Considerado colaborador excepcional de la democracia
Muere Adolfo Suárez, líder de la convivencia democrática en España
- Madrid ( EFE)
El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, político decisivo para impulsar la transición a la democracia, falleció en Madrid a los 81 años tras dos días de agonía en los que todos los sectores políticos y sociales expresaron reconocimiento a su labor.


El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, político decisivo para impulsar la transición a la democracia, falleció en Madrid a los 81 años tras dos días de agonía en los que todos los sectores políticos y sociales expresaron reconocimiento a su labor.
Mário Soares destaca la ‘inteligencia política’ de Suárez
- El exjefe de Estado y ex primer ministro de Portugal Mário Soares lamentó la muerte del primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez, de quien destacó su valentía y excepcional inteligencia política.
- El socialista Soares, de 88 años, expresó su gran tristeza por la muerte del que consideró un gran amigo con el que compartió una andadura clave de su carrera política como primer ministro de Portugal en los primeros años de la democracia portuguesa. El político portugués, que también fue presidente de Portugal entre 1986 y 1996, recordó el gran contacto que tuvo con el español durante la transición democrática. Era un hombre de excepcional inteligencia política, muy rápido tomando decisiones”, dijo.
El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, político decisivo para impulsar la transición a la democracia, falleció en Madrid a los 81 años tras dos días de agonía en los que todos los sectores políticos y sociales expresaron reconocimiento a su labor.
La enfermedad neurodegenerativa que le tenía apartado de la vida pública desde 2003 tuvo una evolución negativa en los últimos días, que Suárez pasó en una clínica de Madrid, hasta ocasionar su muerte.
Su hijo mayor, Adolfo Suárez Illana, anticipó el viernes en horas de la mañana la noticia conocida, ya que apuntó que el fallecimiento de su padre era inminente e incluso dio el plazo de 48 horas.
En estos dos días de agonía del expresidente (1976-81) hubo un aluvión de elogios por parte de la clase política y desde el ámbito sindical y empresarial hacia quien dirigió desde la jefatura del Ejecutivo el proceso por el que España dejó atrás la dictadura de Francisco Franco (fallecido en 1975) e implantó un sistema de libertades.
Suárez propició el consenso, favorecido por la actitud de unos dirigentes políticos que hace casi cuatro décadas comprendieron que debían renunciar a parte de sus postulados para conseguir una convivencia democrática, y que se plasmó en la Constitución de 1978.
El rey Juan Carlos, que por sorpresa designó presidente a Suárez en 1976, subrayó a través de un mensaje difundido por la Casa Real que el hoy fallecido fue un “colaborador excepcional” para implantar la democracia en España.
“Mi gratitud (hacia Suárez) es honda y permanente y mi dolor es grande”, dijo el monarca, para quien Adolfo Suárez fue un hombre de Estado, alguien “que puso por delante de los intereses personales y de partido el del conjunto de la nación española”.
El actual presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, lamentó el fallecimiento de Suárez .
Los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero unieron su voz al elogio unánime que llegó desde toda España para honrar al político centrista que gobernó España en años de terrorismo, y una fuerte crisis económica.
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