Encuentran encaletada segunda arma de uno de los policías asesinados
La segunda arma de reglamento había sido robada en caso de los dos policías asesinados el sábado 14 de octubre en Chilibre. Está es la segunda arma que recuperan las autoridades.
- Redacción
- - Actualizado: 21/10/2017 - 12:12 pm
Muchos cabos sueltos han surgido tras el asesinato de dos policías
El Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional informaron hoy sobre la recuperación de la segunda arma de reglamento asignada al sargento segundo post mortem, Ernaldo Córdoba, uno de los policías asesinados en Chilibre despedidos hace unos días.
#PGNINFORMA Se recuperó segunda arma de reglamento robada en caso de 2 Policías asesinados en Chilibre. @ProtegeryServir pic.twitter.com/MuWvGXZ0D0
— Ministerio Público (@PGN_PANAMA) 21 de octubre de 2017
Según la información oficial, uno de los detenidos la mantenía encaletada en la Unión de Chilibre donde Peritos de Criminalística participaron en la recolección de la evidencia.
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Recientemente, el fiscal superior de la Sección de Homicidios de la Fiscalía Metropolitana, Rafael Baloyes, confirmó el hallazgo de la primera pistola Glock que había sido arrojada en una letrina de una residencia en Chilibre.
La serie era la correspondiente al arma de reglamento del cabo segundo post mortem, Juan Martínez, una de las víctimas asesinada el sábado 14 de octubre en Chilibre.
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Por este caso, la juez de garantías impuso la primera condena a 64 meses de cárcel uno de los involucrados por posesión ilícita de armas, tras llegar a un acuerdo con el MP.
Asimismo, esta persona es investigada por el homicidio de los policías, por lo que se encuentra bajo detención provisional.
¿Cómo fueron encontrados?
El cabo primero Córdoba permanecía en el puesto de pasajero del busito policial de color blanco y número 82183, estacionado a la orilla de la vía rápida con un disparo de escopeta en la cabeza.
De igual forma a menos de un metro, permanecía en el pavimento, boca abajo, el agente Martín, bañado de su propia sangre.
Se conoce que uno de los policías asesinados residía en Chilibre y conocía a sus victimarios, integrantes de un grupo organizado que delinquía en el sector, que calificaban la presencia del uniformado como un obstáculo para sus fechorías en la zona.
El cabo Córdoba tenía siete años de ser policía, y dejó un hijo en la orfandad. Fuentes informaron que antes del hecho el había pedido el traslado del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en Darién, a la Policía Nacional, porque quería estar cerca a su familia.
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En tanto, el agente Martín, tenía dos años de haber ingresado a la policía y era oriundo de Puerto Armuelles, en la provincia de Chiriquí.
Se informó que el menor de edad involucrado en la muerte de dos policías en Chilibre cumplió los 18 años el mismo día que ocurrió el hecho y que el busito panel policial donde fueron asesinados los dos policías no se movilizaba, ya que tenía problemas mecánicos, además la frecuencia no llegaba y estaban casi incomunicados.
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Un hecho de tal magnitud solo se perpetró en las semanas previas a las elecciones de 1968, cuando dos miembros de la Guardia Nacional fueron asesinados el mismo día: uno detrás del hotel Internacional y otro en el área de la avenida 3 de Noviembre.
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