Dan claves para dar pasos y entender el alzhéimer y la ELA
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el párkinson y el alzhéimer afectan a la capacidad cognitiva y están cada vez más presentes en la sociedad. No tienen cura y, pese a que se han dado pasos importantes, aún no se conocen bien sus causas, por eso estudiar su fisiopatología sigue siendo la clave.
- Madrid/EFE
- - Actualizado: 07/2/2017 - 02:55 pm
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el párkinson y el alzhéimer afectan a la capacidad cognitiva y están cada vez más presentes en la sociedad. No tienen cura y, pese a que se han dado pasos importantes, aún no se conocen bien sus causas, por eso estudiar su fisiopatología sigue siendo la clave.
Esto y una mayor inversión en investigación básica contribuirían a dar nuevos pasos hacia el entendimiento de estas enfermedades neurodegenerativas, a dar nuevos pasos para mejorar los tratamientos y diseñar nuevos, y hacia la posibilidad de adelantar su detección.
Por ejemplo, desde que una persona enferma de alzhéimer hasta que aparecen los primeros síntomas pueden pasar hasta 20 años.
Estas son algunas conclusiones de varios expertos internacionales que participan hoy en el debate las "Enfermedades neurodegenerativas. El reto del siglo XXI", en la Fundación Ramón Areces, y que previamente comparecieron en rueda de prensa.
Jeffrey D. Rothstein, director del Brain Science Institute (Baltimore, EE.UU.), es experto en ELA, una enfermedad con una incidencia anual de tres casos por cada 100.000 habitantes en España.
Afecta a las neuronas motoras de la corteza cerebral, al tronco cerebral y a la médula espinal y produce una debilidad y atrofia muscular progresiva. Sus causas aún no se conocen pero en "los últimos años se han producido descubrimientos clave", asociando alteraciones en el transporte de proteínas a nivel celular con ésta.
"Los avances en la genética de la ELA suponen para nosotros una revolución", señaló este investigador, que insiste en que entender sus mecanismos es lo que abre la puerta a los tratamientos.
En cuanto a si en este tipo de enfermedades se invierten menos recursos, este científico ha remachado que "todo el mundo pide más dinero", aunque reconoció que es una "ecuación complicada".
A su juicio, es una cuestión de retorno, pero en el caso de los pacientes con enfermedades neurodegenerativas el gasto para las arcas públicas es altísimo, lo que habría que tener en cuenta.
Para Arthur Konnerth, del Instituto de Neurociencia de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) e investigador en la enfermedad de Alzheimer, no es tanto la inversión, en este caso de la industria, sino que se pueda investigar con primates, que "sería fundamental".
Kommerth explicó que el alzhéimer es la principal causa del declive intelectual en la población mundial ya que se caracteriza por la pérdida progresiva de memoria, funciones cognitivas y demencia.
En la actualidad se conoce aún muy poco sobre las causas que llevan al deterioro de las funciones cerebrales en la enfermedad, pero una característica esencial es la acumulación de proteína beta-amiloide en el cerebro, ha subrayado este experto.
Koomerth, quien señaló que otra de las cosas implicadas en alzhéimer es el mal funcionamiento de los circuitos cerebrales, detalló que muchos ensayos con fármacos no terminan de funcionar -el 60 % de los ensayos clínicos en fase II se abandonan- porque aún no entienden a fondo las causas tempranas de la enfermedad y porque se trata de patologías de progreso lento: "no sabemos cuándo empiezan".
Christian Haass, jefe de la división de Bioquímica de la Universidad Ludwig-Maximilians (Múnich), dijo que parte de la esencia de las investigaciones ahora está en tratar de prevenir la producción del péptido beta-amiloide: un "abordaje precoz".
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