MOP y Geociencias discrepan sobre fallas
Publicado 2003/07/14 23:00:00
- Oscar A. Martínez C.
El ministro de Obras Públicas, Eduardo Quirós, aseguró que la construcción del segundo puente sobre el Canal no peligra, a pesar de reconocer que en la zona existe una “falla geológica” y no tectónica como publicó este diario ayer.
Sin embargo, El Panamá América consultó nuevamente al sismólogo, Jaime Toral Boutet, del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, quien aseguró que no existe diferencia entre una falla geológica y otra tectónica.
Toral explicó que una falla geológica es una superficie de zonas débiles o segmentos de placas tectónicas que existen en el Atlántico y Pacífico, aunque afirmó que la fracturación del terreno cercano al segundo puente, es pequeña.
En tanto, el titular del MOP indicó que ambos términos tienen una consideración diferente y que los ingenieros del ministerio, los diseñadores del puente y la empresa constructora han tomado todas las previsiones necesarias para realizar las fundaciones de cada una de las torres.
“Nosotros sí reconocemos que las condiciones del suelo para cada una de las torres son distintas, pero al conocer el terreno previo a la realización de la obra, los ingenieros y diseñadores recomendaron construir aplicando todas las precauciones sismoresistentes”, explicó Quirós.
Categóricamente resaltó el ministro que el proyecto no tiene ningún riesgo ni peligrosidad que genere una situación no contemplada por los proponentes de la obra y que sea ocasionada por la naturaleza fuera de lo previsto por el Estado y la empresa constructora.
El ministro de Obras Públicas, Eduardo Quirós, desmintió que el incremento en el costo de la obra se haya dado por la confección de un nuevo diseño con medidas sísmicas o por la necesidad de reforzar los 32 pilotes bajo tierra de la torre oeste del segundo puente.
Aseguró que estos trabajos adicionales fueron drenajes, movimientos de tierra y los accesos para la obra.
Según el ministro, se está especulando sobre el tema y enfatizó a la población que no debe haber ningún temor, porque el diseño se hizo conociendo el estudio de suelo y tomando en cuenta la existencia de la falla geológica.
"Desmiento que este incremento se haya dado por temas relacionados con una falla tectónica o por alguna modificación al diseño", dijo.
Mientras que Marco Julio de Obaldía, director de la Oficina de Proyectos Especiales del MOP, reconoció que cerca de la torre oeste existen realidades geológicas y que ese suelo es debilitado por una fracturación del terreno, pero que los estudios existentes revelan que se pude construir sin peligro.
Dijo conocer que las coordenadas de la fracturación geológica o falla geológica, coincide con el área donde se desarrolla la construcción.
"Nosotros sabemos que en la torre oeste hay una falla, si bajas la podrás apreciar", dijo de Obaldía.
"Esta es una anomalía entre la roca basáltica y la arcilla que son cosa no muy comunes y para usar un término se le llama falla, pero son dos cosas físicamente diferentes, pero que pueden reaccionar en forma diferente", señaló.
Aseguró que lo ocurrido es que se está mezclando dos cosas distintas, "una que en teoría cualquier cosa puede pasar, pero las fallas de las que habla (Jaime) Toral, son las que ocurren en el Atlántico y pueden tener algún efecto si hubiese una falla mayor, pero si el ingeniero se detuviera ante todas las posibilidades teóricas realmente sería difícil tomar decisiones para llevar a cabo la obra".
Aclaró que los consultores contratados para la obra son reconocidos dentro y fuera del país y que utilizando códigos internacionales concluyeron que en el área se podía desarrollar la obra, a tal punto que la empresa que realiza el proyecto no arriesgaría su prestigio si en los terrenos no fuera confiable edificar.
"Los estudios se hicieron en su momento, identificando la existencia de realidades geológicas distintas, pero se hicieron todos los análisis suficientes para poder hacer una obra de esta magnitud", afirmó.
Previó que si en un futuro fuera necesario la construcción de otro puente y éste se hiciera cercano a la Costa Atlántica, no existiría temor de llevar a cabo a obra.
"Sí las fallas existen, pero si en unos años se hace otro puente en la región atlántica cercana a las placas tectónicas, no quiere decir que vamos a tener miedo y cohibirnos de hacer las cosas, nosotros tenemos que trabajar con el terreno que tenemos", agregó de Obaldía.
No obstante, el funcionario del MOP argumentó que esta falla geológica es fósil o inactiva, la Red Sismológica del Instituto de Geociencias ha reportado pequeñas pulsaciones en el área, lo que indica que están activas.
Esto significa que tarde o temprano esto podría generar un peligro de ocurrir un evento natural, sin que en la obra se hayan tomado las prevenciones requeridas para construir un proyecto cerca o sobre una falla geológica o tectónica.
Un informe de la Fundación para la Prevención de Riesgo Sísmico (FUNDARIS), de Venezuela, establece que una falla geológica es una superficie en la que se unen dos tectónicas o dos bloques rocosos de la corteza terrestre.
Señala que la corteza terrestre está compuesta por varios pedazos (placas tectónicas) que estos se mueven con velocidades diferentes unos con respecto a otros, se producen choques entre ellos en los que se genera una zona de contacto entre dos placas.
Esto crea fronteras conformadas por una serie de fallas geológicas o zonas de fallas geológicas, que son los planos en los que se establece el contacto entre las dos placas.
