Revolucionarios avances científicos
Publicado 2003/09/13 23:00:00
- José Eduardo Sánchez S.
Actualmente se adelantan importantes investigaciones que podrían colocar a Panamá a la vanguardia en el desarrollo de nuevos medicamentos para el tratamiento de enfermedades.
En el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas Avanzadas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT), un laboratorio que forma parte de un complejo que opera la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT) se encuentran en gestación importantes proyectos científicos.
Tal como lo señala el Dr. Eduardo Ortega, coordinador de investigación y desarrollo del INDICASAT, en estos momentos se realizan bioensayos más seguros y económicos, en los que ya no se utiliza la radiactividad.
"Nos hemos abocado a desarrollar novedosos ensayos con la utilización del color para el descubrimiento de drogas en contra de parásitos de la malaria, leshmaniasis y los del mal de Chagas, problemas de salud que prevalecen especialmente en países en vías de desarrollo", sustentó.
En estas investigaciones las empresas farmacéuticas no prestan mucho interés para desarrollar nuevos medicamentos porque son enfermedades que afectan a personas pobres y el costo beneficio de invertir en el desarrollo de nuevos medicamentos no es muy atractivo.
Según el científico, antes las empresas farmacéuticas venían a Panamá, cortaban nuestra flora, la secaban y se la llevaban, de tal manera que si desarrollaban algún compuesto, el país no obtenía ningún tipo de ganancia ha cambiado.
Actualmente el INDICASAT cosecha la planta en Panamá, prepara los extractos, se hacen los bioensayos, se purifica el compuesto y una vez se tiene la estructura química dilucidada, se obtiene un valor agregado más alto, pues ya no se trata de vender unas cuantas hojas, sino de patentar un compuesto químico y obtener mayores beneficios para el país.
Hasta el momento se han obtenido resultados muy importantes, afirma el Dr. Ortega. Por un lado ya se cuenta con una patente de compuestos de plantas panameñas con actividad en contra de la leshmaniasis, mal conocido en nuestro país como la "picada de bejuco".
Explica que en una planta panameña se han encontrado unos compuestos conocidos como "alcaloides" que tienen actividad en contra de esta enfermedad y son probados en colaboración con la Universidad de Panamá para saber si actúan en un modelo animal. De ser exitosa está prueba, se podría usar en humanos.
Estos compuestos ya han sido patentados, con lo cual la propiedad intelectual pertenece a investigadores panameños. Si se comercializan traería grandes beneficios económicos.
Actualmente para combatir este mal se requiere de un tratamiento 20 inyecciones intramusculares de un medicamento extremadamente tóxico para el hígado, páncreas y el corazón.
Pero el bioensayo más prometedor aseguró el Dr. Ortega, es el que se desarrolla contra de la malaria, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y mata a 3 millones.
Se han cambiado los métodos que utilizan los países desarrollados para descubrir drogas contra de malaria, los que recurren a compuestos radioactivos. En Panamá dos estudiantes, una del área de farmacia y otra de biología, han desarrollado un método novedoso que no utiliza radiactividad sino fluorescencia, mucho más barato y menos peligroso que se espera logre una patente en Estados Unidos. De esta forma se puede convertir en el estándar mundial.
INDICASAT desarrolla varios proyectos dentro de los múltiples grupos, que trabajan en diferentes investigaciones. En genética molecular investigadores buscan desarrollar técnicas que podrían ayudar en el futuro a la identificación de restos humanos y dilucidar muchos procesos legales.
Este mismo equipo trabaja en el desarrollo de métodos que permitan diagnosticar defectos congénitos en niños que nazcan con malformaciones o problemas de enfermedades hereditarias, utilizando métodos modernos con los cuales se podrá predecir en forma temprana estos problemas para poder corregirlos.
Existe además otro grupo de especialistas que desarrolla técnicas químicas para poder analizar la calidad del agua y de los alimentos. Se tiene también un proyecto de biología de la reproducción que podría ayudar a los productores agropecuarios a mejorar genéticamente los animales de leche y carne para mayor seguridad de la población. Igualmente hay otro proyecto científico que tiene como objetivo mejorar el método de preservar animales en vías de extinción.
Los ensayos que adelanta INDICASAT serán llevados a Bolivia, donde se expondrá la experiencia panameña en la investigación, desarrollo e innovación de nuevos compuestos para el tratamiento de enfermedades parasitarias unicelulares.
El conocimiento panameño en el uso de la flora para la búsqueda de medicamentos que combatan enfermedades tropicales se dará a conocer del 15 al 19 de septiembre durante la II jornada Iberoamericana sobre Investigación, Desarrollo e Innovación de Medicamentos y Compuestos Relacionados. La exposición de Panamá se basará en ensayos creados para el descubrimiento de medicamentos que no usan radiactividad sino métodos colorimétricos automatizados, señaló el coordinador de investigación y desarrollo del INDICA.
La fiscalización de las universidades particulares se realiza en varias ocasiones y los costos son asumidos por las propias universidades. Entre más lejana está la universidad, naturalmente los costos son mayores.
Destacó la profesora Ruiz que la Universidad de Panamá no tiene disposiciones legales que la faculten para suspender, multar o sancionar a una universidad que no reúna los requisitos académicos. Tampoco existe control sobre las tarifas que puedan cobrar las universidades ni tampoco qué tipo de carreras se pueden abrir. Para el año 2002, la Universidad de Panamá aprobó más de 300 carreras a nivel de licenciatura o maestría.
