Guillermo Rolla aclara
Publicado 2002/04/21 23:00:00
- REDACCION
Por su parte, el ex ministro Guillermo Rolla Pimentel, esposo de la ministra de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia, Alba Tejada de Rolla, envió una nota en la que destaca que "no soy empleado público ni en planilla ad honorem".
"En este país no deben haber fueros ni privilegios, ni tampoco discriminaciones". "La ley es clara de que familiares de las autoridades por afinidad o consanguinidad no pueden ocupar cargos públicos. Por algo se hacen las leyes. Con mayor razón si esas personas han luchado por la patria y la democracia hasta la persecución y la cárcel", señala en su nota.
El doctor Rolla argumenta, entre muchas otros puntos, que cuando el periodismo "es utilizado con objetivos económicos y políticos de sus propietarios, directores y periodistas al amparo de la libertad, se puede desviar hasta perder credibilidad y calidad profesional y aun caer en el terreno de las demandas judiciales".
"He leído la genealogía del nepotismo, pero cuando se tiene ganas de criticar siempre se le busca la quinta pata al gato. Si entre las varias decenas de miles de servidores públicos que hay actualmente, que pueden ser más de 150,000, y 200 representan el total de familiares de altos miembros del Gobierno que pueden trabajar en la Administración Pública, esto representaría el 0.13% del total".
"Esto no es significativo (...) El 99 por ciento de la Familia Moscoso está bien preparada profesionalmente, y quién más para ayudar a la gestión de la presidenta si no es su familia".
"En el árbol mencionan los nombres de Marcos, Jaime y Agustín, los tres tenemos más de 20 años de ser funcionarios públicos y para esa época Mireya Moscoso no se mencionaba en el mundo político. Ahora que es presidenta, ¿qué quieren?, ¿que renunciemos al puesto? De ninguna manera, más cuando tenemos la capacidad para ayudar en su gestión".
"Además de Marcos y Jaime hay otros Moscoso que están trabajando para el Estado con más de 10 años de servicios. ¿También tienen que renunciar a su trabajo?. Vamos a ajustarnos a lo que la ley permite, solo establece restricciones para cargos de Ministros y Magistrados ¿Por qué no atacan la legislación y promueven cambios en la Constitución y se arregla el problema de una vez por todas?".
"Obviamente no se han dignado a reconocer la crítica cuando se les envía, por lo que no voy a enviarles mayores comentarios a lo que publicaron hoy (16 de abril), más allá de informarles (por si acaso no sabían) que Mirtza Franceschi de Aguilera no es Magistrada de la Corte Suprema desde el 1° de enero de 2002".
A este respecto, Raúl Pérez tiene razón. En el árbol destinado a Franceschi de Aguilera debió decir: Ex magistrada de la Corte Suprema de Justicia.
El mismo 15 de abril, Juan Ramón Vallarino J. escribió una extensa nota, entre lo que se destaca lo siguiente:
"Es triste cuando los periodistas se equivocan o simplifican las cosas. Pero es más triste cuando no quieren oír correcciones ó no admiten las mismas. En este espíritu (y esperando que tengan la integridad para responder a estos comentarios), les envío algunas correcciones o aclaraciones a su árbol genealógico de la Corrupción.
1. Familia Escalona García: No conozco tan bien a esta familia, pero me parece realmente incorrecto incluir a Mercedes García de Villalaz en este listado (No. 14). Si hay algo que no le pueden negar a Mercedes es que ha sido una Panameñista militante de muchísimos años (…) Es debatible si la Sra. García fue el mejor escogimiento para la Dirección de Aduanas, pero lo que no es debatible es que la misma se encuentra en dicho puesto por méritos propios.
Juan Ramón Vallarino también se refiere a los nombramientos en el Tribunal Electoral, así como a la familia Piad que "es otra familia de muchísima trayectoria Panameñista".
Asimismo, a la familia Rosas, explicando que Ariel Rosas laboraba en un alto cargo en Canal 11 desde hace años; a la familia Rolla Tejada, porque no se explicó el parentesco de algunos funcionarios. "Sólo me queda decir que estamos mal si ahora estar emparentado con un funcionario público (sin ejercer un cargo), es nepotismo", señaló.
También se refiere a la familia Terán porque "propiamente no se puede hablar de nepotismo de alguien que ya no está en el Gobierno", sin embargo, cuando se suscitaron los nombramientos de la parentela de José Terán, éste aún era ministro de Salud.
De la familia Vallarino (De J.J. Vallarino III), dice estar "casi seguro que el segundo apellido correcto de Verónica no es Pretto". No obstante, el apellido que aparece en el listado enviado por la propia Cancillería, es Pretto.