En otras palabras, se puede pensar que una falla geológica es una superficie en la que se unen dos placas tectónicas.
Sin embargo, El Panamá América consultó nuevamente al sismólogo, Jaime Toral Boutet, del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, quien aseguró que no existe diferencia entre una falla geológica y otra tectónica.
Toral explicó que una falla geológica es una superficie de zonas débiles o segmentos de placas tectónicas que existen en el Atlántico y Pacífico, aunque afirmó que la fracturación del terreno cercano al segundo puente, es pequeña.
En tanto, el titular del MOP indicó que ambos términos tienen una consideración diferente y que los ingenieros del ministerio, los diseñadores del puente y la empresa constructora han tomado todas las previsiones necesarias para realizar las fundaciones de cada una de las torres.
“Nosotros sí reconocemos que las condiciones del suelo para cada una de las torres son distintas, pero al conocer el terreno previo a la realización de la obra, los ingenieros y diseñadores recomendaron construir aplicando todas las precauciones sismoresistentes”, explicó Quirós.
Categóricamente resaltó el ministro que el proyecto no tiene ningún riesgo ni peligrosidad que genere una situación no contemplada por los proponentes de la obra y que sea ocasionada por la naturaleza fuera de lo previsto por el Estado y la empresa constructora.
El ministro de Obras Públicas, Eduardo Quirós, desmintió que el incremento en el costo de la obra se haya dado por la confección de un nuevo diseño con medidas sísmicas o por la necesidad de reforzar los 32 pilotes bajo tierra de la torre oeste del segundo puente.
Aseguró que estos trabajos adicionales fueron drenajes, movimientos de tierra y los accesos para la obra.
Según el ministro, se está especulando sobre el tema y enfatizó a la población que no debe haber ningún temor, porque el diseño se hizo conociendo el estudio de suelo y tomando en cuenta la existencia de la falla geológica.
"Desmiento que este incremento se haya dado por temas relacionados con una falla tectónica o por alguna modificación al diseño", dijo.
Mientras que Marco Julio de Obaldía, director de la Oficina de Proyectos Especiales del MOP, reconoció que cerca de la torre oeste existen realidades geológicas y que ese suelo es debilitado por una fracturación del terreno, pero que los estudios existentes revelan que se pude construir sin peligro.
Dijo conocer que las coordenadas de la fracturación geológica o falla geológica, coincide con el área donde se desarrolla la construcción.
"Nosotros sabemos que en la torre oeste hay una falla, si bajas la podrás apreciar", dijo de Obaldía.
"Esta es una anomalía entre la roca basáltica y la arcilla que son cosa no muy comunes y para usar un término se le llama falla, pero son dos cosas físicamente diferentes, pero que pueden reaccionar en forma diferente", señaló.
Aseguró que lo ocurrido es que se está mezclando dos cosas distintas, "una que en teoría cualquier cosa puede pasar, pero las fallas de las que habla (Jaime) Toral, son las que ocurren en el Atlántico y pueden tener algún efecto si hubiese una falla mayor, pero si el ingeniero se detuviera ante todas las posibilidades teóricas realmente sería difícil tomar decisiones para llevar a cabo la obra".
Aclaró que los consultores contratados para la obra son reconocidos dentro y fuera del país y que utilizando códigos internacionales concluyeron que en el área se podía desarrollar la obra, a tal punto que la empresa que realiza el proyecto no arriesgaría su prestigio si en los terrenos no fuera confiable edificar.
"Los estudios se hicieron en su momento, identificando la existencia de realidades geológicas distintas, pero se hicieron todos los análisis suficientes para poder hacer una obra de esta magnitud", afirmó.
Previó que si en un futuro fuera necesario la construcción de otro puente y éste se hiciera cercano a la Costa Atlántica, no existiría temor de llevar a cabo a obra.
"Sí las fallas existen, pero si en unos años se hace otro puente en la región atlántica cercana a las placas tectónicas, no quiere decir que vamos a tener miedo y cohibirnos de hacer las cosas, nosotros tenemos que trabajar con el terreno que tenemos", agregó de Obaldía.
No obstante, el funcionario del MOP argumentó que esta falla geológica es fósil o inactiva, la Red Sismológica del Instituto de Geociencias ha reportado pequeñas pulsaciones en el área, lo que indica que están activas.
Esto significa que tarde o temprano esto podría generar un peligro de ocurrir un evento natural, sin que en la obra se hayan tomado las prevenciones requeridas para construir un proyecto cerca o sobre una falla geológica o tectónica.
Un informe de la Fundación para la Prevención de Riesgo Sísmico (FUNDARIS), de Venezuela, establece que una falla geológica es una superficie en la que se unen dos tectónicas o dos bloques rocosos de la corteza terrestre.
Señala que la corteza terrestre está compuesta por varios pedazos (placas tectónicas) que estos se mueven con velocidades diferentes unos con respecto a otros, se producen choques entre ellos en los que se genera una zona de contacto entre dos placas.
Esto crea fronteras conformadas por una serie de fallas geológicas o zonas de fallas geológicas, que son los planos en los que se establece el contacto entre las dos placas.
En otras palabras, se puede pensar que una falla geológica es una superficie en la que se unen dos placas tectónicas.
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