Otra persona visitó el sótano de Josef Fritzl
- Meredith SerracÃn
Las investigaciones en la propiedad de los Fritzl tomará varias semanas ya que la falta de aire en el sótano no permite que los agentes tomen las muestras correspondientes.
Aparentemente Josef Fritzl no fue el único que ingresó al sótano donde por 24 años mantuvo cautiva a su hija Elisabeth.
Un inquilino que vivió durante 12 años en la casa de Fritzl, en Amstetten, Austria, le relató a la BBC haber visto entrar a otro hombre a la sórdida prisión.
Alfred Dubanovsky explicó que, una vez, Fritzl trajo un hombre a la casa a quien presentó como un plomero y bajó con él al sótano, desde donde provenían ruidos.
"Una vez le pregunté qué eran esos ruidos y me contestó que los producía la cañería de gas del sistema de calefacción instalado en el subsuelo", manifestó.
Investigación.
Dubanovsky, hoy tiene una cita con la Policía para contarles sobre sus experiencias, le dijo a la BBC que una vez Fritzl le aseguró que algún día su casa pasaría a la historia.
Sus declaraciones coinciden con una amplia investigación lanzada por la policía austriaca, que incluye a cientos de personas que estuvieron en contacto con Fritzl, un electricista jubilado de 73 años que les confesó a las autoridades el calvario al que sometió a su hija, quien ahora tiene 42 años de edad.
Otros casos.
El calabozo, donde el "carcelero de Amstetten" Josef Fritzl encerró a su hija Elisabeth durante 24 años centró las investigaciones de la policía austríaca, mientras ha aparecido un acta policial que demuestra que el acusado ya había cometido en el pasado otros varios delitos sexuales.
Mientras, una de las grandes incógnitas del caso parece haberse aclarado, con el hallazgo de un acta policial que revelaría que Fritzl fue detenido en 1967 por violar a una mujer.
El diario local regional OÖN, encontró el documento en el Informe Anual de la Policía de Linz, la capital del estado de Alta Austria, indica que la detención se produjo cuando Fritzl ya estaba registrado por otro intento de violación y un delito de exhibicionismo.
El OÖN aseguró que "existe aún" un acta judicial sobre una violación de Fritzl a una mujer de la ciudad de Linz, en octubre de 1967, a quien, por otro lado, el rotativo entrevistó ya el martes pasado.
En el Informe Anual de la Dirección de Policía de Linz se incluye información de que en septiembre de 1967 Fritzl intentó arrastrar a un bosque y violar a una paseante de 21 años.
El delito prescribió y ha sido borrado automáticamente de los archivos, tal y como está previsto por la ley, pero el acta se encontraba en el Archivo Regional de Alta Austria.
Allí se guardan normalmente los documentos del Tribunal Regional, que quedan abiertos para su acceso público por un plazo de 50 años.
Un portavoz de la fiscalía de Baja Austria, indicó que esa acta será tomada en cuenta en la acusación que se prepara contra Fritzl.
Investigaciones.
El jefe de la investigación, Franz Polzer, indicó que al zulo se accedía sólo a través de dos puertas de acero, con un mecanismo electrónico para su apertura y cierre a distancia, asegurado con un código secreto que sólo Fritzl conocía.
Según dijo el funcionario, el trabajo de los policías se complica ante la falta de espacio y oxígeno en el calabozo, lo que obliga a los peritos a interrumpir su trabajo con frecuencia para tomar aire.
Para evitar que los agentes dejen huellas de ADN en el lugar, deben trabajar siempre con máscaras, explicó Polzer, y agregó que las pesquisas en el lugar durarán varias semanas más.
Elisabeth, de 42 años, estuvo encerrada en el sótano de su casa familiar durante casi un cuarto de siglo, donde fue violada sistemáticamente por su padre, con el que tuvo siete hijos, nacidos bajo tierra en condiciones infrahumanas.
La Policía está tratando de entender cómo funcionaba toda la infraestructura subterránea instalada por Fritzl a lo largo de los años debajo de su casa.
"En el calabozo hay muchos caños, que desaparecen en las paredes. Todo está muy bien aislado con espuma industrial", dijo Polzer.
Perfil.
Por otra parte, el jefe de la investigación aseguró que sus agentes han "completado la imagen de la familia", que revela que el acusado "no sólo es una persona autoritaria sino un verdadero tirano, que no permite preguntas".
Para la familia "era un tabú saber por dónde se movía. Y el sótano de la casa era un tabú especial", explicó Polzer.
Penas y dudas.
Según la legislación austríaca, el padre incestuoso puede ser condenado a un máximo de 15 años de cárcel por las violaciones de su hija y a cadena perpetua si se demuestra su responsabilidad en la muerte de uno de los bebés.
Comentaristas nacionales e internacionales no cesan de expresar sus dudas sobre la adopción de tres de los hijos de Fritzl y su esposa, especialmente con sus antecedentes penales.
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