Sobre la familia Arias Cerjack, y los Adames, defiende los nombramientos argumentando que al igual que los Piad, son familias de tradición Panameñista.
Defendió igualmente a las familias Constantino y Bazán, al tiempo que dijo pensar que "sí hay mucho nepotismo en el Gobierno, pero también pienso que hay un ápice de verdad en lo que dice la presidenta Moscoso de que estamos en un país en que mucha gente está emparentada entre sí".
Un lector utilizó este seudónimo para enviar sus comentarios a El Panamá América. Helos aquí:
Hemos leído con gran interés su versión del nepotismo en Panamá, sobre todo cuando no mencionan que en el gobierno anterior hubo nepotismo de grandes proporciones. Es increíble que el rollizo Sr. Pérez Balladares diga que en su gobierno "que él sepa", no hubo nepotismo, cuando todas las primas hermanas de su esposa tenían alguna conexión con el gobierno, sea como esposas de embajadores o como cónsules. Esto, desde luego, por no mencionar al consuegro de Sr. Pérez, que fue nombrado Cónsul General de Panamá en Nueva York.
"Si Uds. creen que esa lista que han sacado va a asombrar a nadie, el asombro es por lo medidos que han sido. Personas que podían haber colocado a una larga lista de parientes, y no lo han hecho" (…) "esas listas que Uds. están publicando son contraproducentes porque uno pensaría que íbamos a ver dos mil nombres, y lo que han sacado da risa. Están haciendo una tempestad en un vaso de agua".
Esta es una nota enviada por Elena Fabregat (sic):
"En Panamá no hay nepotismo. Nepotismo hay en Saudi Arabia donde todos los príncipes son hijos del mismo padre".
Por otro lado, el ingeniero Francisco Pérez Salamero notificó, mediante una nota enviada al director de este diario, Octavio Amat, que él no labora en el gobierno desde agosto del año 2000. Antes de eso, y desde junio de 1999 fue nombrado como asesor técnico de Segumar en Nueva York.
Así como este medio ha recibido llamadas y mensajes por correo electrónico, defendiendo los nombramientos de parientes y amigos en el gobierno, también ha recibido listas por escrito de personas que, supuestamente, caen bajo el paraguas del nepotismo.
Esas listas han llegado acompañadas de notas de apoyo a los reportajes citados. Muchas de esas notas no podemos publicarlas por tres razones:
"Faltan más en la familia Rosas", dice José Miguel Caballero, e incluye una extensa lista con la explicación de que la ministra de Educación tiene 12 hermanos.
El 17 de abril, José Juvenal Herrera envió una nota de felicitación por el reportaje publicado, al tiempo que proporcionó otra lista de más familiares de ministros y magistrados nombrados en el actual gobierno.
Entre sus planteamientos se destaca el siguiente: "Alberto Magno Castillero Pinilla fue despedido como Embajador en Rep. Dominicana en octubre del año pasado, apenas el padre anunció que se manejaría en forma independiente en la Asamblea".
Finaliza haciendo un llamado a que se continúe con la labor de informar sobre el nepotismo, porque está dando buenos resultados.
Otro lector no identificado, envió una definición de nepotismo, según la "Enciclopedia de la Política" de Rodrigo Borja, que a la letra dice:
"Viene de la voz italiana nepote, que significa sobrino. Los antiguos papas la utilizaron para designar al pariente suyo que solía desempeñar las funciones de primer ministro o secretario privado. Desde entonces, nepotismo significó la preferencia que un gobernante o funcionario público da a los miembros de su familia en la ocupación de los cargos públicos, concesiones estatales, contratos, o en el disfrute de privilegios vinculados a la administración del Estado, con olvido del mérito de otras personas. Las leyes suelen prohibir esta conducta que es, sin duda, una forma de corrupción tanto porque sirve desde el poder intereses particulares como porque es el parentesco, y no el mérito, el que determina esas preferencias. En la vida política el nepotismo es un fenómeno bastante frecuente. Generalmente los regímenes de tipo personalista son los que más incurren en esta práctica".
Por su parte, María Isabel Pittí, hizo llegar una nota vía fax, en la que entre otras cosas, argumenta que después de leer las declaraciones de la ministra de Educación, Doris Rosas de Mata: ´no tengo tantos parientes en el Gobierno´… (El Panamá América 17/4/2002) (…) "en su afán de justificar lo injustificable apela a lo legal y desconoce absolutamente lo moral. ¿Cómo puede la ministra de sus parientes firmar un Decreto Ejecutivo mediante el cual obliga a los estudiantes a cumplir el Juramento a la Honradez, enseñándole con ejemplo malsano prácticas de deshonestidad en nepotismo?".
En esa misma línea, otro lector envió una larga lista de familiares de la ministra, que no estaban incluidos en la publicada por este medio.
