Estados Unidos
Donald Trump busca su reelección en medio de la pandemia de la COVID-19
- Alberto Sánchez Belisle / [email protected] / @panamaamerica
En esta ocasión, Donald Trump, con 74 años de edad, aspira a repetir su mandato venciendo al candidato demócrata Joe Biden. Al igual que en 2016, los sondeos no prevén su triunfo, pero el mandatario ha demostrado que es capaz de sobreponerse a las adversidades.
En las últimas cuatro décadas, solamente dos mandatarios estadounidenses han perdido sus campañas de reelección. Desde que George Washington asumió como el primer presidente de Estados Unidos, la historia ha favorecido a quienes desean prolongar su mandato por cuatro años más. Este martes 3 de noviembre, Donald Trump demostrará si puede conservar la presidencia o ser el quinto presidente que no es reelegido.
Desde 1980 hasta la fecha, de los candidatos a la presidencia con aspiraciones de reelegirse en Estados Unidos, tanto un demócrata como un republicano han perdido los comicios. Estos son: Jimmy Carter (vencido por Ronald Reagan en 1980) y George H. W. Bush, quien en 1989 ordenó invadir a Panamá (superado por Bill Clinton en 1992). Donald J. Trump, el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos busca hoy la reelección para un segundo mandato, en medio de la pandemia de la COVID-19, enfermedad que también lo afectó y de la cual se recuperó satisfactoriamente.
Al igual que Jimmy Carter en 1980 y George H. W. Bush en 1992, también Herbert Hoover y Gerald Ford fracasaron en sus intentos de reelegirse en el cargo. Hoover perdió ante Franklin D. Roosevelt (1932) y Ford fue derrotado por Jimmy Carter (1976). En esta ocasión, Trump, con 74 años de edad, aspira a repetir su mandato venciendo al candidato demócrata Joe Biden. Al igual que en 2016, los sondeos no prevén su triunfo, pero el mandatario ha demostrado que es capaz de sobreponerse a las adversidades.
Según analistas, su gestión ante la pandemia podría determinar su futuro político. Durante tres años, Trump presidió con una bonanza económica que incluyó una tasa de desempleo que cayó al 3,5%, la más baja para la mayor economía del mundo en cinco décadas, y los índices financieros volaron alto. No obstante, ese éxito terminó sin aviso con el avance de la pandemia desde China, a inicios del 2020, con Trump expresando constantemente su escepticismo sobre su letalidad y sus efectos en Estados Unidos.
Con los estragos de la pandemia durante este 2020, el futuro político de Trump ha sido incierto, a tal punto que desde hace cuatro meses, diversas encuestas nacionales lo muestran detrás del candidato demócrata Joe Biden por unos 9 puntos porcentuales. Sin embargo, los simpatizantes del presidente recuerdan a los demócratas que Trump también marchaba por detrás en las encuestas antes de su elección en 2016, y aún así, inesperadamente venció a su rival, la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Trump lanzó oficialmente su campaña de reelección en junio de 2019 en Orlando, Florida, desvelando el eslogan de “Mantén EE.UU. grande”, una variación de su eslogan del 2016 “Hagamos a EE.UU. grande de nuevo". Antes de convertirse en presidente, Trump era un prominente promotor de proyectos de bienes raíces de Nueva York, construyendo hoteles, casinos y campos de golf alrededor del mundo. En 2016, la revista Forbes calculó su fortuna en 3.700 millones de dólares.
Durante sus tres años y medio en la Casa Blanca, el presidente Trump ha logrado la aprobación de una significativa reforma de las leyes de impuestos, redujo el número de tropas en Siria y consiguió la confirmación en el Senado de dos nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia. También ganó la aprobación de unos 200 jueces para tribunales federales.
Trump ha promovido políticas para erradicar la inmigración ilegal, incluyendo el logro de que se hayan aprobado 1.400 millones de dólares en el Congreso para la construcción de un muro fronterizo, su proyecto fronterizo estrella. Trump ha cumplido con promesas de campaña sobre desmantelar regulaciones gubernamentales y eliminar una buena parte de la ley de servicios de salud del expresidente Barack Obama, popularmente conocida como Obamacare.
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Por otro lado, mientras el coronavirus avanzaba por Estados Unidos, Trump fue obligado a lidiar con algunas violentas protestas en todo el país tras la muerte, el 25 de mayo, del afroestadounidense George Floyd, causada por un policía blanco. Mientras tanto, la COVID-19 se extendió por los 50 estados, causando alteraciones masivas y llevando al país en un desastre económico. Más de 48 millones de trabajadores perdieron sus empleos, más de una cuarta parte de la mano de obra de Estados Unidos.
Trump frecuentemente desestimaba la severidad del coronavirus y ha insistido con su promesa de que se encontrará una vacuna en los meses venideros. También exaltó la hidrocloroquina como un curalotodo para el coronavirus y mientras los expertos en salud urgían a usar mascarillas, el mandatario se resistía y ridiculizaba a quienes las usaban. Gradualmente, durante semanas y semanas, el saldo de muertes subió a más de 131.000 personas en Estados Unidos a mediados de año y el número de casos confirmados de coronavirus subió a más de 3 millones.
En política exterior, Trump retiró el país de varios acuerdos internacionales, incluyendo la Alianza Trans-Pacífico, el acuerdo climático de París y el acuerdo nuclear con Irán. En comercio, Trump cumplió su promesa de renegociar el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, con Canadá y México, mientras lanzaba una guerra comercial con China, además criticó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En este contexto, también ha abrazado a rivales históricos como el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, del que ha dicho: “Hemos desarrollado una muy buena relación”.
En cuanto a Latinoamérica, la administración Trump ha defendido la necesidad de mantener la estabilidad en la región y se ha esforzado por evitar la influencia de países como China, Rusia e Irán en el hemisferio occidental. La Casa Blanca no acepta la legitimidad de Nicolás Maduro en Venezuela y lideró un movimiento, al que se unieron más de cincuenta naciones, para reconocer a Juan Guaidó como líder venezolano. Trump también endureció la relación entre Estados Unidos y Cuba, mientras que logró acuerdos bilaterales con México, Nicaragua, Honduras y El Salvador, los cuales han permitido a Washington reducir la llegada y la presencia de migrantes irregulares.
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Durante su administración, Trump fue procesado a finales de 2019, por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, pero el Senado, de mayoría republicana, lo absolvió el 5 de febrero de 2020. Igualmente fue investigado por la interferencia rusa en los comicios de 2016, donde se concluyó que la campaña de Trump no conspiró con Rusia para alterar el resultado de la elección.
Este martes, el presidente republicano Donald Trump busca asegurar un segundo mandato y expandir su estrategia, mientras que el demócrata Joe Biden intenta regresar a la Casa Blanca con algunas de las políticas de Barack Obama como bandera.
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