Los obispos chilenos admiten la necesidad de gestos a favor de las víctimas de abusos
Actualizado 2018/01/12 17:54:22
- Santiago de Chile / EFE
Los fieles disidentes denuncian que el papa no los ha escuchado y que cuando en 2015 Jorge Mario Bergoglio fue preguntado por el caso, el pontífice calificó de "tontos" .
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La Conferencia Episcopal de Chile reconoció hoy la necesidad de dar "pasos concretos", durante la visita del papa Francisco, para el reconocimiento y la reparación a las víctimas de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica, dijo hoy el portavoz del organismo, Jaime Coiro.
En declaraciones a radio Cooperativa, Coiro confirmó la veracidad de una carta difundida el pasado jueves por la agencia Associated Press en la que el papa se refería, en enero de 2015, al llamado caso Karadima y a la situación, en particular, del obispo de Osorno, Juan Barros.
Fernando Karadima es un sacerdote que tuvo una gran influencia en la Iglesia chilena, formador de cinco obispos y medio centenar de sacerdotes, a quien la Justicia vaticana suspendió de por vida en 2010 tras desvelarse que abusó sexualmente de niños y jóvenes cuando era el sacerdote titular de una parroquia situada en un sector pudiente de Santiago.
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Además, la Justicia ordinaria también entabló un juicio contra Karadima y lo encontró culpable, pero no lo condenó porque los delitos ya habían prescrito.
Entre sus discípulos figura Juan Barros, designado en marzo de 2015 obispo de la sureña ciudad de Osorno, donde hasta hoy es rechazado por una parte de la feligresía, que lo acusa de haber encubierto los abusos de Karadima.
Los fieles disidentes denuncian que el papa no los ha escuchado y que cuando en 2015 Jorge Mario Bergoglio fue preguntado por el caso, el pontífice calificó de "tontos" y "zurdos" a los que se oponían al nombramiento de Barros.
Sin embargo, en la carta dada a conocer por AP, el papa decía a los obispos que el nuncio apostólico, Ivo Scapolo, había planteado tiempo atrás pedir a Barros que renunciara o bien instarle a que se tomara un año sabático "antes de asumir otra responsabilidad como obispo diocesano".
Además, la carta planteaba la concesión de un año sabático a los obispos Horacio Valenzuela y Tomislav Koljatic, también señalados como encubridores de Karadima.
Ahora, ad portas de la llegada de Francisco a Chile, las víctimas de Karadima y los que rechazan a Barros han demandado algún gesto del pontífice a su favor.
"La carta que ha dado a conocer la agencia AP es efectiva, la recibieron los obispos del Comité Permanente (de la Conferencia Espiscopal) en febrero o marzo del año 2015", dijo hoy Coiro a radio Cooperativa.
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Asimismo, el portavoz episcopal admitió la importancia de un gesto específico dirigido a quienes han sufrido abusos sexuales, como han planteado distintos sectores de la sociedad chilena, entre ellos destacados miembros de la orden jesuita, la misma a la que pertenece el papa.
"La Iglesia (católica) es una Iglesia viva, que está movilizándose, pero también una Iglesia de dolor, de pecado, de abuso y, posiblemente, también de silenciamiento de situaciones del pasado. Con esa Iglesia real viene a encontrarse el papa Francisco y no la vamos a ocultar", afirmó Jaime Coiro.
El portavoz, que es periodista y diácono, señaló que en la visita del papa a Chile, que comienza el próximo lunes, "la gente espera pasos concretos", porque esto da sentido y significado a las palabras y símbolos.
"Puede haber documentos muy bonitos, declaraciones muy rimbombantes, y consignas como 'tolerancia cero', pero si la gente no aprecia una real disposición de todos en la Iglesia para que se haga verdad y justicia, y se repare y sane a las víctimas, todos los símbolos pueden ser insignificantes", consideró.
Por su parte, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, identificado con sectores conservadores de la Iglesia, criticó "la insistencia mediática" en los escándalos por abusos sexuales y en la situación del obispo Juan Barros, pero agregó que personalmente cree que el papa debería reunirse con las víctimas.
De hecho, agregó, eso podría producirse y terminar siendo una de las "sorpresas" de la visita, declaró a radio Cooperativa, al recordar que en otras giras el pontífice ha recibido a las víctimas.
"El papa tiene una sensibilidad particularísima sobre este tema (...) Nos vamos a llevar muchas sorpresas todos (...) El papa va a hacer gestos y cosas que ni siquiera nos imaginamos y, muy posiblemente, algunos de los gestos que queremos que haga, pero hay que dejarlo que se mueva", puntualizó el obispo.
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reconoció ante la prensa la veracidad de la carta difundida por AP y firmada por Francisco, y recalcó que "los abusos son siempre muy graves".
"Yo siempre he dicho que aunque hubiera solamente un caso, ese caso sería sumamente grave", añadió.
Respecto de la lista de 78 clérigos acusados de abuso sexual en Chile, que desveló esta semana la organización Bishop Accountability, Ezzati negó ser un "encubridor" y remarcó que siempre ha actuado "con mucha verdad y mucha conciencia", a pesar "de lo que digan algunas mentes desquiciadas en EE.UU".
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