"En este país no deben haber fueros ni privilegios, ni tampoco discriminaciones". "La ley es clara de que familiares de las autoridades por afinidad o consanguinidad no pueden ocupar cargos públicos. Por algo se hacen las leyes. Con mayor razón si esas personas han luchado por la patria y la democracia hasta la persecución y la cárcel", señala en su nota.
El doctor Rolla argumenta, entre muchas otros puntos, que cuando el periodismo "es utilizado con objetivos económicos y políticos de sus propietarios, directores y periodistas al amparo de la libertad, se puede desviar hasta perder credibilidad y calidad profesional y aun caer en el terreno de las demandas judiciales".
"He leído la genealogía del nepotismo, pero cuando se tiene ganas de criticar siempre se le busca la quinta pata al gato. Si entre las varias decenas de miles de servidores públicos que hay actualmente, que pueden ser más de 150,000, y 200 representan el total de familiares de altos miembros del Gobierno que pueden trabajar en la Administración Pública, esto representaría el 0.13% del total".
"Esto no es significativo (...) El 99 por ciento de la Familia Moscoso está bien preparada profesionalmente, y quién más para ayudar a la gestión de la presidenta si no es su familia".
"En el árbol mencionan los nombres de Marcos, Jaime y Agustín, los tres tenemos más de 20 años de ser funcionarios públicos y para esa época Mireya Moscoso no se mencionaba en el mundo político. Ahora que es presidenta, ¿qué quieren?, ¿que renunciemos al puesto? De ninguna manera, más cuando tenemos la capacidad para ayudar en su gestión".
"Además de Marcos y Jaime hay otros Moscoso que están trabajando para el Estado con más de 10 años de servicios. ¿También tienen que renunciar a su trabajo?. Vamos a ajustarnos a lo que la ley permite, solo establece restricciones para cargos de Ministros y Magistrados ¿Por qué no atacan la legislación y promueven cambios en la Constitución y se arregla el problema de una vez por todas?".
"Obviamente no se han dignado a reconocer la crítica cuando se les envía, por lo que no voy a enviarles mayores comentarios a lo que publicaron hoy (16 de abril), más allá de informarles (por si acaso no sabían) que Mirtza Franceschi de Aguilera no es Magistrada de la Corte Suprema desde el 1° de enero de 2002".
A este respecto, Raúl Pérez tiene razón. En el árbol destinado a Franceschi de Aguilera debió decir: Ex magistrada de la Corte Suprema de Justicia.
El mismo 15 de abril, Juan Ramón Vallarino J. escribió una extensa nota, entre lo que se destaca lo siguiente:
"Es triste cuando los periodistas se equivocan o simplifican las cosas. Pero es más triste cuando no quieren oír correcciones ó no admiten las mismas. En este espíritu (y esperando que tengan la integridad para responder a estos comentarios), les envío algunas correcciones o aclaraciones a su árbol genealógico de la Corrupción.
1. Familia Escalona García: No conozco tan bien a esta familia, pero me parece realmente incorrecto incluir a Mercedes García de Villalaz en este listado (No. 14). Si hay algo que no le pueden negar a Mercedes es que ha sido una Panameñista militante de muchísimos años (…) Es debatible si la Sra. García fue el mejor escogimiento para la Dirección de Aduanas, pero lo que no es debatible es que la misma se encuentra en dicho puesto por méritos propios.
Juan Ramón Vallarino también se refiere a los nombramientos en el Tribunal Electoral, así como a la familia Piad que "es otra familia de muchísima trayectoria Panameñista".
Asimismo, a la familia Rosas, explicando que Ariel Rosas laboraba en un alto cargo en Canal 11 desde hace años; a la familia Rolla Tejada, porque no se explicó el parentesco de algunos funcionarios. "Sólo me queda decir que estamos mal si ahora estar emparentado con un funcionario público (sin ejercer un cargo), es nepotismo", señaló.
También se refiere a la familia Terán porque "propiamente no se puede hablar de nepotismo de alguien que ya no está en el Gobierno", sin embargo, cuando se suscitaron los nombramientos de la parentela de José Terán, éste aún era ministro de Salud.
De la familia Vallarino (De J.J. Vallarino III), dice estar "casi seguro que el segundo apellido correcto de Verónica no es Pretto". No obstante, el apellido que aparece en el listado enviado por la propia Cancillería, es Pretto.
Sobre la familia Arias Cerjack, y los Adames, defiende los nombramientos argumentando que al igual que los Piad, son familias de tradición Panameñista.
Defendió igualmente a las familias Constantino y Bazán, al tiempo que dijo pensar que "sí hay mucho nepotismo en el Gobierno, pero también pienso que hay un ápice de verdad en lo que dice la presidenta Moscoso de que estamos en un país en que mucha gente está emparentada entre sí".
