¿Por qué los médicos cubanos cotizan al alza en la crisis del COVID-19?
Las "misiones médicas", como se les llama en Cuba, consisten en el envío de profesionales sanitarios a países que así lo solicitan al Gobierno cubano. Estas peticiones llegan en caso de crisis, como ha ocurrido ahora con Italia.
- Lorena Cantó/EFE
- - Actualizado: 28/3/2020 - 09:47 pm
La región italiana de Lombardía, una de las más golpeadas por el coronavirus, ha reclutado a 53 médicos cubanos, mientras brigadas de sanitarios de la isla también han comenzado a llegar a países de América y el Caribe. ¿Qué es lo que les hace tan valiosos en este tipo de escenarios?
La formación de médicos y personal sanitario ha sido durante décadas una de las prioridades de Cuba, donde tanto el sistema de salud como la educación y los estudios universitarios son públicos y gratuitos. El sistema comunista imperante en la isla desde hace 60 años no permite que los médicos trabajen en el sector privado: todos trabajan para el Estado. En el país hay nueve médicos por cada 1.000 habitantes, según datos oficiales de 2019.
Las "misiones médicas", como se les llama en Cuba, consisten en el envío de profesionales sanitarios a países que así lo solicitan al Gobierno cubano. Estas peticiones llegan en caso de crisis, como ha ocurrido ahora con Italia, pero lo habitual es que las realicen naciones que precisan más médicos de los que tienen, que desean reforzar especialidades médicas concretas o que necesitan cubrir la atención sanitaria en zonas alejadas o arriesgadas a las que no quieren ir los médicos locales.
En la actualidad hay unos 28.000 médicos cubanos en 59 países de los que 37 presentan casos de COVID-19. A lo largo de los años, más de 400.000 profesionales han cumplido misiones en 164 países de Africa, América, Oriente Medio y Asia.
Aunque en algunos casos -especialmente catástrofes humanitarias- son iniciativas solidarias cuyo coste asume el Estado, la mayoría de las misiones entra en la categoría de exportación de servicios profesionales, una de las principales fuentes de divisas de Cuba.
El país que contrata estos servicios paga por ellos al Gobierno cubano, que no divulga detalles específicos de las transacciones. Los últimos datos oficiales disponibles (2017) cifraban los ingresos de Cuba por servicios profesionales en 9.628 millones de dólares.
El salario que un país solicitante paga por cada profesional cubano varía, pero los trabajadores reciben solo un porcentaje de ese dinero -se estima que entre el 20 y el 30 %-. El resto va a parar a las arcas del Estado cubano, que asegura que esos ingresos se destinan a financiar el sistema de salud gratuito en la isla.
En 2005, el entonces presidente cubano, Fidel Castro, ordenó la creación de un contingente médico de emergencias para ofrecer asistencia a Estados Unidos tras el desastre del huracán Katrina en Nueva Orleans. El país vecino rechazó la ayuda, pero ya había nacido la brigada Henry Reeve, que hasta hoy ha asistido en primera línea en incontables crisis y desastres: la epidemia de ébola en Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia (2014-2015) y la de cólera en Haití, los terremotos de ese país caribeño, Pakistán (2005) y Nepal (2015), inundaciones y huracanes en Centroamérica y el Caribe.
La experiencia acumulada en estos tres lustros les hace tremendamente valiosos en emergencias médicas y fue reconocida en 2017 por la Organización Mundial de la Salud con el premio de Salud Púbica en Memoria del Dr.Lee Jong-wook. A todo el bagaje acumulado por la Henry Reeve se suma la capacidad de respuesta de los cubanos, que tras 60 años bajo embargo de Estados Unidos y con una economía planificada mostradamente ineficiente, están acostumbrados a enfrentar situaciones difíciles con recursos limitados.
Desde entablillar un miembro roto con madera del marco de una puerta a emplear un vaso de plástico como nebulizador, los médicos cubanos tienen una reconocida experiencia en reaccionar rápido y buscar soluciones dado el perpetuo desabastecimiento de su país.
Además de los 53 médicos y enfermeros que ya están en la región italiana de Lombardía, en las últimas dos semanas han partido brigadas de médicos y enfermeros a Granada, Surinam, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Santa Lucía.
A Venezuela, donde trabajan más de 20.000 doctores cubanos, se desplazaron seis especialistas de la Henry Reeve y otros cinco de ese mismo contingente viajaron a Nicaragua para colaborar con ese país en la implementación de los protocolos de control, enfrentamiento y tratamiento a la COVID-19. Las especialidades más demandadas por los países son la terapia intensiva, virología, epidemiología y farmacología, de acuerdo a reportes de la prensa estatal.
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Las misiones médicas cubanas, sin embargo, se han convertido también últimamente en un frente de batalla entre la isla y Estados Unidos, que esta misma semana instó a los países que están solicitando ayuda médica a La Habana a que examinen los acuerdos y pongan fin "a los abusos laborales".
EE.UU. inició hace meses una campaña de ataques a los servicios médicos del país caribeño, a cuyo Gobierno acusa de retener la mayor parte del salario del personal sanitario mientras los expone a "condiciones laborales atroces". Cuba tacha de "mentiras" y "campaña inmoral" esas acusaciones y ha pedido apartar "la mezquindad y la hostilidad" en medio de la pandemia del COVID-19 que ya se ha cobrado miles de víctimas en solo tres meses.
En el último año la isla caribeña también retiró, por enfrentamientos con trasfondo político, a los miles de médicos de sus misiones en Brasil, Ecuador y Bolivia. Aparte de por las condiciones laborales, organizaciones de derechos humanos críticas con el Gobierno cubano también han considerado en los últimos días que las misiones médicas son empleadas como propaganda.
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