Aprenda a usar la palabra obligatoriedad
Publicado 2006/07/12 23:00:00
- Madrid
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en su análisis diario del uso del español en los medios de comunicación, advierte del uso incorrecto del sustantivo obligatoriedad.
La Fundéu ha observado que en la redacción de las noticias se confunde habitualmente el significado de la palabra obligatoriedad con el de obligación.
La diferencia entre ambas voces radica en que obligatoriedad significa cualidad de obligatorio, mientras que obligación alude a la cosa que alguien está obligado a hacer. Es decir, mientras que las personas y organismos tienen obligaciones, solo las cosas pueden caracterizarse por su obligatoriedad.
Así, en frases como "El juez ha dejado en libertad sin fianza, pero con la obligatoriedad de presentarse cada 15 días en el juzgado, a los tres porteros de un pub de Lérida" o "Las novedades incorporadas este año para obtener este premio son la obligatoriedad del municipio de cumplir con la normativa europea", lo correcto sería utilizar obligación en vez de obligatoriedad.
En consecuencia, la Fundéu (www.fundeu.es), entidad patrocinada por la Agencia EFE y el BBVA, recomienda emplear el sustantivo obligatoriedad solo cuando se refiera a la cualidad de obligatorio de una cosa, por ejemplo: "El texto establece la obligatoriedad de esta ley para todos los ciudadanos".
Djoudj, considerada como la tercera reserva ornitológica del mundo se extiende en una superficie de 12.000 hectáreas y dispone de un plan de agua permanente que atrae más de 400 especies de pájaros.
Según las estadísticas oficiales, al menos 3 millones de pájaros transitan anualmente por la reserva de Djoudj que se ha convertido en uno de los lugares más turísticos de Senegal.
-los agricultores y sus comunidades, a través de los derechos de los agricultores. El Tratado reconoce a nivel internacional por primera vez la contribución enorme que los agricultores han aportado y siguen aportando a la conservación y el desarrollo de los recursos fitogenéticos;
-los consumidores, dada la mayor variedad de alimentos disponibles, así como de productos agrícolas, junto con el aumento de la seguridad alimentaria;
-la comunidad científica, mediante el acceso a los recursos fitogenéticos, de importancia fundamental para la investigación y la mejora de las plantas;
- los centros internacionales de investigación agrícola, a cuyas colecciones el Tratado ofrece una base jurídica a largo plazo;
-los sectores público y privado, a los que se asegura el acceso a una amplia gama de diversidad genética para mejorar el desarrollo agrícola; y
-el medio ambiente y las futuras generaciones, puesto que el Tratado ayudará a conservar la diversidad genética necesaria para afrontar los cambios imprevisibles del medio ambiente y las necesidades humanas futuras.
Tenemos el imperativo moral de hacer funcionar el acuerdo, ya que los recursos fitogenéticos constituyen una auténtica "despensa" de la humanidad. Un legado acumulado por generaciones de agricultores durante milenios que debemos defender y que es decisivo para la seguridad alimentaria. Y al hacerlo pretendemos alcanzar uno de los objetivos que figura en las bases de la carta fundacional de la FAO: erradicar el hambre de la faz de la tierra.
Actualmente somos 6, 500 millones de habitantes en el planeta y las previsiones más pesimistas esperan casi 11, 000 millones de personas para el año 2050. La falta de alimentos se siente en diversos países. Por ejemplo, en la gráfica, mujeres y niños pakistaníes esperan a que les regalen los restos de comida de una cafetería en Karachi para poder alimentarse.
La Fundéu ha observado que en la redacción de las noticias se confunde habitualmente el significado de la palabra obligatoriedad con el de obligación.
La diferencia entre ambas voces radica en que obligatoriedad significa cualidad de obligatorio, mientras que obligación alude a la cosa que alguien está obligado a hacer. Es decir, mientras que las personas y organismos tienen obligaciones, solo las cosas pueden caracterizarse por su obligatoriedad.
Así, en frases como "El juez ha dejado en libertad sin fianza, pero con la obligatoriedad de presentarse cada 15 días en el juzgado, a los tres porteros de un pub de Lérida" o "Las novedades incorporadas este año para obtener este premio son la obligatoriedad del municipio de cumplir con la normativa europea", lo correcto sería utilizar obligación en vez de obligatoriedad.
En consecuencia, la Fundéu (www.fundeu.es), entidad patrocinada por la Agencia EFE y el BBVA, recomienda emplear el sustantivo obligatoriedad solo cuando se refiera a la cualidad de obligatorio de una cosa, por ejemplo: "El texto establece la obligatoriedad de esta ley para todos los ciudadanos".
Djoudj, considerada como la tercera reserva ornitológica del mundo se extiende en una superficie de 12.000 hectáreas y dispone de un plan de agua permanente que atrae más de 400 especies de pájaros.
Según las estadísticas oficiales, al menos 3 millones de pájaros transitan anualmente por la reserva de Djoudj que se ha convertido en uno de los lugares más turísticos de Senegal.
-los agricultores y sus comunidades, a través de los derechos de los agricultores. El Tratado reconoce a nivel internacional por primera vez la contribución enorme que los agricultores han aportado y siguen aportando a la conservación y el desarrollo de los recursos fitogenéticos;
-los consumidores, dada la mayor variedad de alimentos disponibles, así como de productos agrícolas, junto con el aumento de la seguridad alimentaria;
-la comunidad científica, mediante el acceso a los recursos fitogenéticos, de importancia fundamental para la investigación y la mejora de las plantas;
- los centros internacionales de investigación agrícola, a cuyas colecciones el Tratado ofrece una base jurídica a largo plazo;
-los sectores público y privado, a los que se asegura el acceso a una amplia gama de diversidad genética para mejorar el desarrollo agrícola; y
-el medio ambiente y las futuras generaciones, puesto que el Tratado ayudará a conservar la diversidad genética necesaria para afrontar los cambios imprevisibles del medio ambiente y las necesidades humanas futuras.
Tenemos el imperativo moral de hacer funcionar el acuerdo, ya que los recursos fitogenéticos constituyen una auténtica "despensa" de la humanidad. Un legado acumulado por generaciones de agricultores durante milenios que debemos defender y que es decisivo para la seguridad alimentaria. Y al hacerlo pretendemos alcanzar uno de los objetivos que figura en las bases de la carta fundacional de la FAO: erradicar el hambre de la faz de la tierra.
Actualmente somos 6, 500 millones de habitantes en el planeta y las previsiones más pesimistas esperan casi 11, 000 millones de personas para el año 2050. La falta de alimentos se siente en diversos países. Por ejemplo, en la gráfica, mujeres y niños pakistaníes esperan a que les regalen los restos de comida de una cafetería en Karachi para poder alimentarse.
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