Siguen las investigaciones.
Caso Aira Guerra, un misterio sin resolver
El 30 de noviembre de 2012 desaparece, su cuerpo es hallado el 3 de diciembre.
- José Vásquez/Especial para la Web
- - Publicado: 28/6/2013 - 03:18 pm
La desaparición de Aira Guadalupe Guerra, el 30 de noviembre de 2012, generó en la provincia de Chiriquí una búsqueda incansable por parte de sus familiares y amigos, quienes se movilizaron y organizaron cadenas por las redes sociales para dar con la joven de 18 años de edad.
Pero lo que no se imaginaban era que ese día marcaría el inicio del vía crucis de la familia de esta estudiante de Derecho de la Universidad Latina en David. Lleno de tristeza, dolor, especulaciones y hasta hermetismo.
El instinto materno de Aira Guerra, su madre, se activó desde el momento que recibió, en medio de la búsqueda, mensajes de texto de su hija indicándole que estaba bien y que se iba al país vecino, Costa Rica.
Las sospechas de que algo le había pasado a su hija se hicieron más fuertes en el momento que Rolando Samudio, novio de Aira, llegó a su casa, en horas de la noche de ese mismo día, para mostrarle los mensajes de texto impresos en un papel.
Asombrado, al menos eso proyectaba, Rolando admitió es día que la había recogido en la universidad, pero luego de una discusión la dejó en la parada de buses cerca a los estacionamientos de un supermercado en la F Sur.
El sábado 1 y domingo 2 de diciembre. La búsqueda se extiende por diferentes puntos del distrito de David. Para esos mismos días se dan con algunas prendas de vestir y la cédula de identidad personal de la joven Aira, en el corregimiento de San Carlos.
Sin embargo, la intensa búsqueda dio un giro radical el lunes 3 de diciembre, cuando las autoridades de la Policía Nacional informaron que un morador de la comunidad de Ojo de Agua, en la vía principal de Bagala, en el distrito de Boquerón, había encontrado a orillas de la carretera el cadáver semidesnudo de una mujer. Estaba parcialmente quemado. Era el de Aira Guerra.
El lugar fue tomado por las autoridades de investigación. El fiscal Primero Superior, Luis Martínez; los peritos de criminalística y una médico forense realizaron la diligencia de levantamiento del cadáver.
Las condiciones en que se encontraba el cuerpo dificultó identificarlo. Fue trasladando a la Morgue Judicial de David, ubicada en el antiguo Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, donde hoy operan las instalaciones del Ministerio de Salud.
Las autoridades deciden hacer la necropsia del cuerpo de la joven. El miércoles 5 diciembre, en horas de la tarde, con la ausencia del fiscal Luis Martínez, y en asistencia de una funcionaria de su despacho.
Al transcurrir las horas y desconocerse si se trataba o no de la joven, a las afuera de la morgue judicial aumentaba el número de personas, entre familiares, amigos y periodistas, quienes aguardaban por el resultado de la necropsia.
En ese momento la madre de Aira exigía ver el cadáver. Ella quería saber si se trataba de su hija o no. La petición fue negada, porque de acuerdo a los funcionarios del Ministerio Público el fiscal Martínez era el único llamado a conceder esta solicitud.
Esto generó que las personas que estaban fuera de la morgue cerraran las puertas de medicatura forense e impidieran la salida de los funcionarios hasta que se les permitiera a los familiares identificar el cuerpo.
La acción obligó que el fiscal Primero Superior acudiera a la Morgue Judicial y accediera a que Aira Guadalupe Guerra (madre), junto a la abogada Gisela Vega observaran el cadáver encontrado.
Llantos de dolor
Minutos después, los desgarradores llantos de la madre invadieron el lugar. Indicaban que efectivamente se trataba de su hija, a quien dejó la noche de aquel 30 de noviembre en la universidad para dar una charla.
La comunidad no salía del asombre. Los gritos de los familiares exigiendo “justicia” retumbaban el lugar. Calificaban el crimen como horrendo.
En vista de que los médicos forenses no determinan las causas de la muerte, por el estado del cuerpo, envían tejidos al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en la ciudad de Panamá.
A las 11:00 a.m. del 6 de diciembre sepultan a Aira. Primero fue una misa de cuerpo presente en la Iglesia del Carmen. Al finalizar la homilía, la madre de la joven subió al atrio de la iglesia para solicitar que se hiciera justicia por el crimen de su hija. Más tarde es enterrada en el cementerio Municipal de David.
