Arturo Montenegro: La doble moral es la parte fea que debe perder el panameño
- Miriam Lasso
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El Carnaval panameño puede ser considerado por muchos como un arte menor, pero es una manifestación cultural que merecía ser contada.
El Carnaval panameño puede ser considerado por muchos como un arte menor, pero es una manifestación cultural que merecía ser contada.
Con más de 20 años en la industria cinematográfica, la idiosincrasia del panameño sigue inspirando al actor, director y guionista, Arturo Montenegro, quien contó a El Trino lo moralista, y al mismo tiempo, divertido que puede ser el público panameño.
¿Cómo se inicia en el cine?
Es una preparación que sucede a lo largo de la vida, comencé desde muy chico creando mis propias historias, solo que ahora las puedo realizar y llevar a la pantalla grande.
¿Por qué trabajar un cine inspirado en Panamá?
La inspiración es Panamá, pero también su gente. Contar las estructuras sociales y la parte cultural que nos hace únicos, ese universo que es popular y que me atrae mucho. Es una forma de retribuir y hacer que la gente se interese por una historia.
¿Qué es lo más difícil de esta profesión?
La verdad que todo es difícil, desde escribir, dirigir, producir, convocar talento, producción, música. No es el grado de dificultad sino de dedicación que tienes que poner para que cada proyecto salga, porque nuestro país está aún empezando en la industria cinematográfica.
¿Qué tan importante es retar la mentalidad del público o basta con entretenerlo?
No basta solo con entretener. La risa también proviene de un lugar muy doloroso cuando nos reímos de nuestras propias falencias y errores. Cada error lleva dolor y para que una comedia se de, tienen que darse el dolor y el sacrificio, así que dentro de la comedia hay muchos mensajes que tienen que ver con nuestras vidas miserables.
¿Ha pensado en la autocensura?
Tenemos que tomar en cuenta que estamos creando para un público que tiene un tope, que no tolera ciertos temas. Tenemos que tener entereza y respeto por él y no es que me autocensure, hago temas para que le agraden. Es ese respeto entre director, el guión y el público.
¿Es el público panameño moralista?
Lo que creo es que tenemos la posibilidad de reencontrarnos con el público, de discutir temas de los que no hablamos públicamente. Es poder vernos a los ojos y enfrentar de manera natural los temas que antes asustaban, y cada vez, nos vamos a ir reconociendo para perder esa parte del panameño que es fea, la doble moral conque vivimos las situaciones y encontrarnos con una sociedad más respetuosa y considerada.
¿Cuáles son esos temas a los cuales los panameño tiene que abrirse?
El matrimonio igualitario que los políticos han estado rechazando por influencia de la iglesia, que por otro lado, está marcada por la pedofilia. También hay mucha hipocresía con respecto al sexo, educación sexual, familia e incesto. Nunca se esclarece lo que tiene que ver con esa palabrita de cuatro letras, y sobre la que hay que educar.
Donaire y Esplendor, un documento antropológico y sociológico ¿Fue ese el objetivo?
El objetivo era hacerlo lo más verdadero posible, apegarnos a esas situaciones y vivencias que por tantos años se ha convertido en una tradición en la región de Azuero y que tiene que ver con generaciones que han dedicado su vida al Carnaval y le han dado la importancia que hoy día tiene.
¿Qué son los Carnavales para usted?
Algunas personas pueden considerarlos como un arte menor, pero es una manifestación cultural de una región de nuestro país que merecían ser contada.
¿Cómo exaltar la belleza del Carnaval por sobre los ofensivo de la rivalidad?
El Carnaval no es tan educativo, y predicar desde el cine es muy difícil. El cine tiene que retratar lo que es la gente y como vive, por qué se comporta de una forma, para entonces, entrar en analizar si está bien o mal. Se trata de una catarsis colectiva por cuatro o cinco días.
¿Qué es lo interesante del Carnaval?
Todo es interesante, desde la tradición de las familias, la organización, el arte de los vestuarios, los carros alegóricos, la música que al final nos crea identidad.
¿Es cierto que no hay grillo y Carnaval sin gay?
Es una gente que tiene una sensibilidad muy grande. Vimos planos arquitectónico para diseñar los carruaje, diseño de joyas, de vestuario. Hay mucho arte involucrado más allá de la sexualidad que nada tiene que ver.
¿Cómo evalúa su trabajo cinematográfico y a qué atribuye el éxito?
Todas las películas que he tenido la oportunidad de trabajar han sido exitosas en el cine, en la televisión y en las plataformas streaming. He sido afortunado, quizás por el hecho de buscar esa comunicación con nuestra gente y la proyección del país en el interior.
¿Son realmente los políticos los mejores actores que tiene Panamá?
Creo que hay que madurar en ese sentido. Hay que prepararse para tener una posibilidad analítica, y que los políticos dejen de actuar.
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