La reina Isabel anunció que abandona el volante a sus 93 años
- Redacción de Mundo
El anuncio de la reina se da luego de un aparatoso accidente de automóvil que dos meses atrás tuvo su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, que dejó dos mujeres heridas.
El anuncio de la reina se da luego de un aparatoso accidente de automóvil que dos meses atrás tuvo su marido.
La reina Isabel II a sus 93 años ostenta una salud envidiable lo que le permite una actividad inusual para su edad. Siempre vestida impecablemente, con bellos sombreros, atiende una apretada agenda de trabajo.
Pero a pesar de ello, y que tiene a su disposición una lujosa colección de automóviles Land Rover o Jaguar ha decidio anunciar que ha llegado la hora de dejar atrás el volante -al menos en las calles públicas.
La reina Isabel II habría aceptado dejar de conducir sus automóviles en vías públicas https://t.co/y2RrlC5Ml1 pic.twitter.com/gQTKyBoPbD— RT en Español (@ActualidadRT) 31 de marzo de 2019
El anuncio de la reina se da luego de un aparatoso accidente de automóvil que dos meses atrás tuvo su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, que dejó dos mujeres heridas (una de ellas, Emma Fairweather, de 46 años, sufrió una rotura de muñeca). Posterior a este incidente, el Duque, quien, a sus 97 años, no tuvo más remedio que renunciar a conducir por carreteras públicas.
La información ha sido desvelada por la versión dominical del diario 'The Times', y subraya, además, que Su Majestad es la única persona en el Reino Unido autorizada para conducir sin licencia. Sin embargo, y aconsejada por su equipo de seguridad, ha aceptado dejar de llevar ella sola el volante por las carreteras que no estén dentro de los terrenos de su propiedad.
Tras el accidente del Duque de Edimburgo a finales de enero, en una carretera cercana a su casa de campo en Sandringham, la preocupación en el seno de la Familia Real, sobre todo por parte del Príncipe Carlos, era manifiesta.
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Días después de su accidente, Felipe de Edimburgo firmaban una carta pública en la que pedía perdón a las víctimas y se reconocía muy arrepentido por las consecuencias derivadas del mismo. Además, achacaba el siniestro a la mala visibilidad que tenía a causa del sol.
En el momento de la colisión con un turismo, a la salida de un cruce, el Duque viajaba solo y no llevaba puesto el cinturón de seguridad. En un primer momento fue evacuado del lugar de los hechos y trasladado a Sandringham House con una fuerte conmoción. Horas después, fue llevado a un hospital para que se le realizara un chequeo médico que confirmó que su estado era bueno.
Tan solo 24 horas después de la colisión, Isabel II fue fotografiada conduciendo en otra carretera pública de las inmediaciones y, como en el caso de su marido, sin cinturón de seguridad.
Ahora ha consentido en usar chófer cuando se traslada por carreteras públicas, aunque podrá seguir poniéndose al volante en vías privadas.
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