Judicial
Un pastor del pabellón 14 de La Joyita informó horas antes a la Policía de la masacre
Un pastor evangélico de La Joyita observó situación anómalas en el pabellón 14 de La Joyita unas horas antes de la reyerta. Habló con un subcomisionado encargado de la seguridad del penal.
- José Chacón
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- - Actualizado: 27/12/2019 - 09:27 pm
El martes 17 de diciembre de 2019, un pastor del centro penitenciario La Joyita, informó a los encargados de la seguridad de ese penal sobre serias irregularidades entre los reos del pabellón 14, según una carta que circula en redes sociales.
En el supuesto informe de novedad, que lleva la firma del Cabo Primero, Roberto Pinto, y que se lo comunica al Mayor de la Policía Nacional (PN), Elmer Martínez, supervisor de turno del centro penitenciario La Joyita, y que fue dirigida al Subcomisionado Ismael Arguelles, Jefe de la seguridad de La Joyita, alerta a los uniformados de una posible acción entre los convictos de aquella cárcel el mismo día de la reyerta donde fallecieron 15 reclusos.
La supuesta misiva detalla con minuciosidad gran parte de lo ocurrido aquella jornada sangrienta en La Joyita.
Desde tempranas horas de ese día, el pastor mencionado en el primer párrafo, quería conversar con el Subcomisionado Ismael Arguelles, para advertirle sobre situaciones anómalas que él observó entre los privados de libertad del pabellón 14 de La Joyita.
"A las 08:20 horas del día 17/12/19, estando de turno en el Centro Penitenciario la Joyita, asignado al pabellón # 14, procedí a darle apertura al pabellón, verificando el perímetro, el cercado y candados informando vía radio a la sala de guardia", dice el informe.
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A eso de las 11:00 de la mañana fue cuando el pastor se le acercó al Cabo Primero Roberto Pinto, para advertirle de posibles irregularidades dentro del pabellón 14. El religioso le pidió una reunión urgente con el Subcomisionado Ismael Arguelles.
El pastor le dijo a Roberto Pinto que la información era delicada y que por ello, debían hablar directamente con el Subcomisionado Ismael Arguelles. Acto seguido, Roberto Pinto siguió el protocolo y los envió hacia control 4, punto por el que hay que pasar antes de llegar a la oficina del Subcomisionado Ismael Arguelles.
Sin embargo, ni el pastor ni el otro preso que lo acompañaba, pudieron dialogar con el Subcomisionado Ismael Arguelles, pero sí le comentaron de lo que conocían o habían observado al Subcomisionado José Franco, encargado de turno del control 4.
"Siendo las 11:20, estos (el pastor y su amigo) me manifestaron que la información era muy delicada y que solo se la darían directamente al Subcomisionado Ismael Arguelles, por lo que me solicitaron que si podían ir hasta control 4 y ver si su petición de hablar con el jefe de la seguridad externa era posible".
"Al retornar estos privados de libertad al pabellón, les pregunté ¿si habían podido dialogar con el Subcomisionado Arguelles? a lo que me respondieron: que no habían podido dialogar con el subcomisionado Arguelles; pero que al lugar había llegado el Subcomisionado José Franco a quien le comunicaron su problemática".
En su informe, Roberto Pinto expresa que él se percató de una situación que describió como "ambiente" entre los reos y que incluso, se escucharon los primeros disparos de lo que más tarde terminó en masacre.
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"Entrando al pabellón y por lo que solicité vía frecuencia de radio se me presentara con urgencia al pabellón 14 el subcomisionado Ismael Arguelles o el supervisor de turno, para poner en conocimiento sobre el ambiente que se veía por parte de los privados de libertad donde dialogaban en grupos separados".
"A las 13:30 horas (1:00 p.m.), pude escuchar ruidos (detonaciones de arma de fuego) a lo interno del pabellón 14, por lo que solicité apoyo vía radio que era urgente, que se estaba dando una situación de alto riesgo de detonaciones continuas, a su vez de inmediato, pude escuchar los gritos de auxilio por parte de los privados de libertad, manifestando que habían heridos, por lo cual decidí abrir los candados de los portones de la entrada para poder canalizar en primera instancia la ayuda a los reos".
A eso de las 2:00 de la tarde llegó el cuerpo policial, incluida la Unidad de Control de Multitudes (UCM). Los primeros heridos fueron enviados a la Clínica Virgen de la Merced. Mientras que dentro del pabellón se incrementaban los heridos.
Al final de la carta, en el último párrafo, no queda claro si la policía dejó salir del pabellón a varios privados de libertad que solicitaron a los del sistema penitenciario, evacuar al sitio para poder controlar la reyerta o porque estos huían de las balas.
Hasta el momento, ni la Policía Nacional ni la Dirección General del Sistema Penitenciario han dado uan versión sobre la carta que circula en redes sociales.
Un día después de la mataza el presidente de la República, Laurentino Cortizo, informó sobre la separación de Walter Hernández, director del Sistema Penitenciario y Luis Gordón, subdirector del Sistema Penitenciario. Ordenó a investigar al jefe de Seguridad Penitenciaria, José Melamed, al jefe de seguridad de La Joyita, Ismael Arguelles, y al cabo primero Rigoberto Pérez, quienes estaban de turno.
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