Orgulloso de la historia y la herencia cultural de Panamá
Publicado 2005/11/19 00:00:00
- Maritza Bonilla
Un panameño que a sus 90 años conserva el interés por el arte precolombino y su país.
EL ARTE precolombino no ha desaparecido, pues en el corregimiento de San Francisco, Panamá América encontró a José Abel Rivas, quien desde hace años se dedica a plasmar diversas huacas creadas por los indígenas de esa época.
Las huacas de oro en ese tiempo representaban a deidades adoradas. Pájaros, mamíferos y reptiles cobran vida sobre planchas de cemento que son impresas a través de moldes, cuidadosamente confeccionados por Rivas, para la venta.
"Esta es una forma de rendirle honor a la Patria", manifiesta Rivas, quien a sus 90 años de edad se siente orgulloso de ser panameño.
Además de dedicarse a dibujar objetos precolombinos, este dinámico profesor expresa su amor a Panamá, por medio de canciones que interpreta gracias a una vieja flauta dulce. Entre las canciones que destacan están: Historia de un amor, Madrecita, Taboga, entre otras.
Su inquietante espíritu lo hace investigar a diario sobre los orígenes del país, llevándolo a apreciar el árbol Panamá, que tiene plasmado en un cuadro donde destacan peces, mariposas y el Conjunto Monumental de Panamá Viejo.
Este profesor cuenta que estudió ingeniería eléctrica por correspondencia que era enviada desde Estados Unidos, debido a que no tenía los suficientes recursos para ingresar a una universidad.
Luego se desempeñó como profesor en dibujo relacionado, en varios centros educativos del país como el colegio de Artes Mecánicas en Divisa, el Artes y Oficios, el José Dolores Moscote, entre otros.
Desde la casa No.65 localizada en la calle Benito Reyes Testa, con la intersección de la calle 75, Rivas nos despide expresando "Panamá es un país privilegiado".
Las huacas de oro en ese tiempo representaban a deidades adoradas. Pájaros, mamíferos y reptiles cobran vida sobre planchas de cemento que son impresas a través de moldes, cuidadosamente confeccionados por Rivas, para la venta.
"Esta es una forma de rendirle honor a la Patria", manifiesta Rivas, quien a sus 90 años de edad se siente orgulloso de ser panameño.
Además de dedicarse a dibujar objetos precolombinos, este dinámico profesor expresa su amor a Panamá, por medio de canciones que interpreta gracias a una vieja flauta dulce. Entre las canciones que destacan están: Historia de un amor, Madrecita, Taboga, entre otras.
Su inquietante espíritu lo hace investigar a diario sobre los orígenes del país, llevándolo a apreciar el árbol Panamá, que tiene plasmado en un cuadro donde destacan peces, mariposas y el Conjunto Monumental de Panamá Viejo.
Este profesor cuenta que estudió ingeniería eléctrica por correspondencia que era enviada desde Estados Unidos, debido a que no tenía los suficientes recursos para ingresar a una universidad.
Luego se desempeñó como profesor en dibujo relacionado, en varios centros educativos del país como el colegio de Artes Mecánicas en Divisa, el Artes y Oficios, el José Dolores Moscote, entre otros.
Desde la casa No.65 localizada en la calle Benito Reyes Testa, con la intersección de la calle 75, Rivas nos despide expresando "Panamá es un país privilegiado".
Las originales huacas de oro han sido encontrados en los entierros de nuestros ancestros a lo largo del Istmo de Panamá.
La palabra "huaca" viene a nosotros del español "huacal" que significa un montículo indio con ruinas o entierros.
Con la evolución lingüística, "huaca" es usada actualmente únicamente para los entierros pero también para todo artículo dentro de la tumba.
El propósito de las huacas de oro no es del todo entendible, pero es posible que fuesen creadas para registrar las buenas obras de los guerreros y otras sólo representan a los pájaros, mamíferos y reptiles familiares al artista.
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