Melatonina, otra esperanza contra la COVID-19
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"La melatonina es una molécula polifacética, con una plétora de efectos, siendo hormona y antioxidante al mismo tiempo”, señala el doctor Jan Tesarik, quien propone utilizarla para prevenir una reacción inmunitaria ciega y exagerada del organismo ante el nuevo coronavirus.
La melatonina, hormona presente de forma natural en nuestro cuerpo, cumple un papel endocrino asociado al ritmo biológico sueño-vigilia y la adaptación al ciclo de luz-oscuridad, pero también cumple funciones no hormonales. Es antioxidante, antiinflamatoria, depuradora de radicales libres y realiza funciones relacionadas con la respuesta de la inmunidad innata del organismo.
Esta hormona, producida por la glándula pineal y otras partes del organismo, se utiliza en forma de medicamento o como parte de complementos alimenticios para tratar el insomnio o el ‘jet lag’, así como en cremas para la piel con propiedades antienvejecimiento y reparadoras, entre otras aplicaciones.
Pero no solo eso, la melatonina también podría desempeñar un papel importante en el tratamiento contra la COVID-19, de acuerdo a científicos que está ensayando el uso de esta sustancia para tratar algunas de los efectos más graves de la enfermedad y ya hay médicos que recomiendan utilizarla, de modo preventivo, mientras llega la vacuna para esta dolencia.
Tratamiento para pacientes críticos
Pharmamel, una empresa biotecnológica surgida del programa programa “spin-off” de la Universidad de Granada (UGR) ha iniciado en España el ensayo clínico ‘Melcovid’ en el que se les administra a pacientes con COVID-19 un nuevo tratamiento a base de melatonina, para probar su eficacia, con el apoyo del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la UGR.
Esta firma (https://pharmamel.com) ha sido fundada por los investigadores de la UGR (www.ugr.es) Germaine Escames y Darío Acuña, pioneros en la investigación sobre la melatonina, moléculas afines y sus metabolitos, en diferentes modelos de enfermedad, así como en el proceso de envejecimiento y en su aplicación en el sector farmacéutico.
“La COVID-19 grave se caracteriza por un estado hiperinflamatorio, oxidación y respuesta inmune exagerada que conduce a una tormenta de citoquinas (proteínas que regulan a algunas células del sistema inmunitario) y a una sepsis (infección grave y potencialmente mortal) y fallo multiorgánico”, explica la doctora Escames a Efe.'
“Al igual que en la sepsis (infección grave y potencialmente mortal), en infecciones virales severas como la del virus del Ébola o la del SARS-CoV-2, la respuesta inmunológica puede producir más daño que beneficio, y la melatonina puede ayudar a reducir ese perjuicio”, explica la doctora Germaine Escames, de la UGR.
“Por otro lado, al igual que sucede en la sepsis, en infecciones virales severas como las producidas por SARS-CoV,MERS, Ébola, SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) y otros virus relacionados, la respuesta inmunológica puede producir más daño que beneficio”, apunta.
“En nuestro grupo de investigación llevamos más de 30 años estudiando los efectos de la melatonina y hemos demostrado que es un poderoso eliminador de radicales libres para reducir el daño oxidativo de los tejidos y un agente antiinflamatorio efectivo para deprimir las ‘tormentas de citoquinas’", destaca Escames.
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“La eficacia antiséptica de la melatonina nos llevó a utilizar en 2016 un inyectable con esta sustancia patentado por Pharmamel en un ensayo clínico en pacientes sépticos (con sepsis), a los que se les administró por vía endovenosa, con unos resultados notables”, destaca.
“En aquel ensayo clínico se utilizó el mismo inyectable que ahora se está probando en pacientes con COVID-19, y se consiguió reducir la mortalidad al 0% (normalmente es de un 25%) y reducir la estancia hospitalaria en un 43%”, de acuerdo a Escames.
“En el actual ensayo clínico fase II unicéntrico MELCOVID se está administrando melatonina por vía intravenosa, con una formulación patentada por la UGR y el SAS”, señala Escames.
“Los resultados del ensayo se obtendrán entre septiembre y octubre de este año, ya que al proliferar nuevos brotes y pacientes contagiados, es cuestión de tiempo que un número importante de estos nuevos contagios terminen requiriendo asistencia sanitaria y hospitalización”, adelanta.
La doctora Escames destaca que, en función de los resultados se podrá solicitar el uso de emergencia de la melatonina intravenosa para aplicarla en más hospitales, y “a su vez, solicitaremos su autorización a la EMA (Agencia Europea del Medicamento) y a la FDA (Agencia Americana del Medicamento)”, adelanta.
Como prevención, mientras llega la vacuna
Por su parte, el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza-Tesarik, directores de la clínica de reproducción asistida MARGen (www.clinicamargen.com) de Granada, recomiendan una aplicación inmediata, tanto preventiva como curativa, de la hormona melatonina para combatir la COVID-19.
Estos doctores opinan que “aunque no esté confirmado definitivamente por ensayos controlados aleatorios, el efecto beneficioso de la melatonina contra esta enfermedad está fuertemente confirmado por evidencias circunstanciales”.
“La melatonina no tiene efectos segundarios importantes y es eficaz en otras patologías, tales como la infertilidad, algunos tipos de cáncer, diferentes complicaciones de embarazo o el Alzheimer.
Es probable que ayude contra la COVID-19 pero, en ningún caso, puede hacer mal al paciente”, según estos expertos.
“La melatonina parece ser eficaz, es barata y fácilmente disponible, y tendría que ser distribuida gratuitamente entre personas en riesgo”, recomiendan.
Los doctores Tesarik utilizan la melatonina para tratar patologías que afectan al sistema reproductor femenino y cuyo mecanismo subyacente es muy parecido al de la COVID-19, según señalan.
“Se trata de la endometriosis, la adenomiosis, y algunos casos de fallos de implantación de embriones, abortos espontáneos y partos prematuros”, explica el doctor Tesarik a Efe.
Explica que estas dolencias provocan “una reacción fuerte, ciega y exagerada contra algo que el organismo no considera como suyo. Esta respuesta destruye grandes grupos de células en lugar de apuntar específicamente a un agente patógeno”, añade.
“Por ejemplo, en algunas mujeres el sistema inmunitario reconoce un embrión recién implantado como un intruso porque la mitad de sus antígenos son de origen paterno. Aquí hablamos de una inmunidad innata, ciega”, señala Tesarik.
“La melatonina ayuda a modificar esta respuesta ciega y a transformarla en una respuesta adaptativa, específica y dirigida contra el patógeno causante la dolencia, como nos ha enseñado la experiencia del virus ebola, y con esta sustancia se podría lograr este mismo resultado en los pacientes con COVID-19”, indica.
Además del uso de dosis altas de melatonina por vía intravenosa en pacientes en estado crítico, como se está investigando, Tesarik propone usar la melatonina de modo preventivo, recomendando “que tomen comprimidos de este compuesto las personas de riesgo, como lo mayores y el personal sanitario, y quienes estén más expuestos al contagio al frecuentar grupos humanos”, concluye.
La melatonina, un baluarte natural para mitigar los peores efectos del COVID https://t.co/qYnBoXpDEi #Coronavirus
— el Nuevo Herald (@elnuevoherald) August 10, 2020 >
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