Destacó que las denuncias sobre la calidad de la educación son múltiples, sobre todo porque se les ofrece una calidad docente o programas y laboratorios que no existen. La labor de fiscalización es difícil porque las universidades sancionan a los estudiantes que se atreven ir a la Universidad de Panamá a denunciar.
En el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas Avanzadas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT), un laboratorio que forma parte de un complejo que opera la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT) se encuentran en gestación importantes proyectos científicos.
Tal como lo señala el Dr. Eduardo Ortega, coordinador de investigación y desarrollo del INDICASAT, en estos momentos se realizan bioensayos más seguros y económicos, en los que ya no se utiliza la radiactividad.
"Nos hemos abocado a desarrollar novedosos ensayos con la utilización del color para el descubrimiento de drogas en contra de parásitos de la malaria, leshmaniasis y los del mal de Chagas, problemas de salud que prevalecen especialmente en países en vías de desarrollo", sustentó.
En estas investigaciones las empresas farmacéuticas no prestan mucho interés para desarrollar nuevos medicamentos porque son enfermedades que afectan a personas pobres y el costo beneficio de invertir en el desarrollo de nuevos medicamentos no es muy atractivo.
Según el científico, antes las empresas farmacéuticas venían a Panamá, cortaban nuestra flora, la secaban y se la llevaban, de tal manera que si desarrollaban algún compuesto, el país no obtenía ningún tipo de ganancia ha cambiado.
Actualmente el INDICASAT cosecha la planta en Panamá, prepara los extractos, se hacen los bioensayos, se purifica el compuesto y una vez se tiene la estructura química dilucidada, se obtiene un valor agregado más alto, pues ya no se trata de vender unas cuantas hojas, sino de patentar un compuesto químico y obtener mayores beneficios para el país.
Hasta el momento se han obtenido resultados muy importantes, afirma el Dr. Ortega. Por un lado ya se cuenta con una patente de compuestos de plantas panameñas con actividad en contra de la leshmaniasis, mal conocido en nuestro país como la "picada de bejuco".
Explica que en una planta panameña se han encontrado unos compuestos conocidos como "alcaloides" que tienen actividad en contra de esta enfermedad y son probados en colaboración con la Universidad de Panamá para saber si actúan en un modelo animal. De ser exitosa está prueba, se podría usar en humanos.
Estos compuestos ya han sido patentados, con lo cual la propiedad intelectual pertenece a investigadores panameños. Si se comercializan traería grandes beneficios económicos.
Actualmente para combatir este mal se requiere de un tratamiento 20 inyecciones intramusculares de un medicamento extremadamente tóxico para el hígado, páncreas y el corazón.
Pero el bioensayo más prometedor aseguró el Dr. Ortega, es el que se desarrolla contra de la malaria, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y mata a 3 millones.
Se han cambiado los métodos que utilizan los países desarrollados para descubrir drogas contra de malaria, los que recurren a compuestos radioactivos. En Panamá dos estudiantes, una del área de farmacia y otra de biología, han desarrollado un método novedoso que no utiliza radiactividad sino fluorescencia, mucho más barato y menos peligroso que se espera logre una patente en Estados Unidos. De esta forma se puede convertir en el estándar mundial.
INDICASAT desarrolla varios proyectos dentro de los múltiples grupos, que trabajan en diferentes investigaciones. En genética molecular investigadores buscan desarrollar técnicas que podrían ayudar en el futuro a la identificación de restos humanos y dilucidar muchos procesos legales.
Este mismo equipo trabaja en el desarrollo de métodos que permitan diagnosticar defectos congénitos en niños que nazcan con malformaciones o problemas de enfermedades hereditarias, utilizando métodos modernos con los cuales se podrá predecir en forma temprana estos problemas para poder corregirlos.
Existe además otro grupo de especialistas que desarrolla técnicas químicas para poder analizar la calidad del agua y de los alimentos. Se tiene también un proyecto de biología de la reproducción que podría ayudar a los productores agropecuarios a mejorar genéticamente los animales de leche y carne para mayor seguridad de la población. Igualmente hay otro proyecto científico que tiene como objetivo mejorar el método de preservar animales en vías de extinción.
Los ensayos que adelanta INDICASAT serán llevados a Bolivia, donde se expondrá la experiencia panameña en la investigación, desarrollo e innovación de nuevos compuestos para el tratamiento de enfermedades parasitarias unicelulares.
El conocimiento panameño en el uso de la flora para la búsqueda de medicamentos que combatan enfermedades tropicales se dará a conocer del 15 al 19 de septiembre durante la II jornada Iberoamericana sobre Investigación, Desarrollo e Innovación de Medicamentos y Compuestos Relacionados. La exposición de Panamá se basará en ensayos creados para el descubrimiento de medicamentos que no usan radiactividad sino métodos colorimétricos automatizados, señaló el coordinador de investigación y desarrollo del INDICA.
La fiscalización de las universidades particulares se realiza en varias ocasiones y los costos son asumidos por las propias universidades. Entre más lejana está la universidad, naturalmente los costos son mayores.
Destacó la profesora Ruiz que la Universidad de Panamá no tiene disposiciones legales que la faculten para suspender, multar o sancionar a una universidad que no reúna los requisitos académicos. Tampoco existe control sobre las tarifas que puedan cobrar las universidades ni tampoco qué tipo de carreras se pueden abrir. Para el año 2002, la Universidad de Panamá aprobó más de 300 carreras a nivel de licenciatura o maestría.
Destacó que las denuncias sobre la calidad de la educación son múltiples, sobre todo porque se les ofrece una calidad docente o programas y laboratorios que no existen. La labor de fiscalización es difícil porque las universidades sancionan a los estudiantes que se atreven ir a la Universidad de Panamá a denunciar.
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