Este domingo 30 de junio se cumplen siete meses de la desaparición física de Aira Guerra, aún se desconoce el móvil del homicidio y el robo de los mil 800 balboas que la joven había sacado horas antes de su desaparición.
Cronología
Pero lo que no se imaginaban era que ese día marcaría el inicio del vía crucis de la familia de esta estudiante de Derecho de la Universidad Latina en David. Lleno de tristeza, dolor, especulaciones y hasta hermetismo.
El instinto materno de Aira Guerra, su madre, se activó desde el momento que recibió, en medio de la búsqueda, mensajes de texto de su hija indicándole que estaba bien y que se iba al país vecino, Costa Rica.
Las sospechas de que algo le había pasado a su hija se hicieron más fuertes en el momento que Rolando Samudio, novio de Aira, llegó a su casa, en horas de la noche de ese mismo día, para mostrarle los mensajes de texto impresos en un papel.
Asombrado, al menos eso proyectaba, Rolando admitió es día que la había recogido en la universidad, pero luego de una discusión la dejó en la parada de buses cerca a los estacionamientos de un supermercado en la F Sur.
El sábado 1 y domingo 2 de diciembre. La búsqueda se extiende por diferentes puntos del distrito de David. Para esos mismos días se dan con algunas prendas de vestir y la cédula de identidad personal de la joven Aira, en el corregimiento de San Carlos.
Sin embargo, la intensa búsqueda dio un giro radical el lunes 3 de diciembre, cuando las autoridades de la Policía Nacional informaron que un morador de la comunidad de Ojo de Agua, en la vía principal de Bagala, en el distrito de Boquerón, había encontrado a orillas de la carretera el cadáver semidesnudo de una mujer. Estaba parcialmente quemado. Era el de Aira Guerra.
El lugar fue tomado por las autoridades de investigación. El fiscal Primero Superior, Luis Martínez; los peritos de criminalística y una médico forense realizaron la diligencia de levantamiento del cadáver.
Las condiciones en que se encontraba el cuerpo dificultó identificarlo. Fue trasladando a la Morgue Judicial de David, ubicada en el antiguo Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, donde hoy operan las instalaciones del Ministerio de Salud.
Las autoridades deciden hacer la necropsia del cuerpo de la joven. El miércoles 5 diciembre, en horas de la tarde, con la ausencia del fiscal Luis Martínez, y en asistencia de una funcionaria de su despacho.
Al transcurrir las horas y desconocerse si se trataba o no de la joven, a las afuera de la morgue judicial aumentaba el número de personas, entre familiares, amigos y periodistas, quienes aguardaban por el resultado de la necropsia.
En ese momento la madre de Aira exigía ver el cadáver. Ella quería saber si se trataba de su hija o no. La petición fue negada, porque de acuerdo a los funcionarios del Ministerio Público el fiscal Martínez era el único llamado a conceder esta solicitud.
Esto generó que las personas que estaban fuera de la morgue cerraran las puertas de medicatura forense e impidieran la salida de los funcionarios hasta que se les permitiera a los familiares identificar el cuerpo.
La acción obligó que el fiscal Primero Superior acudiera a la Morgue Judicial y accediera a que Aira Guadalupe Guerra (madre), junto a la abogada Gisela Vega observaran el cadáver encontrado.
Llantos de dolor
Minutos después, los desgarradores llantos de la madre invadieron el lugar. Indicaban que efectivamente se trataba de su hija, a quien dejó la noche de aquel 30 de noviembre en la universidad para dar una charla.
La comunidad no salía del asombre. Los gritos de los familiares exigiendo “justicia” retumbaban el lugar. Calificaban el crimen como horrendo.
En vista de que los médicos forenses no determinan las causas de la muerte, por el estado del cuerpo, envían tejidos al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en la ciudad de Panamá.
A las 11:00 a.m. del 6 de diciembre sepultan a Aira. Primero fue una misa de cuerpo presente en la Iglesia del Carmen. Al finalizar la homilía, la madre de la joven subió al atrio de la iglesia para solicitar que se hiciera justicia por el crimen de su hija. Más tarde es enterrada en el cementerio Municipal de David.
Este domingo 30 de junio se cumplen siete meses de la desaparición física de Aira Guerra, aún se desconoce el móvil del homicidio y el robo de los mil 800 balboas que la joven había sacado horas antes de su desaparición.
Cronología
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