INVESTIGACIÓN
Tres muertos en un accidente de un remolcador del buque encallado en Mauricio
Cuatro personas fueron rescatadas y trasladadas al hospital SSR de Pamplemousses (noroeste de la isla), pero otra murió en el acto, otras dos han sido también encontradas sin vida y una sigue desaparecida.
- Nairobi/EFE
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- - Actualizado: 01/9/2020 - 11:47 am
El choque entre uno de los remolcadores del buque MV Wakashio, que encalló frente a las costas de Mauricio causando un desastre ecológico, y otra nave ha causado tres muertos y un desaparecido, informaron hoy, martes, las autoridades.
El Sir Gaëtan Duval, de la Guardia Costera mauriciana y con ocho tripulantes, chocó con una barcaza que transportaba hidrocarburo del granelero japonés MV Wakashio, de bandera panameña, que embarrancó el pasado 25 de julio en los arrecifes de Pointe-d'Esny (sureste de la isla), liberando toneladas de fuel al mar.
El choque, ocurrido a última hora del lunes por el mal tiempo, provocó el naufragio del Sir Gaëtan Duval.
Cuatro personas fueron rescatadas y trasladadas al hospital SSR de Pamplemousses (noroeste de la isla), pero otra murió en el acto, otras dos han sido también encontradas sin vida y una sigue desaparecida.
La organización ecologista Greenpeace lamentó la muerte de los tripulantes y advirtió de que "ahora existe la amenaza de un segundo derrame de petróleo".
Sin embargo, el primer ministro de Mauricio, Pravind Jugnauth, aseguró que no hay ningún riesgo de fuga tras el accidente del remolcador porque "había muy poco combustible a bordo".
El suceso, que ocurrió a unos 50 kilómetros al norte de donde embarrancó el Mv Wakashio, se suma a la tragedia que vive Mauricio desde que a finales de julio encallase este carguero, que viajaba de China rumbo a Brasil y no transportaba carga, pero que aún llevaba más de 200 toneladas de diésel y 3,800 de fuel para consumo propio.
El barco se partió en dos, lo que aumentó el miedo a que provocara una catástrofe todavía mayor. En un dispositivo que empezó el pasado 19 de agosto, dos barcos arrastraron la proa del granelero unos 15 kilómetros mar adentro, para ser hundida la semana pasada a unos 3,180 metros de profundidad en el océano Índico.
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La popa del MV Wakashio, por contra, continúa varada en los arrecifes de Pointe-d'Esny, y los barcos mauricianos siguen intentando vaciar el buque.
Casi medio centenar de delfines muertos
Entre los daños causados por el derrame del combustible, que ya se considera la mayor catástrofe natural de la historia reciente de esta isla, se encuentra la muerte de 47 delfines, según el último recuento de las autoridades y organizaciones medioambientales.
La muerte podría deberse a las frecuencias emitidas por el sonar de una unidad marítima del equipo de rescate el pasado 22 de agosto que pretendía encontrar el "lugar ideal" en alta mar para llevar la proa del Wakashio, según informó el diario local L'Express.
Una nueva hipótesis que se suma a la más evidente que sostenían muchos expertos de que las muertes se deben a la toxicidad del agua provocada por el derrame de combustible.
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Por otra parte, este martes comparecieron ante el Tribunal de Port-Louis el capitán del barco, el ciudadano indio Sunil Kumar Nandeshwar, que fue detenido hace dos semanas por la Policía junto a su segundo, el esrilanqués Tilakara Ratna Suboda.
Ambos, que están acusados de "poner en peligro una navegación segura", ya comparecieron el 26 de agosto ante el Tribunal de Port-Louis, que los mantuvo en prisión preventiva.
El abogado del capitán presentó una moción para revocar la acusación provisional contra su cliente, con el argumento de que no hay pruebas de piratería o violencia contra su cliente.
El capitán y su compañero fueron llevados de regreso a prisión hasta el 8 de septiembre, cuando deberían personarse otra vez ante el tribunal.
La zona del derrame es una región de arrecifes de coral -que llevaban unos quince años rehabilitándose-, así como un área rica en diversidad marina y terrestre, con importantes reservas naturales a pocos kilómetros.
Este desastre medioambiental representa un duro golpe para la economía de Mauricio, isla de poco más de un millón de habitantes situada en el océano Índico al este de Madagascar y muy dependiente del turismo.
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