Samaria y Villa Lucre, dos barrios divididos por un muro
Publicado 2005/01/08 00:00:00
- Katherine Benítez
Panamá es una ciudad de contrastes en la que el crecimiento urbano se contradice.
DOS MUNDOS diferentes divididos por un pequeño muro". El amanecer definitivamente no es igual para todos, ya que mientras unos se despiertan rodeados de comodidades en su hogar, el otro extremo lucha por conseguir cómo sobrevivir ante las adversidades que les presenta la vida.
Así es como inician las historias de miles de residentes en Samaria y Villa Lucre, dos comunidades que han sido divididas por un muro.
Amadías Escalante, quien es estudiante, disfruta de las comodidades que le brinda su urbanización. Le permite visitar el supermercado a toda hora a pocos kilómetros de su hogar, contar con variedad de restaurantes , almacenes, escuelas y hasta un hospital. En cambio Edith González, quien es madre y ama de casa, nos cuenta que su amanecer es otro, ya que no tiene casa propia, se les va el agua, sus niños no tienen un parque cercano donde recrearse y la situación económica muchas veces se les hace difícil, porque depende únicamente de su esposo.
"Contamos con dos escuelas primarias donde asisten muchos niños que residen en Samaria, nos atendemos en el Centro de Salud de Veranillo, y en cuanto a los centros comerciales, tenemos que trasladarnos hasta Los Andes que muchas veces se nos hace complicado. "Sería excelente contar con uno para beneficio de todos los residentes", recalcó.
Tan sólo las divide un muro y estas vidas son tan diferentes. Muchos podrían confundir que estas dos personas viven en un mismo lugar por su cercanía, pero la realidad es que estas historias muestran las dos caras de la moneda de una misma ciudad que sigue creciendo.
En grandes ciudades alrededor del mundo se han utilizado muros para distinguir y separar credo, raza, o condición social. La ciudad de Panamá parece no escaparse de esta realidad, a pesar de que en un radio de 7 kilómetros la clase alta y la baja conviven y respiran el mismo aire.
Además de marcarse la condición social como principal diferencia entre los barrios de Samaria y Villa Lucre resaltan los índices de delincuencia, violencia y pobreza de la primera. Pero aunque no todo el que reside en Samaria es un malhechor, los residentes en Villa Lucre tomaron precauciones y se construyó un muro para evitar el paso de los delincuentes.
Así es como inician las historias de miles de residentes en Samaria y Villa Lucre, dos comunidades que han sido divididas por un muro.
Amadías Escalante, quien es estudiante, disfruta de las comodidades que le brinda su urbanización. Le permite visitar el supermercado a toda hora a pocos kilómetros de su hogar, contar con variedad de restaurantes , almacenes, escuelas y hasta un hospital. En cambio Edith González, quien es madre y ama de casa, nos cuenta que su amanecer es otro, ya que no tiene casa propia, se les va el agua, sus niños no tienen un parque cercano donde recrearse y la situación económica muchas veces se les hace difícil, porque depende únicamente de su esposo.
"Contamos con dos escuelas primarias donde asisten muchos niños que residen en Samaria, nos atendemos en el Centro de Salud de Veranillo, y en cuanto a los centros comerciales, tenemos que trasladarnos hasta Los Andes que muchas veces se nos hace complicado. "Sería excelente contar con uno para beneficio de todos los residentes", recalcó.
Tan sólo las divide un muro y estas vidas son tan diferentes. Muchos podrían confundir que estas dos personas viven en un mismo lugar por su cercanía, pero la realidad es que estas historias muestran las dos caras de la moneda de una misma ciudad que sigue creciendo.
En grandes ciudades alrededor del mundo se han utilizado muros para distinguir y separar credo, raza, o condición social. La ciudad de Panamá parece no escaparse de esta realidad, a pesar de que en un radio de 7 kilómetros la clase alta y la baja conviven y respiran el mismo aire.
Además de marcarse la condición social como principal diferencia entre los barrios de Samaria y Villa Lucre resaltan los índices de delincuencia, violencia y pobreza de la primera. Pero aunque no todo el que reside en Samaria es un malhechor, los residentes en Villa Lucre tomaron precauciones y se construyó un muro para evitar el paso de los delincuentes.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.