La carne tiene un costo de 300,000 dólares
Las hamburguesas con células embrionarias saben algo desabridas
La hamburguesa fue hecha de carne cultivada en laboratorio a partir de células troncales de res. Los expertos esperan que ayude a resolver la crisis alimentaria y a combatir el cambio climático.
Creación
- Innovación
- Los expertos afirman que hacen falta nuevas formas de producir carne para satisfacer los apetitos carnívoros sin acabar con los recursos.
- Más consumo de carne
- La Organización de Alimentos y Agricultura pronostica que para 2050 el consumo mundial de carne será el doble que ahora, cuando más personas en los países en desarrollo pueden adquirirla. La cría de animales destinados a carne ocupa casi 70% de las tierras de cultivo.
- Apoyo
- El grupo Peta de defensa de los animales ha respaldado la iniciativa.
- Respaldo
- Ingrid Newkirk, presidenta y cofundadora de Peta, dijo que mientras que haya alguien dispuesto a matar un pollo, una vaca o un cerdo para comer, respaldarán este proyecto.
Para una hamburguesa que cuesta más de 300,000 dólares, uno esperaría que incluyera papas fritas y un refresco; pero no se trató de una hamburguesa común y corriente.
En una degustación pública en Londres, dos voluntarios probaron ayer la primera hamburguesa de carne creada en el laboratorio a partir de células troncales de res.
Los voluntarios mordieron y masticaron, pero esperaban que tuviese más sabor. Indicaron que la hamburguesa tenía la textura de la carne, pero que le faltaba sabor debido a la falta de grasa.
Mark Post, cuyo equipo de la Universidad de Maastricht desarrolló la hamburguesa luego de cinco años de investigación, dijo esperar que esta ayude a resolver la crisis alimentaria y a combatir el cambio climático; pero esa meta, en el mejor de los casos, es a largo plazo.
Inversión
Serguei Brin, cofundador de Google, se presentó por video en la actividad y anunció que ha financiado el proyecto de 250,000 euros (330,000 dólares) por su preocupación por el bienestar de los animales.
“Yo diría que se parece mucho a la carne normal”, dijo la nutricionista austriaca Hanni Ruetzler, uno de los voluntarios en la degustación. Los dos desecharon el pan y los tomates para concentrarse en la carne.
“No tiene grasa, es magra, pero se come como una hamburguesa convencional”, opinó el periodista estadounidense Josh Schonwald, quien agregó que por lo general no come hamburguesas, como ocurrió ayer, “sin salsa de tomate, cebolla, jalapeños o tocineta”.
La degustación ocurrió tras cinco años de investigaciones, un paso clave para hacer de la carne de laboratorio un fenómeno culinario. Post lo calificó de “un buen comienzo”.
Por su parte, Brin tiene grandes esperanzas en la nueva tecnología. “Tratamos de crear la primera hamburguesa de carne cultivada. Me siento optimista de que podemos avanzar mucho”, dijo en el video.
A pesar de la preocupación sobre el sabor, los científicos dicen que puede afinarse.
“El sabor es el problema menos importante porque puede controlarse permitiendo que algunas de las células se desarrollen como células grasas”, dijo Stig Omholt, director de Biotecnología de la Universidad de Ciencias de la Vida de Noruega.
Agregar grasa a las hamburguesas de esta manera sería más saludable que extraerla de las vacas, dijo Omholt, quien no participó en el proyecto antes de la degustación de ayer.
Post y sus colegas prepararon la carne a partir de células musculares de dos vacas orgánicas. Las células se colocaron en una solución de nutrientes para ayudarlas a desarrollarse en tejido muscular, que al final se convirtió en hebras de carne.
Hicieron falta casi 20,000 hebras para formar una hamburguesa de 140 gramos (5 onzas), que para la degustación se preparó con sal, huevo deshidratado, crutones, jugo de remolacha y azafrán.
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