Sociedad
Olga Cárdenas: 'Los pobres de El Chorrillo aún tienen hambre'
- Miriam Lasso
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En El Chorrillo aún falta mucha educación y continúan reeligiendo a políticos preocupados por su propio beneficio a cambio de un jamón.
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En El Chorrillo aún falta mucha educación y continúan reeligiendo a políticos preocupados por su propio beneficio a cambio de un jamón.
Por 30 años ha llevado sobre sus hombros el dolor y el luto del pueblo chorrillero devastado por la fuerza norteamericana en busca de un solo hombre. Para la magíster y exbatallonera de la Dignidad, Olga Cárdenas, su más grande temor es que el pueblo olvide su historia, y tras su cirugía ocular, su próxima meta es leer Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez
¿Quién es Olga Cárdenas 30 años después de la invasión de Estados Unidos a Panamá?
Olga Cárdenas sigue trabajando con los niños en el comedor Divino Niño Jesús, dirijo a hombres y mujeres que están culminando estudios primarios, secundarios y hasta universitarios, que es mi más grande satisfacción.
¿Cuál debe ser el propósito del duelo nacional que pide la Comisión 20 de Diciembre de 1989?
Lo del duelo nacional es construir no solamente en el chorrillero, sino a nivel nacional, la historia verdadera de lo que vinieron a hacer los 'yes man' a Panamá. No se trata de cerrar los almacenes, es decir la verdad a los jóvenes, porque hay muchas madres que aún lloran a sus hijos desaparecidos.
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¿Cuál es la verdad que aún no ha sido revelada?
No se sabe cuántos muertos fueron, que existió un Batallón de la Dignidad para proteger a Panamá y no a Manuel Antonio Noriega. Fuimos los que cogimos las armas para defender la patria, lo que nos costó muchos muertos en el barrio de El Chorrillo y a nivel nacional.
¿Qué opina de quienes piensan que los batallones también aportaron su cuota de muerte?
La realidad es que eso fue a manos de los gringos también. La verdad, la verdad, nosotros no teníamos armas. Yo no tiré ni una bala porque no sabía ni cómo armar un revólver. Daniel Delgado Diamante advirtió también lo peligroso que era armar a un pueblo.
Usted manifestó sentirse decepcionada de sus superiores, ¿qué pasó?
Yo quedé decepcionada. Nosotros veíamos a la gente corriendo por la playa y los policías lo que hacían era refugiarse en las casas, quitarse los uniformes, dejar las armas. Fue mentira que los batallones matamos, robamos; como en todo, pasaron muchas cosas.
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¿Qué significó para usted el momento en que Manuel Antonio Noriega pidió perdón al pueblo?
Yo hablé con él antes de morir, y le pregunté: ¿porqué lo hizo? ¿Por qué no moriste como un guerrero hasta el final? Y me dijo que ya no podía hacer nada.
¿Cuál fue su solicitud a Manuel Antonio Noriega?
Le pedí que antes de morirse recorriéramos la cinta chorrillera pero, al parecer, la caminaré yo sola, aún puedo.
¿Cómo marcó su vida la invasión norteamericana?
Antes de la invasión era una mujer alegre, con esas verdades de las que no se pueden poner, una mujer a la que le gustaba el trago y las drogas. Después de ese hecho, yo dejé todo. Tengo más de 32 años de ser una mujer limpia. Me preparé, terminé una licenciatura y una maestría. Soy una mejor mujer, abnegada a la soberanía.
¿Cómo define a Manuel Antonio Noriega, tres décadas después?
Para mí, después de ser tan vivo e inteligente, quedó siendo un bobo, murió tonto útil, se fue con todos los secretos, pero como todo un varón y tampoco fue un villano.
¿Y qué fue de El Chorrillo antes y después?
Antes de la invasión era un pueblo alegre, hermoso, sobre todo para los Carnavales y no se hablaba de maleantes ni de bandas. Pero también es un pueblo de gente preparada como el científico Adán Ríos.
¿Qué hace de El Chorrillo un pueblo deprimido y con poco avance?
Primero mucha gente se fue del barrio, pero también faltan más personas dinámicas que construyan alegría y educación dirigida a los niños. El deporte está bien, pero si no les damos educación, estamos listos pa' la foto. Otra cosa, religión y moral, ¿cuándo ha venido a la Pedro Obarrio el monseñor José Domingo Ulloa? Los niños no saben ni qué es la primera comunión. Aquí en El Chorrillo los pobres negros aún tienen hambre y están faltos de educación.
¿Militares o democracia?
Pienso que con los militares se trabajaba yunta, pueblo, gobierno. La comunidad estaba muy compenetrada y se hacía trabajo de base. Con la democracia la paila es para los gobernantes y para más nadie.
El Chorrillo es un pueblo que reelige políticos. ¿Qué beneficio tienen?
Ninguno, la comunidad sigue igual. Sergio 'Chello' Gálvez es mi amigo, pero se preocupa por estudiar él, igual que Héctor Brands, y nuestros pela'os no pueden. Estamos luchando para que a nuestros hijos les den becas.
¿Cuál es el secreto de la reelección en El Chorrillo?
Jamón todos los años.
¿Cuál es el trabajo que requiere El Chorrillo?
Se requiere un trabajo psicosocial. Aquí se requiere ver la atención de niños con problemas de movilidad, ceguera. He tenido varios proyectos que se los he presentado a los políticos y seguimos esperando. También necesitamos educar a nuestros niños en nuevas tecnologías y la Policía Comunitaria nos apoya con los temas de las bandas. El Chorrillo tiene recurso humano, requiere capacitación y oportunidades.
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