
En el mes de la Patria, qué mejor manera de dar a conocer el folclore que cultivando lo de nuestra campiña y resaltando la nacionalidad como panameños en las tradiciones y costumbres del campo.
Del interior a la ciudad y a nivel internacional, así se ha traslado el vestido típico nacional y sus accesorios particulares que proyectan el folclore.
Saskya Hurtado es una joven artesana que producto del esmero se dedica al arte de la confección de tembleques, en el área de Salsipuedes, corregimiento de Santa Ana.
Si bien es cierto, lo tembleques aparecieron desde la época colonial y hoy forman parte del atuendo del vestido nacional.
Hurtado a los 26 años, de edad, es una mujer emprendedora, pues además de destacar los tembleques como uno de los accesorios de la pollera, sabe ganarse con el sudor de la frente el sustento que cada día lleva a su hogar por la realización de estos menesteres.
Ella cuenta que hace ocho años nació la atracción por la elaboración de esta artesanía, gracias a una amiga que la motivó a adentrarse en el mundo por lo típico. Fue entonces cuando se inspiró a seguir luchando por hacer de este sueño una realidad.
Por tanto, con la finalidad de perfeccionarse y lograr calidad en sus trabajos, no deja de leer libros que enaltecen el folclor y que brindan un panorama de las raíces vernaculares.
La talentosa joven que lleva dentro sus costumbres y tradiciones, señala que el fervor patriótico por nuestras raíces se está perdiendo, por lo que es necesario que la juventud retome la verdadera identidad como panameños.
Saskya recomienda que para incentivar el folclor en las personas, se debe empezar desde las escuelas, para rescatar las tradiciones.
"Debemos implementar una materia de folclor obligatoria en las escuelas y colegios que realce el sentido de lo qué es Patria", enfatizó.
Anteriormente se utilizaban tembleques de flores naturales. Un clavel sobre la oreja, bajo el ala del sombrero o pequeños jazmines blancos era lo más representativo por las mujeres de aquellos tiempos.
Los primeros que se empleaban eran los fabricados de escamas de pescado, convirtiéndose así en los más tradicionales. Se tiñen de colores para dar mayor vistosidad a la cabellera y al traje típico nacional.
Con el paso de los años, los tembleques han sido transformados debido a la aparición de materiales como perlas, canutillos, gusanillos de metal, cintas o telas de sedas, y satín.
Entre los menos usados están los cristales de roca y las flores de vidrio.
En la actualidad hay una variedad de tembleques como los pimpollos y gusanillos. Además, los hay de animales, ya que representan la flora y fauna de Panamá.
Hurtado en un pequeño puesto en la bajada de Salsipuedes, ofrece a los clientes gran variedad de artículos de nuestro folclore como cutarras, pollerones, peinetas, sombreros, zapatos, prendas de la pollera, incluso machetes de madera.
En este lugar se encuentran todos lo que se necesita para ataviarse con el vestido típico panameño en este mes de la Patria, cuando hay mayor demanda de este tipo de accesorios.
En Salsipuedes se puede observar mucha actividad todo el día, incluyendo los fines de semana.
El área se ha convertido en un lugar de referencia para los padres de familia que buscan todo el conjunto que necesitan sus hijos para hacer sus presentaciones en grupos folclóricos, tanto en niveles de escuela primaria como secundaria.
Los tembleques de colores son utilizados con la Pollera Montuna y la pollera blanca. Para su realización se utilizan materiales como canutillos, chaquirones, chaquiras, cintas y telas como la horganza, seda o satín. También se realizan con escamas de pescado teñidas de diversos colores.
Del interior a la ciudad y a nivel internacional, así se ha traslado el vestido típico nacional y sus accesorios particulares que proyectan el folclore.
Saskya Hurtado es una joven artesana que producto del esmero se dedica al arte de la confección de tembleques, en el área de Salsipuedes, corregimiento de Santa Ana.
Si bien es cierto, lo tembleques aparecieron desde la época colonial y hoy forman parte del atuendo del vestido nacional.
Hurtado a los 26 años, de edad, es una mujer emprendedora, pues además de destacar los tembleques como uno de los accesorios de la pollera, sabe ganarse con el sudor de la frente el sustento que cada día lleva a su hogar por la realización de estos menesteres.
Ella cuenta que hace ocho años nació la atracción por la elaboración de esta artesanía, gracias a una amiga que la motivó a adentrarse en el mundo por lo típico. Fue entonces cuando se inspiró a seguir luchando por hacer de este sueño una realidad.
Por tanto, con la finalidad de perfeccionarse y lograr calidad en sus trabajos, no deja de leer libros que enaltecen el folclor y que brindan un panorama de las raíces vernaculares.
La talentosa joven que lleva dentro sus costumbres y tradiciones, señala que el fervor patriótico por nuestras raíces se está perdiendo, por lo que es necesario que la juventud retome la verdadera identidad como panameños.
Saskya recomienda que para incentivar el folclor en las personas, se debe empezar desde las escuelas, para rescatar las tradiciones.
"Debemos implementar una materia de folclor obligatoria en las escuelas y colegios que realce el sentido de lo qué es Patria", enfatizó.
Anteriormente se utilizaban tembleques de flores naturales. Un clavel sobre la oreja, bajo el ala del sombrero o pequeños jazmines blancos era lo más representativo por las mujeres de aquellos tiempos.
Los primeros que se empleaban eran los fabricados de escamas de pescado, convirtiéndose así en los más tradicionales. Se tiñen de colores para dar mayor vistosidad a la cabellera y al traje típico nacional.
Con el paso de los años, los tembleques han sido transformados debido a la aparición de materiales como perlas, canutillos, gusanillos de metal, cintas o telas de sedas, y satín.
Entre los menos usados están los cristales de roca y las flores de vidrio.
En la actualidad hay una variedad de tembleques como los pimpollos y gusanillos. Además, los hay de animales, ya que representan la flora y fauna de Panamá.
Hurtado en un pequeño puesto en la bajada de Salsipuedes, ofrece a los clientes gran variedad de artículos de nuestro folclore como cutarras, pollerones, peinetas, sombreros, zapatos, prendas de la pollera, incluso machetes de madera.
En este lugar se encuentran todos lo que se necesita para ataviarse con el vestido típico panameño en este mes de la Patria, cuando hay mayor demanda de este tipo de accesorios.
En Salsipuedes se puede observar mucha actividad todo el día, incluyendo los fines de semana.
El área se ha convertido en un lugar de referencia para los padres de familia que buscan todo el conjunto que necesitan sus hijos para hacer sus presentaciones en grupos folclóricos, tanto en niveles de escuela primaria como secundaria.
Los tembleques de colores son utilizados con la Pollera Montuna y la pollera blanca. Para su realización se utilizan materiales como canutillos, chaquirones, chaquiras, cintas y telas como la horganza, seda o satín. También se realizan con escamas de pescado teñidas de diversos colores.
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