Un lector utilizó este seudónimo para enviar sus comentarios a El Panamá América. Helos aquí:
Hemos leído con gran interés su versión del nepotismo en Panamá, sobre todo cuando no mencionan que en el gobierno anterior hubo nepotismo de grandes proporciones. Es increíble que el rollizo Sr. Pérez Balladares diga que en su gobierno "que él sepa", no hubo nepotismo, cuando todas las primas hermanas de su esposa tenían alguna conexión con el gobierno, sea como esposas de embajadores o como cónsules. Esto, desde luego, por no mencionar al consuegro de Sr. Pérez, que fue nombrado Cónsul General de Panamá en Nueva York.
"Si Uds. creen que esa lista que han sacado va a asombrar a nadie, el asombro es por lo medidos que han sido. Personas que podían haber colocado a una larga lista de parientes, y no lo han hecho" (…) "esas listas que Uds. están publicando son contraproducentes porque uno pensaría que íbamos a ver dos mil nombres, y lo que han sacado da risa. Están haciendo una tempestad en un vaso de agua".
Esta es una nota enviada por Elena Fabregat (sic):
"En Panamá no hay nepotismo. Nepotismo hay en Saudi Arabia donde todos los príncipes son hijos del mismo padre".
Por otro lado, el ingeniero Francisco Pérez Salamero notificó, mediante una nota enviada al director de este diario, Octavio Amat, que él no labora en el gobierno desde agosto del año 2000. Antes de eso, y desde junio de 1999 fue nombrado como asesor técnico de Segumar en Nueva York.
Así como este medio ha recibido llamadas y mensajes por correo electrónico, defendiendo los nombramientos de parientes y amigos en el gobierno, también ha recibido listas por escrito de personas que, supuestamente, caen bajo el paraguas del nepotismo.
Esas listas han llegado acompañadas de notas de apoyo a los reportajes citados. Muchas de esas notas no podemos publicarlas por tres razones:
- Unas porque no llegan firmadas y otras para proteger la identidad de sus remitentes que, en algunos casos, son funcionarios públicos.
- Porque consideramos que es preferible dar prioridad a las notas adversas a los reportajes.
- Porque algunas, en su contenido, expresan palabras hirientes y fuertes.
"Faltan más en la familia Rosas", dice José Miguel Caballero, e incluye una extensa lista con la explicación de que la ministra de Educación tiene 12 hermanos.
El 17 de abril, José Juvenal Herrera envió una nota de felicitación por el reportaje publicado, al tiempo que proporcionó otra lista de más familiares de ministros y magistrados nombrados en el actual gobierno.
Entre sus planteamientos se destaca el siguiente: "Alberto Magno Castillero Pinilla fue despedido como Embajador en Rep. Dominicana en octubre del año pasado, apenas el padre anunció que se manejaría en forma independiente en la Asamblea".
Finaliza haciendo un llamado a que se continúe con la labor de informar sobre el nepotismo, porque está dando buenos resultados.
Otro lector no identificado, envió una definición de nepotismo, según la "Enciclopedia de la Política" de Rodrigo Borja, que a la letra dice:
"Viene de la voz italiana nepote, que significa sobrino. Los antiguos papas la utilizaron para designar al pariente suyo que solía desempeñar las funciones de primer ministro o secretario privado. Desde entonces, nepotismo significó la preferencia que un gobernante o funcionario público da a los miembros de su familia en la ocupación de los cargos públicos, concesiones estatales, contratos, o en el disfrute de privilegios vinculados a la administración del Estado, con olvido del mérito de otras personas. Las leyes suelen prohibir esta conducta que es, sin duda, una forma de corrupción tanto porque sirve desde el poder intereses particulares como porque es el parentesco, y no el mérito, el que determina esas preferencias. En la vida política el nepotismo es un fenómeno bastante frecuente. Generalmente los regímenes de tipo personalista son los que más incurren en esta práctica".
Por su parte, María Isabel Pittí, hizo llegar una nota vía fax, en la que entre otras cosas, argumenta que después de leer las declaraciones de la ministra de Educación, Doris Rosas de Mata: ´no tengo tantos parientes en el Gobierno´… (El Panamá América 17/4/2002) (…) "en su afán de justificar lo injustificable apela a lo legal y desconoce absolutamente lo moral. ¿Cómo puede la ministra de sus parientes firmar un Decreto Ejecutivo mediante el cual obliga a los estudiantes a cumplir el Juramento a la Honradez, enseñándole con ejemplo malsano prácticas de deshonestidad en nepotismo?".
En esa misma línea, otro lector envió una larga lista de familiares de la ministra, que no estaban incluidos en la publicada por este medio.
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